MAGIC STILES

LOS CHICOS CRECEN.

John Hale Stilinski sentía su estómago gracioso, como si un montón de hormigas hubiera decidido hacer de su estómago un hormiguero, con seis años recién cumplidos era hora entrar a primer grado, no con los bebés del Kinder a los que su papí daba clases, no, él era un niño grande y ese era su primer día en la primaria. 

Podía escuchar a sus papás detrás de él, su papí Stiles le había preparado un sándwich de jamón y quesito y otro de mermelada de fresa y nutella, también le había puesto una manzana y juguito en su termo de Batman, su papá Derek le había abrazado fuerte fuerte y le dijo que todo estaría bien, también le dio una pulsera bonita para que no tuviera miedo. Antes de salir de la casa toda la familia le abrazó deseándole suerte, su tío Scott guardó secretamente una barra de chocolate en su mochila, el tío Jackson le dio diez dólares y todo el verano le enseñó su "sonrisa secreta" su tío Jackson le contó que con esa sola sonrisa él había sido el rey de la escuela y ahora le tocaba a John, su tía Lydia le dió un reloj nuevo para la suerte, uno para niños grandes sin dibujos de bob esponja, pero tenía un triskel, ese iba a ser un buen día, su abuelito Noah le dijo que si alguién era malo con él solo les dijera que todo el departamento de policía lo respaldaba. 

-- Listo? -- John apartó la vista de la entrada y vio a los ojos de su papí, 

-- Si -- John apretó la correa de su mochila de Loki, porque aunque Batman era genial Loki era el dios del engaño. 

-- Si quieres que papá o yo vengamos por ti solo dile a la maestra -- Su papí Stiles se agacho a su altura y le dio un beso en la frente y le sonrió, esa sonrisa enorme que hacía que el sol se sintiera celoso, su papá Derek siempre lo decía y tenía que ser verdad. 

-- Soy grande -- dijo con convicción, se acercó para darle un beso a su papá y también a su hermanito, Edmon sonreía mostrando sus dientes, restregó su mejilla con la de su hermano y entro a la escuela. 

Había un montón de niños, los de su edad estaban llorando, gritando y haciendo ruido, los más grandes los veían feo, como si se creyeran má geniales que él. John vió a su maestra, su papí se la presentó hace unos días. 

-- Buen día señorita Grimm. 

-- Hola John, vamos pasa y busca un lugar -- John asintió y entró al salón, había algunos niños en unos lugares, John escogió uno de enmedio, no hasta delante porque allí iban los nerd y no hasta atrás porque allí estaban los niños problemas, o eso le había dicho el abuelito Peter, en medio, porque eran los mejores lugares. 

-- Te conozco -- Un niño de ojos cafés se acercó a él con una enorme sonrisa, tras él venían un rubio con ojos enormes ojos que le recordaban a los ojos de su hermano cuando quería algo o tenía sueño y también un niño con la quijada un poco desigual -- Eres el hijo Mr. Hale. 

-- Hola -- John sonrió cuando los reconoció -- Soy John. 

-- Yo soy Dylan -- el niño le estrechó la mano -- ellos son Tyler y Daniel, es genial que nos vaya a tocar juntos... porque nunca te vía en salon con tu papá?

-- Estudié en casa -- John se puso un poco nervioso, sus papis le habían chico que no podía decirle a nadie que era un lobito y no pudo ir al Kinder porque cada vez que se enojaba o se emocionaba sus ojos cambiaban, pero ya no, ya podía controlarse incluso entrenaba con sus papás y tíos,  bueno, realmente solo jugaban a las escondidas en el bosque pero su abuelita Talia le dijo que era entrenamiento para familiarizarse con el bosque.  -- Me gusta tu mochila. 

-- Gracias, a mi me gusta la tuya, claro que Batman es millones de veces más genial que los demás. 

-- A mi me gustan las princesas -- dijo tímidamente Daniel y se escondió tras Tyler.