TERCERA PARTE: LOS GUARDIANES capitulo 16: El trabajo de una vida.

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Cinco meses. Cianta ha cambiado en ese tiempo, pues fue hace cinco meses que el señor Joseph Hopkins llegó al poder. El cambio ha actuado de manera positiva en la población de Cianta, realmente Hopkins ha puesto sus ganas y energías en acabar la desmedida corrupción de Cianta.

Sin embargo, poco o nada le importa esto a Ray, al menos no en este momento, pues ahora se encuentra en una misión más importante, trascendental y prioritaria: comprar comida para almorzar.

Ray está caminando por la acera de una calle cerrada, ubicada cerca de su casa. La razón de que esta calle se encuentre temporalmente "clausurada" es debido a la gran fila de puestos de todo tipo ubicados en esta. Esto es algo que se repite cada lunes de la semana. La mayoría de estos puestos se sostienen por fierros de metal y lonas gruesas para resistir el viento, algunos de estos venden desde productos de limpieza hasta alimentos, como pueden ser fruta, verdura, carne, etc. Otros venden comida rápida o ropa de marca y durabilidad dudosa, entre otras cosas. Después de pasar por un mar de gente y un calor casi sofocante, Ray llega a un puesto de chicharrón, a lo que pasa a preguntar:

-Buenas tardes ¿Me podría dar medio kilo por favor?
-Claro que si, joven, aquí tiene una muestra. -Tanto Ray, como el vendedor, tienen una forma de hablar un tanto particular, la razón de ello es el simple hecho de que, en el lugar en el que viven, suele habitar gente que proviene de la parte sur de Cianta, donde el acento, y muchas veces, el idioma, es considerablemente diferente que el de la parte central del país, donde se encuentra Dark City.

Ray agarra un pequeño pedazo de chicharrón que el señor le da, éste se lo come en lo que espera que el señor termine de cortar, embolsar y darle el pedido. Cuando Ray voltea hacia un puesto que vende fruta y verdura, ubicado al lado, Ray ve a Natalie, por lo que dice su nombre, ella escucha, y después de voltear a varios lados para ver quien la llamó, saluda a Ray, en el acto ella recibe su pedido, por lo que, después de pagar, pasa a donde esta Ray.

-Hola, Ray. -Dice Natalie con su dulce voz.
-Hola ¿Qué haces? -Pregunta Ray.
Mi mamá me mandó a comprar unas cosas para una sopa que está haciendo. -Hasta ese momento, Natalie no se había percatado que el puesto donde estaban era de chicharrón. -¿Tú vas a hacer algo? -Pregunta Natalie, refiriéndose a si usaría el chicharrón como ingrediente para una receta.
-No, solo pensaba comérmelo y ya. -Dice Ray con una sonrisa.
Natalie responde igualmente con una sonrisa. Después de un segundo de silencio entre ellos, Natalie ve los brazos de Ray,  para luego darle un pequeño golpe en el antebrazo derecho. -Estas más flácido. -Dice Natalie, riéndose un poco.
-¿En serio? -Ray ve sus músculos.
-Si. -responde sonriendo ¿Por qué? ¿No has... -Natalie susurra un poco. -...trabajado?

-No. -Ray también habla en voz baja, aunque, por el sonido, tanto de los puestos como de la gente, no ocupa susurrar. -Por el momento no parece ser necesario, al principio, con este tal Hopkins, tenía mis dudas, pero, realmente ha estado cumpliendo con lo que prometió, está sacando a cuanto corrupto de poca monta ha habido. Realmente parece que es capaz de hacer el trabajo, creo que, por el momento, se lo dejaré a él.

Natalie incluso abre los ojos de la sorpresa. -¿En serió? -pregunta. -¿Le dejaras el trabajo de... toda tu vida?

-bueno, hasta ahora no he podido demostrar un caso de corrupción suyo o de sus allegados. Y en cuanto a los que estaban en mi lista, él se ha estado encargando de ellos. Él tiene los medios para hacer el trabajo mejor de lo que yo podría, así que, hasta que tenga la seguridad de que algo no está bien con él o con lo que hace, supongo que sí.

El Dueño del puesto le habla a Ray. -Aquí tiene, joven, serian treinta unidades, por favor.

Ray recibe la bolsa con el chicharrón con la mano izquierda y con la derecha hurga en su bolsillo del pantalón para agarrar el dinero. Durante esa acción, Natalie se quedó viendo directamente a Ray, como dudando de la decisión que está tomando. Una vez que Ray termina de darle el dinero al señor, Natalie le habla

Los Guardianes de CiantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora