Kara sonrió al ver la silueta de Lena en la cama, acostada, dándole la espalda. Su madre le había dado el permiso de llevarle el desayuno a la habitación.
—Lena...—dejo la bandeja en el mueble alado de la cama.—Lena, despierta.
Su novia se removió en la cama, Lena gimió y enterró la cabeza en la almohada. La habitación estaba iluminada por la luz del sol, pero sabía que aun no era tan tarde porque su reloj biológico ya la hubiera despertado y aun le dolía el cuerpo por el agotamiento. No fue capaz de detener a Kara en muchos de los momentos de anoche y ahora estaba sintiendo las consecuencias. Ella y Kara apenas y habían tomado un descanso, ronda por ronda, si así es como iba a ser siempre, no estaba segura de poder resistir mucho, no era normal, tenía el vago pensamiento de que podrían ser los instintos de Kara. Se habían entregado de muchas formas, tantas, que Lena aun sentía el temblor en las piernas. Después de eso, lograron tomar una ducha, que para su suerte no se convirtió en algo mas en el proceso. Finalmente se habían dejado caer en la cama y Lena estaba segura de haberse dormido desde que su cabeza toco la almohada.
—Lena—murmuro Kara, pegando sus labios en el hombro de la chica.
—Amor, estoy muy cansada no creo que yo pueda hacerlo otra vez...
El rostro de Kara se sonrojo pero aun así le pareció divertida la reacción de la joven Luthor.
—No es eso—tuvo que esforzarse para esconder su sonrisa.— Traje el desayuno, supuse que no ibas a querer levantarte, tan temprano y tan rápido.
—Kara—Lena por fin abrió los ojos y se volteo para mirarla—Es diferente el querer y poder.
En lugar de agregar algo más, Lena decidió dejar de atormentar a su novia e intentar sentarse en la cama para que Kara pudiera alimentarla sin problemas.
—Una vez que salgamos de aquí, tengo que agradecerle a tu madre, esto está muy bueno—La sonrisa de Kara fue suave pero estuvo de acuerdo. Ella siempre amo la cocina de Eliza y cree que siempre lo hará, no hay ninguna duda.
—Dios, Kara—solto Lena caundo vio lo rápido que estaba comiendo su parte. —No te vayas a atragantar.
—Perdón, es un mal hábito, adoro la comida—Lena acercó la servilleta a su boca para limpiarla—Gracias—dijo bajando la cabeza.
Kara no sabía cuál fue el momento exactamente en el que Lena y ella habían comenzado a ser así la una con la otra. Todo parecía tan sencillo y acogedor cuando compartían el mismo espacio; muy probablemente fue desde siempre. Desde el momento en el que el cerebro y cuerpo terco de la rubia, no podía alejarse de Lena Luthor. El destino las había juntado, un día eran extrañas y a los minutos ya se conocían de toda la vida.
La alfa sentía que muchas cosas o momentos en su vida estaban borrosos en su memoria, pero podía relatar exactamente como conoció a Lena y cuáles fueron sus primeras palabras. Y ahora, Lena podía despertarla porque tubo un mal sueño o las dos pueden quedarse hablando horas sobre sus secretos, sin la necesidad de sentirse incomodas; cosas que podría y había hecho con Maggie pero la diferencia es que con Lena todo se sentía más especial, más profundo. Kara podía sentir su conexión.
—Sabes—comenzo la rubia—Extraño esos momentos en los que mi única preocupación era la escuela, pero si eso me quitaba la posibilidad de encontrarte—hizo una pausa mientras Lena dejaba la bandeja con los platos ahora vacíos en la pequeña mesa. —No vale la pena.
—Estoy segura que siempre nos vamos a encontrar—Lena se estiró y dejo un beso en su mejilla, ganandose un puchero por parte de la rubia.— No me he lavado los dientes, no me hagas esa cara. Ya dormí demasiado.
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Eres mía y yo tuya (Supercorp)
FanfictionUna chica y una licántropo. ¿Cliché? Tal vez. Solo tú puedes juzgar.