¿Farsante?

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POV Kara

—Muy bien chicos, pongan atención—el entrenador se llevó el silbato a la boca para después soplar fuerte. Mis oídos retumbaron y tuve que llevar mis manos hacia ellos.

Empezaba a odiar eso de tener oídos sensibles.

—¡¿Quien está listo para empezar el entrenamiento?!—todos nos miramos entre sí—¡Dije! ¡¿quien está listo para empezar el entrenamiento?!

—Todos—dijo James.

—Par de holgazanes—murmuró el entrenador.—¡Elijan un compañero!

—¡Danvers! Tu vas conmigo—voltee hacia quien me había gritado.

—¡¿Qué?!—Mire a James con el ceño fruncido—¡No!

¿De verdad pensaba que iba a ser su pareja? De seguro lo único que quiere es que me vaya mal en la práctica, no encuentro otra razón por la que el me quiera de compañera.

—¡Vamos Kara! Será divertido—que divertido ni que nada, este planea algo.

—Gracias, pero no gracias—Me aleje más de él.

Al final termine siendo compañera de un chico de nombre Alfred, fue algo incomodo el hecho de que no nos conocíamos pero creo que en ningún momento me subestimo por ser una chica así que se lo agradezco.

El entrenador nos había puesto a sujetarnos de la cintura, el que está siendo sujeto por el otro trataría de avanzar mientras que él que lo sujeta tratara de evitar que eso pase. Trate de modular mi fuerza, me daba miedo el hecho de que pueda llegar a lastimarlo, gane todas las veces pero aún así deje que él ganará algunas, me sentía como una tramposa aun que no era mi culpa tener estas habilidades.

Alfred se había sorprendido por mi "condición" así que me felicito, y una vez más yo me sentía como una mentirosa. Después el entrenador nos hizo correr por 30 minutos por toda la cancha, fingí agotamiento en algunos momentos, tampoco quería parecer alguna clase de robot. Había tenido la atención de varios chicos del equipo y no de la buena manera, seguían sin creer que una chica pudiera estar en el equipo, lo comprobé cuando uno de ellos me empujó a propósito y termine en el césped.

Me di cuenta que estaba teniendo problemas para controlar mi ira, cuando mire al chico que me había empujado, había jurado que correría hacia él para golpearlo y temía que si no intentaba controlarlo algún día de estos provocaría un accidente, como la vez que golpee a James en la fiesta.

—¡Kara, atrapa!—mire de reojo como Alfred lanzaba una de los balones hacia mi.

Lo tome entre mis manos mientras el corría alejándose de mi, haciendo señas con sus manos para que le lanzara el balón de vuelta, lo acomode entre mis manos antes de lanzárselo, al parecer lo había tomado tan fuerte que lo había ponchado, no lo noté hasta que no alcanzo a llegar hasta Alfred. Él y yo nos acercamos sin entender que había pasado, tomó el balón del suelo y nos demos cuenta que estaba desinflado y abierto por la mitad, mire mis manos sabiendo que había sido culpa mía. El se quedó en silencio unos momentos antes de encogerse de hombros y decirme que lo más probable es que haya estado defectuoso; obviamente el balón no había estado defectuoso, yo no había podido controlar mi fuerza.

El entrenador volvió con los sacos que utilizamos la última vez y nos hizo correr hacia ellos y tumbarlos. Alfred estuvo todo el tiempo conmigo, hizo que no me sintiera tan desplazada entre todos, por lo menos alguien aceptaba que estaba en el equipo. Me reí de él cuando comenzó a correr y se tropezó, en vez de enfadarse conmigo él también comenzó a reír mientras seguía en el suelo.

—¿Estás bien?—dije tratando de respirar. Alfred agarró su estómago diciendo que no podía respirar por la risa.

—Si, lo estoy—dijo con dificultad.

Eres mía y yo tuya (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora