betrayed

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Betrayed

5 de enero

Cuando hace dos días Nico se quedó hasta el final de la clase de natación, supe que algo andaba mal.

Tuvimos una charla complicada, pero que nunca llegó a ser una discusión. Nico me pidió que dejara de tontear con Jake si no lo quería: alguno de los dos iba a terminar herido. Yo le pedí que dejara de preocuparse tanto por mis relaciones.

—Ya quisieras tú que me preocupara más por tus relaciones —Había dicho, con una sonrisa arrogante.

Había decidido hacer que mi amor por él fuera su principal motivo para molestarme. Estaba cobrando venganza por todos los años en que lo molesté con Percy, y yo no podía hacer nada al respecto.

Al final habíamos llegado a un acuerdo: yo no besaría a Jake, y él aceptaría que fuera su amiga.

Nuestros acuerdos tienden a no durar mucho.

Me pidió que fuera a buscarlo al terminar la clase de esgrima que impartía los sábados por la mañana, y eso había hecho. Cuando llegué a la arena, me sorprendí al ver la cantidad de gente que estaba congregada allí. Alcancé a ver la cabellera de mi mejor amigo entre las cabezas de los demás, y alguien de baja estatura estaba frente a él.

Era bastante común que hubiera enfrentamientos entre el hijo de Hades y los pequeños de su clase. La principal razón era para poder enseñarles a partir de la práctica, pero varias peleas ocurrían debido a la poca resistencia que Nico tenía por los retos que le proponían.

Me quedé afuera del círculo de gente unos minutos, hasta que me di cuenta de que algo no iba bien.

Nico estaba utilizando su espada en lugar de las de práctica.

Avancé entre la gente a través de empujones. Contuve la respiración al notar como todos los chicos y chicas a mi alrededor estaban sudando muchísimo.

Llegué hasta adelante solo para darme cuenta de que quien estaba arrodillado en el piso, el supuesto chico pequeño, era Jake. Nico no estaba teniendo ningún tipo de piedad, y lo único que había mantenido al rubio con vida era su capacidad de enlentecer el tiempo. Así, podía adivinar los siguientes movimientos de mi mejor amigo.

Negué con la cabeza antes de acercarme más.

— ¡Nico!

Pero mi voz quedó acallada entre los gritos de los presentes, y Di Angelo procedió a seguir atacando. Al desviar la mirada, los ojos miel de Jake se posaron en los míos por unos segundos, llevándolo a cometer un error.

Le llevó quizá demasiado tiempo apartarse, y la espada de Nico rozó las puntas de su cabello claro. Apenas se dio el contacto, los mechones de cabello tocados se oscurecieron varios tonos, y el hijo de Jano se desmayó.

Empujé al chico de cabello negro a un lado antes de tomar la mano de Jake. Mirando alrededor en busca de una sombra, estiré mi pierna hasta colocarla dentro de la silueta de Nico en el suelo, y desaparecí con el rubio en mis brazos.

No estaba permitido irrumpir en plena enfermería. Por ese motivo, aparecí en la puerta misma del lugar.

— ¡Will! ¡Kayla! ¡¿Hay alguien ahí?!

Unos segundos más tarde, la puerta fue abierta por una hija de Apolo que aún no conocía.

—Buenos días, soy Liz. ¿Puedo ayudarte con algo? —Su mirada se desvió a mis pies, abrió grande los ojos, y volvió a verme—. No respondas eso. Ven, ayúdame.

how we grew;; di angelo [ES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora