Capitulo 17: El Reclutamiento

21 2 2
                                    

Ya llegada la tarde, en Light City se estaba llegando a una de las partes más importante de un plan, más específicamente, en una base de operaciones, una en la que se encontraba Hamilton. Él estaba en una sala de armas, rodeado con fusiles y demás artefactos pegados en las paredes y en mesas de trabajo. Estaba viendo algunos componentes para armas en una de las muchas mesas metálicas que se encontraban en la sala. Su concentración se vio interrumpida por una carpeta llena de hojas que cayó en la mesa, justo en la parte donde él estaba viendo. Hamilton agarra la carpeta y voltea a ver al hombre que la aventó, Jonathan.          

-¿Qué es esto? -Pregunta Hamilton un tanto serio.

-Los expedientes. -Responde Jonathan

-¿Estás seguro de que ahora es el momento? -Pregunta Hamilton, extrañado.

-El presidente es quien está seguro, eso es lo único que nos incumbe.

-Muy bien. -Suspira Hamilton, quien abre la carpeta, y después de analizar su contenido por un par de segundos, exclama, sin mucho animo. -Pues vamos.

-¡¿Vamos?! -Pregunta Jonathan. -Lo siento, socio, pero aquí hay gente que necesitamos convencer, y yo no soy muy bueno para eso, por si no te diste cuenta.

-Entiendo. -Exclama Hamilton al momento de cerrar la carpeta, para luego apoyar dicha carpeta en el pecho a Jonathan. -Pero aun así vas a ayudarme. -Dice con una sonrisa.

Hamilton se va de la sala, y Jonathan, aunque con algo de enfado, le sigue.

La primera parada de Hamilton es en un barrio bastante demacrado de la ciudad, más específicamente en una pequeña casa blanca de un piso, bastante sucia. Por el exterior pareciera que la casa estuviera abandonada, al igual que en gran parte del interior, exceptuando una pequeña habitación, igualmente de color blanco, en la cual se encuentra un señor de edad media en bata blanca, quien no parece importarle en lo absoluto el lugar tan sucio en el que se encuentra. Este señor, el cual lleva lentes, está encorvado, sentado en una silla de oficina, enfrente de uno de los muchos monitores que se encuentran en la habitación, pues lo que más se destaca de ese cuarto fuera de la inmundicia, es la enorme cantidad de cables, ordenadores y pantallas que se encuentran en ella. El hombre tiene tres ordenadores encendidos, en una esta revisando su perfil en una de sus redes sociales favoritas, en otra descargando música, y en la de en medio, intentando  descifrar la cuenta bancaria de un sujeto.

La "tranquilidad" del sitio se ve interrumpida cuando de la nada un golpe invade toda la casa, es el sonido de la puerta principal cayendo, seguido de una multitud de pasos apresurados. Antes de que el hombre pueda reaccionar, cinco solados entran en la habitación y apuntan sus metralletas a la cara del sujeto, el cual, espantado, no dice nada, solo se limita a seguir sentado en la silla, con las manos en alto y una cara de pavor puro. Es entonces cuando Hamilton llega a la habitación.

-Tranquilos, muchachos. Exclama Hamilton. -Él no hará nada ¿Verdad? -Hamilton le pregunta esto al hombre con una sonrisa un tanto pretenciosa.

El sujeto asiente lentamente con la cabeza, al ver que los hombres bajan las armas, él baja sus brazos y se reincorpora a la silla, viendo fijamente a Hamilton.

-Eres Jason Spockman ¿cierto? -Pregunta Hamilton, viendo su carpeta.

-S-sí -Dice el hombre asustado -¿Qué quieren en mi casa?

-Sabemos lo del banco, te felicito, fue bastante hábil, si hubieras contado con un mejor equipo seguramente jamás te habríamos encontrado. -Hamilton se acerca y pone su mano en el lomo de Jasón. -Mejor suerte para la próxima

-¿V-van a arrestarme? -Dice Jason, bastante afligido

-No sé, eso depende ti.

-¿A qué te refieres?

Los Guardianes de CiantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora