Capítulo XXXIX

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POV TAEHYUNG

- Te - la besé - quiero - volví a hacerlo - demasiado - concluí, dándole un largo y suave beso, entregándole todo mi cariño.

- No seas así - rió, y se abrazó a mí escondiendo su rostro en mi pecho.

- ¿No me quieres? - hice un puchero, ella rió y se incorporó para besarme tan dulcemente que casi me derretí.

- Sí, pero me haces sonrojar - sonrió al separarse de mí.

- Eso es bueno - reí -. ¿Cómo llegas a ser tan hermosa? Dime tu secreto - acaricié su mejilla despacio y suspiré como un idiota mientras miraba sus ojos oscuros, los cuales reflejaban parte de los míos, y en los cuales relucía un brillo especial y único.

Los dos buceábamos en la mirada del otro como nunca lo habíamos hecho, yo salí de mi parálisis por tanta hermosura cuando ella cerró los ojos para acercarse más y plantarme un tierno beso.

- Te quiero - dijo, y se abrazó a mí para cerrar sus ojos.

Sonreí.

[...]

Miraba atentamente la carne en la sartén, Lis había caído ante el sueño momentos antes y ya era casi la hora de comer. Quería hacer carne con patatas fritas, cosa que a ella le gustaba cantidad. Fruncí el ceño al ver un pequeño cuadro encima de la nevera, allí estaba enmarcada una foto de Lis con otro chico al que no reconocí.

Saqué la foto en papel y miré por detrás para ver si había algún tipo de dato sobre ese chico.

"Mi BamBam♥"

Mi ceño se hizo más profundo. Volví a colocar la foto en el marco y lo dejé exactamente donde estaba. Vigilé la sartén para que la comida no se quemara y de mientras estuve pensando.

¿Quién será ese chico?

¿Será algún familiar?

¿Será su primo?

¿Será su hermano? Pero si ella sólo tiene una hermana mayor...

¿Será su anterior novio?

¿Serán amigos con derecho?

¿Estará engañándole conmigo?

O peor...

¿Me estará engañando con él?

Imposible, Tae, sólo llevas algo más de doce horas con ella.

Emití un sonido extraño por el montón de preguntas que se iban acumulando en mi cabeza y no me dejaban actuar con naturalidad. Aparté la sartén del fogón al ver que la carne ya estaba perfectamente hecha. La serví en un plato grande cuidando de quedar espacio para las patatas fritas.

- Joder - gruñí, pues me había quemado el dedo al poner la sartén en el fregadero.

- Tae, no digas esas cosas - Lis entró a la cocina y me dio un pequeño abrazo por detrás -. ¿Estás bien?

Cogió mi dedo y lo estuvo analizando hasta que descubrió la pequeña quemadura. Le dio un pequeño beso y me condujo al baño. Allí me aplicó una pomada que estaba en su botiquín.

- Deberías tener más cuidado, leoncito - dijo, con voz suave -. No me gusta que sufras.

- ¿Quién es BamBam?

Ella dejó de curar mi herida para mirarme con curiosidad, no veía miedo ni la típica mirada de mierda, me has pillado en sus ojos, lo cual me tranquilizaba.

Destino  -  Jenkook -  [ CONCLUIDA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora