MAGIC STILES

MUERTE, DOLOR Y LLANTO.

Scott abrió los ojos de golpe cuando aún era de madrugada, podía escuchar el viento moviendo los árboles casi con rabia, las ramas se golpeaban las unas a las otras, de haber estado lloviendo el alpha está seguro de que sería una tormenta. 

Observó a un lado e hizo una mueca la ver el reloj en la mesita de noche, solo eran las tres de la mañana, suspiro frustrado y cerró los ojos intentando dormir de nuevo, una rama golpeando rudamente su ventana le hizo saber que eso sería imposible. 

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-- Lo sientes? -- preguntó Peter a Talia a primera hora de la mañana, eran tan sólo las siete de la mañana pero toda la manada ya se encontraba reunida. 

-- Si... la muerte se acerca -- respondió Talia con voz dura, la última vez que un ventarrón como el de anoche había azotado a Beacon Hills la manada Hale había ardido al día siguiente, era como si todos hubieran sido sentenciados, una muerte anunciada, los seres sobrenaturales podían sentirlo, solo esperaba que no fuera la muerte de su manada o la de sus aliados lo que se sentía en el aire. 

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La manada estaba en silencio en la línea del bosque, Lydia los había guiado hasta ahí después de usar sus habilidades de banshee, la manada de Colmar Hills eran la tercera linea de ataque, la Manada McCall eran la segunda linea de ataque y los Sabuesos infernales eran la primera linea. 

-- Crees que saldremos de ésta? -- preguntó Noah al lado de Peter sin despegar la vista del horizonte por donde llegarían sus enemigos. 

-- No lo sé, pero te mantendré a salvo. 

-- No puedes prometer eso, será una batalla y tal vez caigamos todos. 

-- No lo sé, pero si caemos ... caereros juntos -- aseguró el lobo entrelazando sus dedos con los del humano -- gracias por aceptarme en tu vida después de todo. 

-- No eres un hombre que acepte un no como respuesta -- El Sheriff sonrió recordando lo insistente que fue Peter para que aceptara salir con él. 

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Noah se había negado en un principio, él había tenido una esposa, su verdadero amor,  y despues de que ella muriera se perdió tanto en su trabajo y el dolor que lo último en su mente fue intimar con alguien más, después se dió cuenta del pésimo papel que había hecho como padre y quiso enmendarlo volviendo a olvidar el tema romántico, pero entonces había llegado Peter diciendo que él olía a bosque y canela, a seguridad y a hogar... que él olía como un compañero, él se negó, era un hombre mayor, un hombre mayor que no era gay, un hombre mayor que no era gay pero podía reconocer lo atractivo que era Peter Hale, un hombre mayor no gay que se dejó besar por Peter Hale mientras era empotrado en una pared. 

Después de ese beso tuvo que reflexionar, había arruinado muchas cosas en su vida, su hijo no vivía más con él a causa de su testarudez y estupidez y apenas estaban recuperando su relación, pero el beso de Peter Hale... mierda, le había movido más que el piso, incluso horas despues podía sentir el cosquilleo en los labios y la pared contra su espalda, así que fue al cementerio, era casi medianoche y se suponía que nadie podía estar a esas horas en ese lugar, pero él era el jodido Sheriff y su palabra era la ley, habló con Claudia, le contó todo y confesó lo mucho que quería que Hale lo besara de nuevo y se quedo en silencio como esperando la respuesta de su difunta esposa, preguntó si era lo correcto, si no se sentiría engañada, pero todo permaneció en silencio. Recordó sus años en la escuela, Claudia había sido el amor de su vida, pero no su primer amor, ese había sido Peter Kowalski, el chico más atractivo de la escuela o al menos el más atractivo del club de ajedrez.