Los Guardianes de Cianta

CAPITULO 5: MALAS DECISIONES

"¡¡NO NOS DEJAREMOS INTIMIDAR, NO IMPORTA SI ME AMENAZAN O A CUALQUIERA DE USTEDES, NO NOS IMPEDIRÁN LUCHAR POR LO QUE NOS PERTENECE!! ¡¡¿¿QUIÉN ESTÁ CONMIGO??!!"

La voz de Richard es más enérgica que otras veces, y es algo que la gente nota, por lo que están igualmente animados y gritan eufóricamente de manera positiva a la interrogante, Richard utiliza esto para llamar aún más la atención de Víctor Blake.

Richard dirige el megáfono hacia el piso más alto de la Casa de Luz.

-¿OÍSTE ESO VÍCTOR? YO, Y MIS SEGUIDORES, NO TE TENEMOS MIEDO, NO IMPORTA LO QUE ME MANDES, COMO A ESE AMIGO TUYO DE JOHN ANDERSON QUE VINO A AMENAZARME AYER ¡¡¡NO-VAS-A-CALLARMEEEEEEE!!!

Dirige el megáfono al reportero que está debajo de la camioneta donde está parado.

-Y para los medios y la gente extranjera que está viendo esto: QUE SEPAN QUE LA GENTE QUE ESTA DIRIGIENDO CIANTA SON UNOS COBARDES, UNOS DESCEREBRADOS QUE PREFIEREN DARLE DINERO A UN SICARIO QUE A UNA ESCUELA, PERO QUE SEPAN TAMBIÉN QUE LA GENTE DE CIANTA NO SE VA A QUEDAR DE BRAZOS CRUZADOS, QUE SEPAN QUE LA GENTE DE CIANTA LUCHARA POR SUS DERECHOS ¿NO ES ASÍ?

"¡¡¡SIIIII!!!"

La gente está impresionantemente conmovida por las palabras de Richard, sin duda este ha sido su mejor discurso, algo que nadie puede negar, pero en su casa, Amanda, junto a sus hijos, temen que también sea el último.

En la Casa de Luz, Víctor, viendo todo desde la ventana, no podría estar más enfurecido, algo que su hijo aprovecha para echarle en cara, de manera "disimulada", que se equivocó respecto a John.

-Parece que John no es tan buen negociador como creías.

-Sí, lo note. –dice Víctor molesto.

-Si me hubieras dejado actuar esto no estaría pasando, ahora Richard tiene la atención de todos, si sufre algún "accidente" será demasiado obvio que fuimos nosotros.

Víctor solo se queda viendo la ventana unos segundos, reflexionando, luego, habla de manera tajante. -Que así sea.

-¿Ehh? –Dice Malcolm sorprendido.

-Le dimos a Richard una oportunidad, y él no solo la rechazo, sino que me hizo ver mal en frente de muchas personas.

-¿Desde cuándo eso te importa?

-La gente común no me interesa, pero hay otra gente, gente importante, que ahora debe de estar riéndose de mí, pues que el mundo sepa entonces que Víctor Blake no se va a dejar intimidar por un imbécil como Richard Kay. –Víctor suena decidido, aún si lo que tiene pensado es una locura política.

-¿Qué vas a hacer?

-Lo sabrás a su debido tiempo, por ahora solo tienes que hacer una cosa.

-¿Qué?

Víctor voltea a ver a su hijo. -Matar a Richard Kay...