Capítulo XXX

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Maratón 5/5

POV JUNGKOOK

Sonó un buen golpe que me despertó de repente y subí la cabeza de las piernas de Jennie.

- ¿Jen? ¿Estás bien, te golpeaste, qué pasó?

- Fue la película, siento haberte despertado, puse muy alto el volumen.

- ¿Estás bien? - repetí, ella rió y asintió, revolviendo mi pelo con cariño.

Me levanté de sus piernas y me senté a su lado, rodeando con un brazo sus hombros. Dejé caer de lado mi cabeza hasta apoyarla en la suya y pegué mis piernas con las suyas.

- Mucho mejor, así no te pasará nada - fortalecí el agarre, ella se acostó en mi pecho y al cabo de un rato, noté su respiración muy pausada y tranquila.

[...]

Estaba en la cocina, preparando una gran ensalada para que Jen y yo pudiésemos comer bien. Había puesto la mesa, hasta configuré la televisión para que el Netflix funcionara más rápido.

Subí a mi habitación, entre mis sábanas, ella dormía plácidamente y sin enterarse de nada de lo que ocurría a su alrededor. Yo la llevé aquí una hora después de que se durmiera en mi pecho.

- Jen, despierta, hay que ir a comer - le susurré, no me gustaba despertarla pero ella debía alimentarse.

- ¿Jungkookie, eres tú? - su voz sonaba débil y apagada. ¿Qué le pasaba?

- Soy yo, Jen. ¿Qué te pasa? ¿Por qué tu voz suena rara?

- Dormí bien, Kookie, eso es todo.

Destapé un poco su cuerpo con delicadeza, ella estaba tan cansada que no quería moverse.

- Llévame en brazos, Kookie - dijo, y suspiró.

Eso hice, la cogí en brazos y la acerqué a mi rostro para poder mirarla.

- Jen, ¿qué te ocurre?

- Mi cabeza duele mucho, lo siento por que tengas que cargarme, yo...

- No importa - la interrumpí, poniendo mi índice entre sus labios.

La llevé en brazos hasta la cocina, donde la senté en una silla y le di un vaso de agua junto a una pastilla.

- Kookie, en verdad eres el mejor chico del mundo - suspiró -. Disculpa, es que no me suele doler la cabeza, y cuando me duele, suele dolerme un montón. Siento haberte dado molestias, la próxima vez...

- Yo haría lo que fuera por ti - volví a interrumpirla, decidido, y ella me miró atónita.

- Gracias - sonrió apenada.

Yo me senté a su lado y yo mismo me encargué de darle su comida. Ella al principio se negó, pero más tarde dejó que yo lo hiciera. En verdad se veía tierna.

- Lo hice yo, ¿te gustó?

- Sí, estaba muy bueno, muchas gracias por ser tan atento, Kookie.

Sonreí, ahora me tocaba comer a mí, y Jennie seguía con dolor de cabeza. La recosté en mi pecho e intenté que se relajase. Mi posición para comer no era la más cómoda ni adecuada, pero mientras ella estuviese bien, eso era lo que realmente importaba.

[...]

Había terminado de comer hace rato, eran las cinco, y ahora acababa de entrar a mi cuarto con Jennie en brazos. Ella se veía mal, aunque luchaba para estar bien. La tumbé en mi cama y me tumbé con ella, la arropé y la abracé contra mi cuerpo para proporcionarle calor.

Destino  -  Jenkook -  [ CONCLUIDA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora