Capitulo 26: Sin Policía Bueno

11 1 0
                                    

Hamilton y Jonathan se encuentran platicando mientras están sentados en un vagón vacío del metro que recorre el perímetro de la base subterránea, pero este es diferente al que se encontraría en una ciudad, pues era más chico y un poco más lento, con un diseño similar al de los tren bala. La conversación de los dos hombres gira en torno al cuartel o laboratorio que encontraron en aquel extraño complejo departamental.

-Le di la orden al escuadrón de que sólo resguardaran la entrada a la base pero que no bajaran, no arriesgare hombres sin antes saber que hay ahí. -Explica Jonathan

-¿Estás seguro de que no había otra salida por la que la mafia Oriental pudiera escapar? -pregunta Hamilton.

-Hicimos un sondeo en todo el complejo, el único punto hueco en el suelo es la cabaña.

-¿Crees que haya más de esas cosas? -Cuestiona Hamilton haciendo referencia a la abominación que Knight encontró en el cuartel.

-Quién sabe, creo que lo averiguaremos una vez que conversemos con nuestros dos nuevos amigos.

En ese momento el tren se detiene en lo que parece ser una estación.

"Llegamos a: centro médico"

Es lo que se escucha viniendo de una voz femenina pero robótica proveniente de alguna bocina del "tren".

-Bien, ¿Cómo hacemos esto? -Pregunta Jonathan.

Hamilton reflexiona. -... ¿Qué te parece si para ahorrar tiempo yo me encargo de este y tú de nuestro nuevo amigo samurái?

Jonathan le hace una seña a Hamilton, como si le cediera el paso. -Adelante. -Exclama, Hamilton se levanta, teniendo una carpeta en la mano derecha, se dirige a la puerta, cuando está a punto de salir Jonathan lo interrumpe. -Aunque si solo somos uno, no podremos jugar al policía bueno y malo.

-Hoy en día ¿Quién tiene paciencia para ser el policía bueno? -Sonríe Hamilton antes de bajar.

Jonathan le sonríe de vuelta. -A la sala de detención. -Ordena Jonathan al vehículo, el cual cierra sus puertas y comienza a moverse. Hamilton ve al tren subterráneo alejarse antes de darse media vuelta y entrar al ala médica.

Una puerta se abre, es Hamilton, entra a la habitación donde se encuentra el mayordomo, el cual está, obviamente, acostado en la cama, con una pierna levantada y enyesada, producto del salvaje ataque de Knight hecho para inmovilizarlo. El mayordomo ve a Hamilton entrar, hace una cara de extrañeza, nunca lo había visto, entonces Hamilton comienza a hablar en un tono suave y amigable. -Buenos días. -Dice mientras se acerca. -¿Cómo estás? ¿Dormiste bien? ¿Necesitas que te acomoden la almohada? ¿Ya desayunaste?

-¿Qué quieres? -Pregunta el hombre agresivamente, algo que Hamilton responde con una expresión de molestia.

-Odio decir esto. -Exclama Hamilton ya estando al lado del Mayordomo. -pero Jonathan tiene razón: ser amable no sirve. -Hamilton levanta su mano y la deja caer en la pierna enyesada del Mayordomo, este grita con fuerza producto del dolor del impacto, como si fuera poco, Hamilton aparte agarra la rodilla y comienza a frotar sus dedos en ella como si la estuviera masajeando, cosa que, debido a que ahí es donde está la herida, le causa aún más dolor al pobre mayordomo. Después de unos segundos de esta pequeña pero dolorosa tortura, Hamilton levanta la mano. -Para la próxima, un "estoy bien, gracias" es suficiente.

-¿Qué-qué quieres de mí? -Dice el Mayordomo con molestia.

-¿Recuerdas al sujeto que te hizo esto?-Hamilton le da un pequeño piquete con el dedo a la pierna del Mayordomo, haciendo que este haga un pequeño pero notorio gesto de dolor. -Bueno, resulta que tiene algo así como una cámara, y gracias a él tomamos estas fotografías, quiero que las veas. -Hamilton extrae de la carpeta unas fotos de la otra base subterránea, mientras hace esto se sienta en una silla al lado de la cama donde se encuentra el hombre, entonces le enseña la primera imagen al mayordomo. -Primero tenemos esta foto de la base, tengo que admitir que la decoración me gustó bastante, pero bueno, queremos saber cómo llegar ahí.

Los Guardianes de CiantaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora