Wished
Madrugada del 25 de diciembre
—Deja de comportarte como una niña.
— ¡No lo estoy haciendo! —exclamé. Enseguida me di cuenta de mi falta de madurez—. Lo siento —Él puso los ojos en blanco—. Pero es mentira. No debes decir mentiras.
Pasó las manos por mi cintura e intentó apartarme. Fui más rápida y me pegué a su pecho, pasando mis brazos por detrás de su cuello, y quedando a unos centímetros de distancia.
—Jake no me quiere —dije—. Yo no lo quiero a él. Te quiero a ti.
— ¿Por qué son novios, entonces?
Me encogí de hombros.
—No lo somos. Yo te amo a ti. Me di cuenta hace unas semanas, cuando te vi decirle a Will que lo amabas —expliqué. La expresión de Nico iba cambiando hacia una de pena. Al parecer, se estaba dando cuenta de que estaba diciendo cosas que no debería decir—. No puedo estar contigo —seguí. Pasé mi mano derecha por su rostro, acariciando sus labios con mis dedos —. No puedo besar tus labios, ni tocar tu cuerpo sin que te alejes —La misma mano ahora descansaba en su pecho—. Por eso estoy con Jake. Hago con él lo que no puedo hacer contigo, y él hace conmigo lo que él quiere también.
Nico se relamió los labios, y alejó un poco su rostro de mí, pegándose a la pared.
—No deberías dejar que él te use de esa manera.
— ¿Y debería dejar que tú me uses de esa manera? —pregunté. Él negó con la cabeza—. Yo dejaría que tú me uses de esa manera.
—Estás ebria, Sam. Deja de hablar. Ve a dormir.
Fue mi turno de negar.
—Te amo.
—Yo no.
Sacando mi labio inferior un poco, y frunciendo el ceño, logré sacarle una pequeña sonrisa.
—Eres una idiota.
Sonreí yo también.
—Te amo, Nico —repetí, acercándome más a su rostro—. Te amo, te amo, te amo.
Él alternaba la mirada entre mis ojos y mis labios, y lentamente movía la cabeza hacia los lados.
—Esto está mal —susurró.
Terminé con la distancia y junté nuestras bocas. Nos movimos al mismo ritmo, y decidí que los labios de Nico no los podría reemplazar nunca por los de Jake.
Sus brazos se envolvieron a mi alrededor, y mis manos tironearon de su cabello.
Eventualmente nos separamos, y una risita se escapó de mis labios al verlo abrir sus ojos desde tan cerca. Sus labios estaban más rojos que lo normal, y un poco hinchados. Me acerqué de nuevo para depositar un beso corto sobre su boca.
—Te amo, Neeks.
Él rodó los ojos como siempre, pero una sonrisa pequeña dominó sus labios.
—Ve a dormir, Sam.
—Duerme conmigo.
Nico mordió su labio inferior, cansado. A mí me pareció un gesto sumamente sexy.
—Te ves bien cuando haces eso.
Tomándome desprevenida, me quitó de encima de él y me acostó a su lado. Seguidamente se recostó junto a mí, y se giró para darme la espalda. Sin pensármelo mucho, pasé por encima de él y me coloqué del otro lado, para tenerlo de frente. Nico soltó una risita.
—Eres imposible.
Tomé su brazo y lo pasé por sobre mi cintura. Él mismo se encargó de acercarme a su pecho.
—Vamos a perdernos los regalos.
—Yo ya tengo mi regalo —susurré.
Depositó un beso en mi frente.
—Feliz Navidad, Sammy.
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how we grew;; di angelo [ES]
FanfictionSobre cómo Nico di'Angelo y Samantha O'Connor crecieron, y mantuvieron el vínculo que tantos años les costó conformar. Segunda parte de 'how we met'.