Capítulo 40: La Presentación

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Es la tarde del día siguiente a la reunión privada de los Guardianes. El día parece un poco nublado. La gente de Light City ha sido convocada a las afueras de la Casa de Luz por un importante comunicado que el presidente Joseph Hopkins va a dar. La multitud se conglomera frente a un escenario fuera de las rejas de la residencia presidencial. Entre dicho escenario y el público se encuentran unas vallas resguardadas por policías. La gente parece estar entusiasmada, pues están contentos con el cambio de presidente; y cuando se dio la noticia de que éste daría un comunicado importante, los ciudadanos lo tomaron como una celebración; mucha gente, de hecho, aplaudían y felicitaban a Joseph por su desempeño en el poco tiempo que llevaba como presidente, aun si todavía no se encontraba en el escenario. En cuanto a los periodistas, que estaban justo al frente de las vallas, se encontraban dando la nota sobre el suceso, creando expectativa entre la población que se quedó en sus casas, preguntándose qué es aquello que el presidente quiere comunicar.

El escenario cubre toda la entrada principal de la Casa de Luz. Éste se encuentra hecho de tablas de madera, pero alfombradas con una tela blanca para que se vea más elegante. En medio de este escenario hay una carpa roja; en la mitad descubierta se encuentra un atril en el que el presidente dará el comunicado en cuestión. Dicho atril tiene debajo una segunda alfombra, la cual es roja y larga, que recorre todo el camino del escenario hasta las escaleras más cercanas, las cuales llevan a una parte de la calle custodiada por varios oficiales, pues será el lugar por donde llegará el presidente. Curiosamente, todo el camino de la alfombra, desde la calle hasta el escenario, se encuentra tapado para el público con una gran tabla de madera pintada de blanco. En el lado cubierto hay un podio largo, el cual será usado por los Guardianes en la presentación. Pero por ahora se encuentran sentados en él.

Todos tienen los trajes puestos, a excepción de Pace, quien solamente porta su malla detectora de movimientos, pues su gran y pesado traje se encuentra encima del podio. Al lado de esta armadura están Ray y Alicia acurrucados; Chester también está sentado, tomando rápidamente de una botella de agua; Jasón, al lado de Chester, se encuentra tapándose la cara en señal de cansancio; y Reed está acostado y con los ojos cerrados, al lado del podio, con los cilindros de gas de su traje a un lado; siendo Pace el único que se encuentra parado, dando vueltas alrededor del escenario de forma lenta. Ninguno tiene una pizca de alegría en su cara, y eso se explica fácilmente con el hecho de que están crudos, por lo que la cabeza les duele y los sonidos provenientes de afuera no les ayudan para mejorar su estado de ánimo. Hamilton, vistiendo un smoking, intenta ver cuánta gente hay a través de la cortina rojiza, la cual no es poca. Jonathan, quien también tiene un traje elegante, estando al lado de Hamilton, nota esto y hace un comentario al respecto.

-No me digas que tienes pánico escénico.

-Tú y yo ni siquiera saldremos en cámara, Jonathan. Sólo quiero ver cuántos son.

-No necesito verlos para saber eso, Hamilton. Solo con escucharlos me doy una idea. –Dijo Jonathan con disgusto.

Hamilton veía de forma borrosa a la muchedumbre que se encontraba animada. -Toda esa gente cuenta con nosotros para mantenerlos a salvo ¿No es emocionante?

-Yo sólo quiero que los hijos de puta se callen por un segundo. –Expresó Jonathan mientras ponía su mano en su frente.

-¿Te duele la cabeza?

-¡Por supuesto que sí! ¿A ti no? Creo que bebiste más que yo.

-Je, un poco pero, bueno, no me importa. Hoy es un día especial. –Sonrió Hamilton al enderezarse. -¡Chicos!

Los Guardianes dirigen su cansada mirada hacía Hamilton.

-Hoy serán presentados al público. A partir de ahora su vida va a cambiar. Lamentablemente no puedo asegurarles que será para mejor, pero entiendo que si todos están aquí es porque, en mayor o menor medida, confían en esta causa, y están dispuestos a luchar por ella ¿no es así?

Los Guardianes de CiantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora