how we grew;; di angelo [ES]

daydreamed

Este capítulo contiene escenas explícitas, oficialmente recomendadas para personas de 17 años o más. Lean bajo su propio riesgo. Es probable que en los siguientes capítulos haya alguna escena subida de tono también. No lo voy a señalar en cada una de las partes, porque sería básicamente decirles lo que pasa en el capítulo antes incluso de que lo lean. Espero entiendan esta decisión. En el caso de que alguien se sienta incómodo, pido disculpas, pero recuerdo que, originalmente, la historia está categorizada para mayores de 16 (lo que no significa que menores no la puedan leer, sino que significa que no deberían haber confusiones).
Sin más que decir, disfruten ese cap que muchos querían 💛

Daydreamed

Madrugada del 7 de enero

Tomé sus manos y Nico me ayudó a levantarme. Nos quedamos unos segundos parados uno frente al otro en el medio de su cabaña. La luz estaba apagada, pero el fuego que crepitaba en la estufa iluminaba la habitación lo suficiente.

Al parecer mi mirada era demasiado intensa; demasiado verdadera, dado que Nico apartó sus ojos de los míos.

—Hmm... ¿quieres empezar? —murmuró.

— ¿Qué se supone que haga? ¿Cómo debería empezar?

Sus mejillas adquirieron un poco de color.

—Usualmente comienza con un beso.

Asentí mientras llevaba mis manos a los lados de su rostro, y lo obligaba a mirarme. Le dediqué una de las sonrisas más cargadas de afecto que se había formado en mis labios, y él me devolvió una sonrisa pequeña. Seguidamente, elevé un poco mis talones, y uní nuestros labios.

Al principio fue un beso suave; tierno, quizá. Nico llevó sus manos a mi espalda, y movió sus labios al mismo ritmo que los míos. Nunca me cansaría de aquella boca tan malditamente perfecta.

Sin previo aviso, sentí cómo su lengua se mezclaba entre nosotros, y entendí que tenía que abrir mi boca un poco más. El beso se volvió un poco más profundo y desenfrenado. Mis manos  pasaron a la parte trasera de su cabeza y lo atraje más hacia mí. Nico soltó un gruñido al sentir como tiraba de su cabello. Una de sus manos apareció en mi cuello, obligándome a ponerme en puntas de pie para lograr besarlo desde un mejor ángulo. Solté una risita al sentir sus intentos de acercarme a él, y separé nuestras bocas unos segundos.

—Tomaste alcohol —susurró, mirándome a los ojos.

Me encogí de hombros.

—No sería la primera vez que bebo por tu culpa.

—Eres una idiota, Sam. No voy a hacer nada si estás borracha.

Rodé los ojos.

—No lo estoy. Leo me dio un shot de algo luego de rogarle que me permitiera tomar alcohol, pero nada más —Planté un beso corto en sus labios y le guiñé un ojo—. Solo necesitaba un empujoncito de confianza.

Él se mordió el labio, provocando que mi mirada se enfocara en ello.

—Voy a matar a Leo.

—Yo voy a matar a Will.

— ¿Por qué?

—Porque tus besos con lengua son lo mejor.

Sin más preámbulos, volví a unir nuestros labios, sintiendo entre medio una sonrisa en la boca de mi mejor amigo. Esta vez, el beso era definitivamente más apasionado que antes. Las manos de Nico volvieron a mi cintura, y dando algunos pasos torpes logró recostarme contra la pared. Llevé mis manos a las suyas y lo guié hasta mi trasero, apretándolo levemente para que supiera lo que quería. Luego volví mis brazos a su cuello, y sin avisarle, di un pequeño salto que entendió perfectamente.