CAPITULO 7: UN ÚLTIMO MENSAJE

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Por suerte, Robert vive en la zona residencial más cercana a la casa de Richard, que también está en Dark City. Los recoge en menos de cinco minutos, pues ambos estaban corriendo a la máxima velocidad posible. Richard ni siquiera puede decirle bien a Robert que es lo que acaba de pasar, no puede contener las lágrimas, ninguno de los dos. Robert los lleva a un pequeño "cuartel" donde están todos los que encabezan las protestas que apoyan a Richard, realmente se trata de una casa con una sala grande que fue convertida en un bar clandestino con mueblería barata. Esto les da seguridad a los dos, llevan a Ray a una habitación cercana para que pueda descansar y le ponen televisión para que se distraiga, algo que obviamente no sucede.

Pasa cerca de una hora para que Richard pueda por fin estar lo suficientemente "tranquilo" para poder hablarles a sus compañeros lo que paso, todos se quedaron en silencio cuando Richard terminó de hablar, como asimilando la noticia, entonces, serio, Robert dice:

-Debes mostrar la grabación.

-¿A quién? –pregunta Richard entre llantos, apoyado en una mesa de bar de madera.

-Al pueblo.

-¿Y cómo mierda hago eso?

-Sabes porque la llaman Light City ¿verdad? Porque siempre hay mucha actividad, incluso en la noche, sobretodo en el centro, donde hay esas pantallas gigantes y esas cosas.

-¿Y eso en que me ayuda? –Dice Richard molesto.

-Yo puedo hackear una de esas pantallas para que muestres el mensaje en frente de todos. Que ellos no se queden impunes de esto. –Dice un amigo flacucho de Robert.

-¿Qué dices? –Pregunta Robert.

Richard sigue llorando, pero se contiene unos segundos, luego piensa las cosas, ahora es un hombre acabado, ha perdido prácticamente todo lo que amaba, a excepción de Ray, aun así la ira le hace hablar.

-Bien ¿Qué tengo que hacer?

Después de ponerse de acuerdo con los demás sobre que hacer, Richard entra en la habitación donde esta Ray. El niño está "viendo" caricaturas, aunque realmente está en la cama recostado llorando con la televisión sonando de fondo.

-Hijo, necesito irme. –Dice Richard seriamente, aún con los ojos enrojecidos

Ray se da la vuelta bruscamente, se para y sigue llorando. –No, papá, no te vayas, no me dejes aquí por favor.

-Conozco esta gente, te cuidaran bien, me quedaría si pudiera pero tengo que irme.

Richard no quiere decirle lo que va a hacer a Ray, no quiere preocuparlo más de la cuenta.

-NO POR FAVOR. –Ray abraza a su padre

Richard se agacha para quedar cara a cara con su hijo, habla con lágrimas en los ojos. -Lo siento, hijo, lo siento mucho... prométeme que nunca serás como ellos, prométeme que seguirás el camino del bien, y que ayudaras siempre que puedas... prométeme que conservaras tu humanidad. Recuerda, hijo, recuerda que una vida no justifica a la otra.

Ray contesta entre lágrimas.

–Lo prometo... lo recordaré.

Richard se levanta, le sacude el pelo a Ray lentamente mientras le sonríe y se va del cuarto dejando a su hijo solo, con gente que no conoce. En una hora todo su mundo ha cambiado.

Sorprendentemente, para ser las dos de la mañana, hay mucha gente en Light City, en especial en el centro, donde aún hay tráfico y la gente camina por ahí, todos, adultos y jóvenes estan yendo a bares y sitios por el estilo. Richard está junto con dos amigos en la azotea de laboratorios "Galaxia", un gran edificio de color gris. Uno de estos amigos, el hacker, prepara el cableado necesario, le explica a Richard que interrumpirán la señal de un anuncio de zesti-cola que está al lado de los laboratorios y que se verá y escuchará todo lo que él haga. Los tres se ponen en posición y Richard da la señal. La brisa de la altura lo relaja un poco, cierra los ojos, inhala profundamente y vuelve a abrir los ojos, está listo para hablar.

Para la sorpresa de la gente que va por ahí, notan como el gran anuncio de refresco se convierte en un hombre en la azotea que les dice:

-GENTE DE CIANTA, SE QUE MUCHOS DE USTEDES ME CONOCEN, SOY RICHARD KAY, UNO DE LOS PROTESTANTES MÁS IMPORTANTES DE NUESTRO PAÍS, HOY VENGO A ESTA HORA A DECIRLES LA VERDAD...

Sus ojos empiezan a enrojecerse y se le está quebrando la voz. -EL DÍA DE AYER UN HOMBRE VINO A UN CAFÉ DONDE ESTÁBAMOS MIS AMIGOS Y YO. EL DIJO QUE VINO DE PARTE DE VÍCTOR BLAKE, DIJO QUE TENIA QUE PARAR MIS PROTESTAS O ASESINARÍA A MI FAMILIA... Y LO HA HECHO. HACE DOS HORAS, MALCOLM BLAKE ENTRÓ A MI CASA Y MATÓ A MI HIJO. QUIERO QUE LA GENTE SEPA QUE FUE EL GOBIERNO QUIEN ME AMENAZÓ. –En ese momento alza su teléfono y lo enseña ante la cámara. -Y AQUÍ TENGO LA PRUEBA.

La gente está extrañada, y pese a las horas tardías, los noticieros no tardan en llegar, la grabación se está reproduciendo. Robert está en "la base" junto con unos amigos viendo lo que pasa a través de un televisor arriba de la mesa de bar de madera.

La grabación lleva cerca de la mitad de reproducida cuando una camioneta negra llega y tres personas se bajan de ella, son Malcolm y sus secuaces armados, los cuales entran en los laboratorios rompiendo el cristal de entrada. Van subiendo deprisa por un elevador que está cerca, todo esto lo graban los medios y Robert lo ve, nota que a su amigo de toda la vida le queda poco. La grabación ya casi ha terminado y los hombres de Malcolm se bajan del ascensor y suben las escaleras hacia el tejado.

La grabación concluye.

-¿LO VEN? ¿VEN LO COBARDES QUE SON? SON UN RÉGIMEN.

En eso rompen la puerta de la azotea, Malcolm dispara y asesina a los amigos de Richard y después lo golpea en la cara tirándolo a él y al micrófono. Ya en el suelo de la azotea vuelve a golpearlo en la cara una y otra vez, después lo agarra con los dos brazos.

Richard está adolorido pero aún puede gesticular palabras. -Eres imbécil, ahora todo mundo sabe lo que hicieron. –Es lo que exclama con un poco de alegría.

-¿Adivina qué? -Dice Malcolm con una sonrisa en su cara. -A mi padre ya no le importa, y tú serás el perfecto ejemplo del porque...

Malcolm arrastra a Richard hasta que queda en la orilla.

-¿Por qué?... ¿Por qué hacen esto?... solo quería ayudar a la gente, solo quería hacer las cosas de manera justa. -Exclama Richard viendo a Malcolm a los ojos.

-Si, lo sé, te querías hacer el héroe y mira como salió eso, déjame decirte algo. –Malcolm acerca a Richard un poco más hacia él. -Trataste de vivir como un héroe, bien, ahora muere como uno.

Malcolm arroja a Richard. Las cámaras notan como va cayendo, por suerte para los espectadores, la multitud que se formó alrededor de los laboratorios hizo que las cámaras no pudieran captar el momento exacto en el que Richard se desploma por el suelo. Pero el sonido lo dice todo, seguido de los gritos de las personas alrededor, algo imposible de digerir, algo que devasta a Robert. Después, Malcolm agarra el micrófono y le dice a la gente:

-Y que esto quede como una prueba de lo que le haremos a las personas como él, así que a nadie se le ocurra venir a protestar mañana o los guardias no serán tan amistosos, ESTO YA NO ES UNA DEMOCRACIA, como dijo nuestro amigo que está pegado en el suelo: ¡¡ESTO-ES-UN-REGIMEN!! Buenas noches jajaja.

Malcolm suelta el micrófono haciendo que caiga del edificio, luego da una patada a la computadora que estaba transmitiendo la señal, cortándola, dejando todo en un silencio extraño y fúnebre.

Robert miraba todo por el televisor, no lo podía creer, su amigo de toda la vida había muerto, no sabía qué hacer, pero entonces recuerda:

-¡RAY!

Robert corre hacia la habitación donde estaba Ray, abre la puerta estrepitosamente solo para notar que el niño había cambiado la programación a las noticias y lo había visto todo. El pequeño está paralizado, las lágrimas recorren sus mejillas como cascadas. Robert lo abraza y le dice:

-Descuida Ray, yo voy a cuidar de ti, voy a asegurarme que nada malo te pase, te lo juro por mi vida.

Ese día un buen hombre murió, un hombre que hizo el máximo de los sacrificios para intentar hacer de este un lugar mejor, ese día murió mi padre, y hoy voy a vengarlo...

Los Guardianes de CiantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora