Te quiero

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POV Kara

Mi cabeza había dejado de funcionar en el momento en que su mirada huyo de la mía, sus manos comenzaron a temblar y sus intentos de disculparse sonaban avergonzados y desesperados. intente tranquilizarla de varias maneras, una de ellas fue acercándome rodándola entre mis brazos. Fue mala idea pues parecía tener tanta vergüenza por lo que había sucedido que me aparto de inmediato.

—De verdad que esta todo bien—Ella seguía sin mirarme a los ojos pero sus manos dejaron de temblar—No tienes por que sentir vergüenza conmigo.

—No puedes decirme eso, es de las peores cosas que me han pasado—No pude evitar girar los ojos, dejando en evidencia lo cansada que estaba de que repitiera lo mismo una y otra vez.—Nunca pensé que tu... Ya sabes, pudieras...—Movió sus manos de una extraña manera que solo hizo que hasta yo me pusiera nerviosa.

—Tampoco creo que yo lo haya sabido antes—Tal vez noto que yo estaba igual de nerviosa que ella porque se relajo un poco—Tal vez sea porque eres tu.—ella me miro con confusión—Porque eres mi mate.

—Esa es una posibilidad, pero no quita el hecho de que es vergonzoso—me acerque a ella otra vez, teniendo el peligro de que se alejara, pero esta vez se quedo quieta y dejo que juntara muestras manos—No se si me agrada que puedas saber cuando estoy excitada—su voz había sonado como un murmullo pero yo la había escuchado claramente.

Sus palabras me tomaron por sorpresa, nunca creí poder escuchar a Lena decir algo parecido, pero sabia que me había encantado. Por instinto mi boca busco la suya y ella rápidamente respondió al toque de nuestros labios, encajando a la perfección.

Mis manos fueron a parar a sus mejillas, profundizando el dulce pero extrañamente encantador beso. En cambio, sus manos viajaron por toda la extensión de mis brazos mientras dejaba escapar un pequeño pero no inaudible gemido.
Podía sentir sus labios presionando contra los míos y el calor formándose en mi pecho y esparciéndose por cada mínima parte de mi cuerpo, el calor y el dulce aroma que ella misma emanaba gracias a el calor del momento era suficiente para causar espasmos en mi interior.

Sin poder evitarlo mis manos bajaron hasta su espalda hasta llegar a su cadera, deteniendo mis movimientos, no era el momento y no quería asustarla. Ella trato de echarse para atrás, casi cayendo en la cama pero la apreté mas a mi cuerpo, deje que mis labios viajaran de su boca a sus mejillas para terminar en su níveo cuello.

Ella me dio el paso para que pudiera dejar pequeños besos por toda su extensión. Sus manos se sujetaron fuertemente de mis hombros y supe exactamente que era el momento de parar, ella me lo había pedido sin tener que decir una palabra.

—Creo que debemos parar antes de que todo se salga de control—Hable por lo bajo contra su cuello, la escuche suspirar pero murmuro un si.

—Tienes razón.—Lena se veía tan tierna y frágil en mis brazos que me plantee si de verdad existía y no era solo una creación de mi mente.

—Eres hermosa—susurre en su oído, su cuerpo se estremeció.

—Tu pareces un ángel—con sus propias manos me apartó de su cuello, delineando mis ojos, después mi nariz, mis mejillas y por último mis labios—No debes ser de este mundo Kara.

Sus palabras me hicieron sonrojar y ella simplemente río de mi. Giré mi rostro depositando un rápido beso en sus labios.

—Tienes una risa de lo más encantadora—Ella al fin pudo tranquilizarse y sonrió ante mi comentario.

—Hoy estás muy aduladora—Respondió, mientras jugaba con mi cabello entre sus dedos—Me gusta.

—Yo te gusto—Le guiñe un ojo antes de abrazarme a ella.

Eres mía y yo tuya (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora