Capítulo XXXVIII

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POV JENNIE

Estaba cómodamente apoyada en el hombro del pequeño conejito al que amaba, cuando mi teléfono empezó a sonar indicando una llamada. Hasta ahí no había problema, excepto que tenía una canción de Jungkook como tono de llamada.

Menos mal que está dormido.

- ¿Papá?

- Hija, ¿tardarás mucho en casa de Jeon? Me gustaría organizar todo lo de mañana ya que mamá se va al supermercado dentro de nada.

- No le llames así - reí -. Y sí, en quince minutos estoy allí.

- Está bien, espero que no te tardes demasiado, mamá suele ser bastante rápida a la hora de hacer la compra.

- No hay problema, papá, en seguida estaré allí.

- Adiós, mi amor.

Me despedí y guardé mi móvil en el bolsillo de mi pantalón. Después volví a apoyarme en el hombro de Kookie, no me apetecía nada irme.

- Escuché tu tono de llamada - me dijo, con esa tierna voz adormilada.

Enrojecí, él se había percatado de que yo tenía Euphoria como tono de llamada. Justo en la nota alta que hacía en el último estribillo, la cual lograba ponerme los pelos de punta.

- Si te molesta que tenga tu canción como tono de llamada, puedo quitarla. Es que me gusta la canción, lo siento.

- No me importa, al contrario, me agrada saber que al menos a alguien le gustan mis canciones.

Y a quién no le gusta tu voz de ángel.

- ¿Debería sentirme orgullosa? - reí, levantándome de él y acomodando un poco mi pelo.

- Supongo - se encogió de hombros -. Si quieres, te llevo. Es tarde y hace frío, además, de tu casa a la mía se tardan quince minutos andando y es en ese tiempo en el cual le prometiste a tu padre que estarías allí.

- ¿Por qué? - le miré, era imposible que tanta perfección cupiera en una persona.

- ¿Por qué, qué?

- Eres tierno - le sonreí, repitiendo de nuevo esa cualidad suya que siempre le recordaba.

También me sonrió con esos dientes de conejito, se levantó después de apagar la televisión y nos fuimos en su coche. Bueno, en el de sus padres.

[...]

- Cuídate, ¿vale? - le recordé -. En cuanto llegues a casa, mándame un mensaje o llámame. Si no lo haces, iré yo misma para verificar si estás bien. Ve despacio, ¿de acuerdo? Aún eres joven.

Rió, yo también era joven pero siempre solía decirle comentarios de ese estilo.

- Noona siempre tan preocupada - sonrió muy tiernamente, yo correspondí a su gesto -. No te preocupes por mí, llegaré bien. Pásalo bien mañana con tu madre, felicítala de mi parte y descansa mucho.

Piqué su mejilla y me acerqué a él para darle un beso en ella. Siempre notaba cómo él se ponía tímido cuando hacía eso.

- Hasta mañana, Jungkookie.

Bajé del coche y él no arrancó hasta que me vio entrar en mi casa. Tierno.

Pasé dejando las llaves en la mesilla del recibidor y vi a mi padre mirarme desde el fondo del pasillo, pues acababa de salir de la cocina.

- Aunque estaba en la cocina, fue para que no sospecharas de que te vigilo. Te he visto besarle.

Su voz no sonaba dura ni seria, sino divertida y con un deje bromista. Mi padre era como yo; corteza dura por fuera, crema por dentro. Como las napolitanas.

Destino  -  Jenkook -  [ CONCLUIDA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora