Capítulo X

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POV JIMIN

Abrí los ojos con pereza, pues los rayos mañaneros indicaban que era hora de levantarse, pues ya había clases. Realmente me daba pereza ir al instituto, pero debía ir si no quería que mi madre se enojara conmigo. Me incorporé y me destapé, pero caí en la cuenta de que estaba en casa de Yoongi hyung. Pegué un saltito sobre mi sitio, y pude ver el bulto a mi lado.

Allí estaba Yoongi, con una camiseta blanca de manga corta, que le quedaba algo ancha, y unos pantalones azules anchos. Tenía el pelo revuelto, la boca entreabierta y en su camisa se transparentaba algo su pecho. Respiraba profundo y a veces suspiraba. Señor, no puedo seguir mirando a mi hyung así, no me queda otra que despertarle.

- Hyung, despierta, ya son las siete y diez - anuncié moviendo su hombro.

- Jiminnie, llámame a y cuarto - respondió con voz ronca.

Suspiré y cubrí su cuerpo con las sábanas. Me dirigí a la puerta y salí en dirección a la cocina; ya allí, hice un jugo de naranja para mí y un café para mi hyung, el adoraba el café. También hice una tostada para cada uno untada en chocolate para mí, y mermelada de arándanos para mi hyung, a él le gustaba mucho el arándano. Más tarde, subí a la habitación de mi hyung, quien seguía dormido.

- Hyung, son las siete y veinte. Venga, despierta, hay que irse en treinta.

- Jimin-ah, retrasa el reloj - se quejó mi hyung.

- Hyung, es jueves. Te queda hoy y mañana y ya podrás dormir todo el fin de semana.

Yoongi al fin abrió los ojos y se levantó con pereza. Se estiró delante de mi y se acercó para agarrarme del brazo.

- Vamos Jiminnie - sonrió.

Sus sonrisas eran tan escasas, sobre todo hacia mí, que me contagié por ella. Salimos de su habitación y bajamos a la cocina, y mi hyung, al ver el café y la tostada, abrió los ojos como platos.

- ¿Lo has hecho tú solo, Jiminnie?

- Si, hyung.

Hyung rió y me dio un animado abrazo, impropio de él por las mañanas. Después se sentó y olisqueó su café.

- Huele muy bien, Jiminnie. Gracias, pequeño, definitivamente eres el mejor.

Sonreí por su comentario y me senté en frente de él para tomarme mi jugo y mi tostada de chocolate. Miré a mi hyung, quien saboreaba el café con el ceño fruncido.

- ¿No...no te gusta, hyung? - pregunté, asustado.

- Jimin, ¿qué estudiarás? - cuestionó.

- Yo...no sé hyung.

- Hazte camarero, es el mejor café que he probado Jiminnie.

Se levantó a hacerme cosquillas, a lo cual yo me retorcí y caí encima de él por error.

Nuestras miradas se conectaron, pues estábamos muy cerca el uno del otro, y mi mirada se posó en sus finos y rosados labios. Lamí los míos y devolví la mirada a los ojos de mi hyung.

- ¿Qué miras, Jiminnie? - sonrió coqueto.

- Yo...nada hyung - me sonrojé ante su comentario.

Rió divertido y me sentó de nuevo en el sitio. Me plantó un beso en la frente y me revolvió el pelo.

- Disfruta de tu jugo - me dijo.

Asentí avergonzado, y bebí de mi jugo para mirarle otra vez. Ahora estaba mirando su móvil, con sus ojos de felino entrecerrados. Sorbió su café y suspiró.

Destino  -  Jenkook -  [ CONCLUIDA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora