Mía

11.1K 683 76
                                    

POV Omnisciente

Si alguien les hubiera preguntado qué estaban pensando en ese exacto momento y les pidieran que hablaran con la verdad, sería muy fácil responder. Ellas no estaban pensando. No querían pensar. Si se hubieran detenido a pensarlo por una fracción de segundo sabían que nada de esto estuviera pasando, ninguna de las dos sería lo suficientemente valiente para intentarlo.

Kara pensó varias veces en detener todos sus movimientos. Desde sus cuerpos moviéndose al compás del río, hasta sus suaves manos sujetando con fuerza a su amada. Pero Lena reaccionaba a sus estímulos con tanta fascinación que sabía de antemano que sería una locura detenerse.

Los primeros instantes fueron de timidez y completa incertidumbre. Las cálidas manos de Kara acariciaron la espalda de Lena sacándola una pequeña sonrisa.
Cuando sus labios se volvieron a encontrar jadearon por lo complaciente que estaba siendo derribar todas sus barreras.

—Lena—Kara se apartó mirándola fijamente. Lena respiraba con dificultad pero estaba muy esmerada en volver a su ritmo de antes y juntar sus labios—Escucha—Lena negó y se hecho para delante tratando de besarla—Lee...—reclamó divertida por los intentos fallidos de su amante.

—Kara—Lena vio la incertidumbre en los ojos de la licántropo así que espero pacientemente.—Dime.

Kara parpadeo tratando de alejar todas sus inseguridades—¿De verdad quieres seguir?

Lena soltó una carcajada, tomando el rostro de Kara entre sus manos, notando el pequeño puchero que la rubia estaba haciendo y lo hinchado que estaban sus labios por los constantes besos compartidos.

—Es que no estoy muy segura de que pueda detenerme.—Agregó Kara con vergüenza.

—Y yo no estoy muy segura de que quiera que lo hagas.

...

—Todo estará bien, todo saldrá genial—murmuraba Maggie mientras caminaba impaciente de un lado a otro—Solo tengo que ir ahí y preguntarle... o tal vez esperarme, creo que es un mal momento, si... es un mal momento.

—¿Maggie?—La nombrada levantó la vista—¿Qué haces ahí?—Alex en la acera hizo una seña para que se acercara—Mi hermana no a regresado. Todos estamos preocupados por encontrarla, hasta ese hombre... ¿Cuál era su nombre?

—Clark—contestó Maggie.

—Sí, él. Parece estar muy empeñado en encontrarla antes de que se acabe la noche. Eso solo altera más a mis padres, quisiera que se fuera de mi casa.

—Lo siento por causarles molestias—Clark salía de la casa y sonreía aparentemente avergonzado por las palabras de la chica.—Kara también me importa, los cazadores se han robado mi tiempo con ella y estoy pensando en recupéralo, después de todo es mi familia también. No quise causarles molestias—agregó de nuevo con una pequeña sonrisa—Seguro que ella está bien y yo solo me estoy preocupando a lo tonto.

—Oh, no quise ofenderte de ninguna manera—Clark se encogió de hombros.

—Se que no. Ella es tu hermana—dijo como si no tuviera que explicar nada—Cuídense chicas.

Caminó hasta su auto. Alex le dio la espalda para continuar hablando con Maggie. Clark le hizo una seña a la morena para que lo mirara, al principio Maggie lo ignoro hasta que sus señas se hicieron más notorias y eran imposibles de ignorar. Clark levantó dos pulgares detrás de ella, Maggie frunció el ceño alertando a su compañera que miró a sus espaldas viendo como el coche se alejaba con la música escuchándose gracias a la ventana abierta.

Eres mía y yo tuya (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora