Capítulo XXXIV

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POV HYUNA

Estábamos de camino al instituto hablando animadamente con Lisa. En verdad me avergonzó que Hope le contara eso a Lisa pero de alguna manera o de otra acabaría por enterarse de que, gracias a que ella propuso juntar nuestro grupo con el suyo, ahora estaba viviendo con Hope y eso era lo que realmente me gustaba.

Pero, a la vez, me parecía horriblemente extraño que, en menos de una semana, esté viviendo con mi amor platónico desde hace como tres años.

- ¡Buenos días a todos! - un sonriente Tae nos asustó a los tres, quienes estábamos en círculo hablando.

- Hey, TaeTae - Hope le revolvió el pelo, yo le saludé chocando mi mano con la suya y Lisa cruzó miradas de complicidad con él.

- Quería quedarme en casa, pero mi mami no me dejó - Tae hizo un pronunciado puchero.

- ¿Sigues diciendo "mami"? - se burló Hope -. ¿Para cuando madurarás? Ya no eres un bebé.

- Ah, hyung - Tae golpeó su brazo con el puño, haciéndonos reír a Lisa y a mí.

- Déjale, es tierno - rió Lisa, y Tae también rió pero de manera extraña, como si estuviera poseído. Hope y yo nos miramos pícaramente.

Decidimos entrar cuando vimos a Jin, Sehun, Jisoo, Jihyo y Nam de lejos. Ellos nos saludaron alegremente cuando nos vimos y finalmente cada uno fuimos a nuestras correspondientes clases.

- Oye, ten cuidado - me dijo Hope, sujetando mi mano antes de dejarme en mi aula -. No quiero que te pase nada.

- No seas tan protector - reí y me despedí con la mano.

POV JIMIN

Llevaba más de media hora allí dormido, pero me desperté cuando un golpe resonó por toda la casa. Sonó como si hubieran azotado un tablón de madera muy dura contra una pared desgastada.

Me asusté, pues no era usual que en casa de hyung se provocaran ruidos repentinos (en la de hyung y en la de todo el mundo), y me hice bolita en la cama, asustado y con ganas de que hyung viniera y corriera a abrazarme y protegerme de cualquier malo que haya entrado en la casa mientras me susurraba que todo iría bien.

- ¡Jiminnie! - bramó una voz ahogada en un desconsolado llanto.

Era la voz de hyung.

Me levanté de la cama a toda prisa y bajé las escaleras casi tropezando. Allí me encontré a Yoongi hyung, de rodillas en el suelo y llorando a lagrima viva.

- ¡Hyung! - le llamé, alarmado -. ¿Qué le ocurrió, hyung?

- Jiminnie - pudo decir, débil, y me abrazó intensamente. Noté unas fuertes convulsiones y unos casi agónicos sollozos de su parte, acaricié su espalda.

- ¿Qué le ha pasado, hyung?

- Lo siento tanto, Jiminnie - sollozó en medio de un desconsolado llanto -. Soy un idiota...lo siento por haberte golpeado, fue un impulso, Jiminnie...perdóname, perdóname, perdóname...Jiminnie, eres lo único que tengo, que le den a ese estúpido teléfono - me enseñó su teléfono, funcionaba bien -. Por favor, Jiminnie, perdóname...

- Hyung, está bien - sentí cómo mis ojos se aguaron al ver a mi hyung así de mal, pero los apreté -. Te perdono, hyung, pero no llores - le abracé nuevamente, pues él no era una persona que llorara con frecuencia.

- Pégame, Jiminnie, quiero que me pegues y que sepas que estoy arrepentido de esto - miró la herida de mi labio.

- No creo que esa sea la solución. Más bien, yo diría que esta es la solución - le besé, sorprendiéndole.

Destino  -  Jenkook -  [ CONCLUIDA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora