Quiero dar las gracias a los autores de todos los libros que he leído a lo largo de mi vida; a todos los que me han hecho partícipe de sus experiencias vitales, tribulaciones y alegrías; a todo aquel que me ha enseñado algo por pequeño que sea; a todos los que me han hecho ver las cosas desde otra perspectiva; a todas las emociones que he sentido y a los sentimientos en que se han transformado; al dolor, al amor y al gozo que he vivido; a las múltiples sorpresas que encierra la vida y que me llevan a pensar que la realidad siempre supera a la ficción y que cualquier producto de la imaginación es posible; a los lectores de mi primera novela Las frágiles alas de Ícaro por leerla, y a todos los que me han animado a que siguiera escribiendo: «¿Para cuándo tu nueva novela?» Todos y todo han sido importantes para terminar ésta.
No puedo olvidar de estos agradecimientos a mi esposa María Eugenia, pese a que su enfermedad le impide leer el libro y darme sus sugerencias que habían sido tan valiosas e importantes para mí; a mi hijo Luis, publicista y director de cine, por la ayuda que me ha ofrecido para imprimir ritmo a esta historia y por hacerme ver que tan importante como escribir es eliminar parte de lo escrito; a mi hijo Carlos, ingeniero de telecomunicaciones, por aportarme las ideas técnicas de las que carezco; a María Lluïsa Parés, por leer y revisar el manuscrito, y a Nuria Valls, editora de mi primera novela, por todo lo que aprendí a su lado.
El autor
Sant Feliu de Guíxols, diciembre de 2018
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el peso de la nada
RandomEn esta historia, como si de un cóctel ideal se tratara, el autor mezcla ternura, amor, sexo, ambición, éxito, fracaso, obsesión, temor, angustia, reflexión, trascendencia... ¿El resultado? ¡TE ATRAPARÁ!