La puerta corrediza de la habitación de control, aquella donde se encuentran Hamilton y Jonathan, se abre, distrayendo a los dos, quien entra es una mujer joven, pelirroja, de pelo corto, con una diadema negra y uniforme gris con líneas negras.
-Sam. -Dice Hamilton, refiriéndose a la chica. -Esta área es solo para personal autorizado.
-También es el único cuarto con una cafetera en esta parte de la base. -Contesta la muchacha dirigiéndose al extremo más cercano del escritorio, donde se encuentra dicha cafetera, ella ya tenía su propia taza, por lo que se empezó a servir café sin consultar a ninguno de los dos.
-Y dijiste que era un añadido innecesario. -Comenta Jonathan a Hamilton con una sonrisa.
-Sí, bueno, parece que se les olvido el detalle de los vasos desechables. -Dijo Sam, quejándose de tener que llevar su propia taza cargando.
-Se llama cuidar el medio ambiente, niña, no me gusta contaminar solo porque me da pereza llevar una taza que apenas pesa. -Dice Jonathan, girando la silla para ver directamente a la chica.
-¿Quién lo diría? -Expresa Sam con sorpresa. -Jonathan el ambientalista.
-Oye, no sé cuánto tiempo me quede en este mundo pero no me interesa verlo hecho un podridero. -Comenta Jonathan con una sonrisa mientras vuelve a prestar atención a los monitores.
-No estás tan viejo. -Aclara Sam antes de darle un sorbo al café.
-No me refería a la edad. -Contesta Jonathan volviendo a ver a Sam, la cual levanta la ceja en señal de duda, con una sonrisa. -Las heridas de bala no vinieron con las canas. -Explica Jonathan.
Sam sonríe, camina hasta topar con la pared, la única que no tiene un monitor o una pantalla pegado, y se recarga en ella mientras ve a su derecha, donde nota seis televisores anchos, acomodados en dos líneas de tres, cada uno tiene un foco de distinto color debajo de la pantalla: Morado, amarillo, verde, rojo, azul y blanco. -¿Quién es Alicia? -Pregunta.
-La de morado. -contesta Jonathan sin voltear a verla.
Sam presta atención a dicho televisor, el cual muestra lo que ve Alicia, quien se encuentra en el edificio, se acerca un poco al marco de la ventana pero la detiene los múltiples disparos de los francotiradores que chocan contra la pared, produciendo que salga algo de humo de esta. -Se nota. -Comenta Sam antes de dar otro sorbo. -¿Y qué hay de los otros? ¿Están cumpliendo las expectativas o ustedes ya se arrepintieron de no meterme en su equipo?
-Son desesperantes pero por ahora no han muerto. -Contesta Jonathan. -Así que supongo que aún tienen utilidad.
Sam vuelve a ver las pantallas. -¿Qué me dices del ultimo? El del foco blanco. -Dice refiriéndose al televisor del extremo derecho, debajo de la pantalla de Jasón, la cual le pertenece al visor de Ray, pero sin embargo, no muestra nada. -¿Ya se murió? -Pregunta.
-No te hagas ilusiones. -Dice Hamilton. -Solo perdimos su señal, la recuperaremos pronto.
-¿Y si no?
-Si no... -Explica Jonathan. -...Yo mismo te haré un traje a la medida para que te calles.
-Gracias. -Contesta sarcásticamente Sam.
-¿Y viniste solo a molestar o...? -pregunta Jonathan.
-No, solo quiero ver el espectáculo. -Expresa Sam, volviendo a ver las pantallas, tomando de su taza de café.
De vuelta en el fraccionamiento, Jasón, resguardado en la espalda del Guardián 5, dispara su pistola de rayos. Una ráfaga eléctrica recorre todo el camino desde la boquilla del arma, pasando por encima de la cabaña, hasta entrar a uno de los grandes cuadros del edificio que tiene en frente, es entonces cuando impacta en un francotirador, paralizándolo durante unos segundos, electrocutando y finalmente, haciendo que caiga desmayado en el suelo del piso en el que se encuentra.
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Los Guardianes de Cianta
ActionDespués de décadas en un régimen, el país de Cianta se vio liberada del yugo del ex-presidente Victor Blake, ahora un prófugo de la justicia. Es el deber de 6 personas, todos con problemas personales contra el crimen, encontrar a este hombre y lleva...