Capítulo XLVI

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POV YOONGI

Cuando llegamos a casa, Jimin no quiso verme a la cara y se fue a la habitación de invitados. Yo no insistí, pues sabía que había hecho algo mal que le había perjudicado así que prefería dejarle solo para que se tranquilizara.

Me senté y saqué mi teléfono, estuve revisando mis redes sociales pero de repente se detuvo toda función y una llamada entrante de mi padre iluminó la pantalla.

- ¿Diga? - disimulé, ni modo de llamarle papá después de toda la mierda que dijo de mí.

- Buenas tardes, Yoongi.

Su tono era frío y distante, pero yo no me inmuté de su manera de hablar. Fruncí el ceño.

- ¿Qué quieres?

- Tu ex pareja ha venido a nuestra casa reclamando que quiere volver contigo de inmediato.

- Mándala a tomar por culo, ¿a mí qué me cuentas? Tu casa, tus problemas.

- ¿Sabes? ¡Estoy hasta las bolas de que siempre seas igual! ¡¡Exijo ahora mismo que rompas tu relación con el marica que tienes como novio y que vuelvas con Han Hye-Suk!!

- Me vale cuatro vergas, esa zorra no me merece. ¡Y ni de coña voy a romper con Jimin por ella, y menos por ti y tus gilipolleces! - usé un tono frío e insultante.

- ¡¡Min YoonGi!! ¡¡Eres la única persona de mi familia que puede crear mucho dinero con el trabajo!! ¿Y piensas estar con un maricón que no puede tener hijos para que el apellido Min no sea famoso en Corea? ¡¡Tienes que obedecerme, soy tu padre!!

- ¿Obedecer a un gilipollas que priva mis gustos y no me respeta? Ya, claro, ahora mismo. Padre eres para lo que te da la puta gana.

- ¡¡Te estoy mandando algo y debes hacerme caso!!

- ¿Y qué piensas hacer? ¿Golpearme, enviarme a la cárcel, pegarme un tiro?

- ¡¡YoonGi, exijo que...!!

- ¡Vete a la mierda!

Colgué, muy enfadado, y encendí la televisión de muy mal humor.

- Yoongi, no hagas tanto ruido - era de las pocas veces en que Jimin me llamaba así.

Le miré, él ya no lucía molesto pero se notaba que el ambiente era tenso y distante.

- Perdón - murmuré, odiaba pedir perdón, sobre todo cuando estaba cabreado.

Él me miró un momento y luego se dio la vuelta para subir otra vez las escaleras. Yo suspiré cubriendo mi rostro, pensaba que él vendría y me preguntaría que qué me pasaba. Era un estúpido.

- Mierda, Min, eres un gilipollas - en mis venas corría rabia, mucha rabia.

Empecé a golpear con dureza mis piernas, maldiciendo por lo bajo. Ahora, a Jimin no le importaba lo cabreado que estuviera. Quería escribir algo, me había venido una inspiración rara y rabiosa. Me levanté y me puse una sudadera negra, color que pegaba conmigo siempre. Subí las escaleras para decirle a Jimin que me iría a la empresa del padre de J-Hope.

- Pequ...Jimin - carraspeé, tratando de pasar por alto mi error -, voy a la empresa del padre de Hoseok. Si necesitas algo, llámame.

- No te vayas - abrió los ojos desde la cama, yo seguí mirándole -. No quiero estar solo, si quieres componer ve a tu estudio.

- Te da igual porque vas a estar solo en tu habitación.

No volvió a hablar, sino que cerró los ojos y acomodó un poco su cabeza en la almohada. Suspiré y salí de la habitación, había un algo que me impedía dejar a Jimin solo. Entré en mi habitación y levanté con esfuerzo el colchón de mi cama. Una vez lo conseguí mantener de pie, agarré la caja que tenía allí escondida y la abrí para coger un paquete de tabaco, un cenicero y un mechero. Después guardé la caja donde estaba, coloqué el colchón en su sitio y salí de mi cuarto.

Destino  -  Jenkook -  [ CONCLUIDA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora