EXTRA I

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POV TAEHYUNG

- Venga, que no es tan difícil - reí, mirando a HanMin -. Mira, lo que tienes que hacer es sumar los números de la derecha. ¿Dos más ocho más cuatro?

- ¿Doce? - dijo, mirando sus deditos, sitio en el que había hecho las cuentas.

- Dos más que doce.

- ¡Catorce! - sonrió -. Gracias papi.

- Ahora te llevas una, recuerda.

Me crucé de brazos, echándome hacia atrás, y sin quitar ojo de las cuentas que hacía el pequeño. Iba a hacer que aprendiera matemáticas sí o sí. Miré de reojo a un lado, Lis nos miraba con una sonrisa. Siempre me decía que parecía que era ayer cuando yo le enseñaba matemáticas a ella.

- Tres más cuatro no son ocho - murmuré, regresando la vista a la ficha de matemáticas que le habían puesto de tareas.

- ¡Jo, papá, es que esto es muy difícil!

- Eres igualito que mamá - reí -. Una negada para las mates.

- Oye, no es verdad - se acercó y me dio una colleja de broma -. Al final aprendí y pude pasar los finales con buena nota.

- ¿Gracias a quién, eh? - me burlé, sonriendo.

- A mis ganas de aprobar, por supuesto.

- ¿Tengo que recordarte la videollamada que me hiciste a las tres de la mañana para que te repitiera cómo se hacían los logaritmos y las divisiones por el teorema de Ruffini?

- Sólo fue una duda.

- La videollamada se terminó a las siete y fue porque nos teníamos que ir al instituto.

Se echó a reír y después negó con su cabeza, frotándose los ojos debido a las risas que se había echado. Luego se sentó al otro lado de HanMin, mirando lo que estaba haciendo.

- ¿Cómo vas, cariño? - le preguntó, apartando un mechón de pelo de sus ojos -. Espero que papá no esté haciéndote sufrir.

- Es que es muy difícil, mamá.

- Nueve por tres no son catorce - reí -. Son veintisiete, señorito. Y más vale que aprendas porque tienes el examen a la semana que viene y quiero buena nota.

Lis se susurró algo al oído al pequeño, quien sonrió y la miró con brillo en los ojos. Estuvieron hablando en bajo durante algunos segundos y después me miraron con diversión. Los dos tenían los mismo ojos oscuros y brillantes y eso me encantaba.

- ¿Y bien? - pregunté, curioso.

- Venga, díselo - le incitó Lis, con una sonrisa malvada.

- ¡Vamos a hacerte un examen de matemáticas!

Reí, me coloqué el flequillo y asentí.

- ¿Ocho más novecientos cuarenta y tres menos nueve? - dijo mi hijo mientras Lis le susurraba lo que tenía que decir.

- Novecientos cuarenta y dos - respondí al cabo de algunos segundos.

- ¿Cuadrado de veinticinco menos cuatro?

- Seiscientos veintiuno - volví a responder tras pensarlo un poco.

- ¿Cuál es el logaritmo en base tres de ochenta y uno?

- Qué fácil me lo ponéis - reí -. Hmm, cuatro.

- ¿Raíz a la onceava de dos mil cuarenta y ocho?

- Cuatro - dije, pero después rectifiqué -. No, dos.

- Por último, ¿la tangente de un ángulo de 45º?

Destino  -  Jenkook -  [ CONCLUIDA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora