Me pongo una pijama que me da Grace, para que su mamá no se de cuenta que no pasé la noche en su casa. Justamente ahora se fue a comprar un poco de despensa para el desayuno.
Me acuesto en la cama de Grace y me cabeza me punza por la maldita resaca que me provoque al tomar como si no hubiera un mañana.
-Llamando a tierra Maddie. Llamando a tierra Maddie. - Grace agita su mano en mi cara
-Houston, tenemos un problema, el meteorito Ethan afecto gravemente en tierra Maddie. - dice Amelia usando en mi contra el hecho de que les dije su nombre.
-No estaba pensando en él, estúpidas. - digo a regaña dientes.
-No, no, no, no, no, necesito los detalles jugosos, que solo me dieras el maldito nombre no me dice nada. - dice una desesperada Amelia. - Te va a traer mal como a mi Liam.
-Si, dinos que pasó. - agita mi brazo Grace.
-No pasó nada, olvidenlo. - bufo.
-Deja de ocultarnos cosas, Maddie. - me señala Mel y la veo indignada.
-Te quito la virginidad y nos lo niegas. - se cruza de brazos mi amiga castaña.
Me tallo mis ojos tratando de controlar mis impulsos de darles con una silla para que me crean.
-Literalmente, solo dormimos en la cama. - me siento y Mel entre cierra sus ojos.
-Es raro. - me observa. - Es muy raro que si te crea.
-Sabes que, dinos que paso cuando estes lista. - pongo mis ojos en blanco y Grace continúa. - Veamos algo o escuchemos algo.
-Yo digo que veamos algo. - habla mi amiga rubia y yo me estoy durmiendo sentada. - Madison Longwell, despiertate, hija del señor.
-Estoy despierta, estoy despierta. - bostezo y niegan ambas.
Bajamos a la sala y la mamá de Grace también entra a la casa y la saludo. Es una señora muy agradable y amable conmigo y con Amelia. Es como otro hogar para nosotras dos.
Ponemos música mientras hacemos hot cakes en la cocina de la mamá de Grace. Mientras Rolling in the Deep resuena en toda la casa, yo estoy preparando la mezcla de hot cakes junto con Amelia.
Cualquiera pensaría que haríamos un desastre, pero no fue así. Los hot cakes quedaron perfectos, redondos y esponjosos como nos gusta a las tres y supongo que a cualquiera.
La música me tranquiliza y hace un poco menor el dolor de cabeza que traigo desde ayer que vomité como poseída, según Ethan.
La noche de ayer, en realidad es curiosa, pero era de esperarse. Dos ebrios teniendo sexo no siempre resulta bien y menos si no se conocen.
Vuelvo a la realidad y me siento en la mesa para empezar a desayunar con mi par de locas, las cuales aún no me creer que no me haya acostado con Ethan. Sé que me van a molestar toda la semana con eso, al menos la que sigue.
-Todavía no me creo que te hayas ido del lugar con un extraño. - habla Amelia.
-Y yo menos, es algo que hace el alcohol. - niego. - No me permitan tomar demás de nuevo.
-Lo pensaré, Maddie. - dice Grace con una sonrisa en sus labios. - Hasta que seas honesta y me digas que paso entre tú y el grandioso Ethan.
-Bueno, pues yo ya se los dije, no fue nada.
-Ya, deja a la diablilla y que su secreto la consuma. - habla Mel.
-¿No que me creías? - entrecierro mis ojos.
-Es que es raro para mí que tú y ese hombre no hayan hecho nada de nada. - niega metiéndose un bocado de sus hot cakes con miel.
-Bueno, quizás solo nos besamos, pero no hubo nada más.
Nada más que risas.
Mis amigas deciden olvidar el tema de Ethan por el momento y mejor disfrutar nuestro desayuno hecho por nosotras.
***
Una vez que llega James, nos vamos a casa caminando.
-¿Y tu carro? Estoy segura que tu tienes uno, hijo favorito. - digo y se ríe.
-Le di un leve rayón. - comenté y me sorprendo.
-¿Tú? Pero si manejas de maravilla. - digo sarcástica.
-Si, si, burlate, pero yo si tengo auto. - me da un golpe con sus dedos en la frente.
Me tallo mi frente mientras James se ríe.
-¿Qué tal Taylor? - lo veo y se tensa. - Ya llevan más de dos semanas y eso ya es mucho.
-Decidí alejarla. - alza sus hombros. - Quizás sea lo mejor.
-Estás idiota, ella me agrada.
-A mi igual, pero dame tiempo.
-¿Vas a liberar al ganado? - me río y asiente.
-Quizás si, quizás no. - sigue caminando. - Pero ya veré que hago. ¿Conociste a alguien ayer?
-No sé, no me acuerdo. - miento. - Eso de que haya mucho alcohol en el sistema no es bueno, por eso no tomes.
-Claro, corriendo te hago caso. - bufa. - Pues es claro Maddie, si tomas mucho estarás en un estado cómodo al momento pero al día siguiente ganas de callarlos a todos, al menos yo así soy.
-Si, al parecer yo también. - digo y ambos reímos.
Somos mellizos después de todo, tenemos algunas maneras de ser muy parecidas pero hay diferencias que son muy evidentes.
Llegamos a casa y mi mamá está limpiando la sala, lo cual se que me dirá que la ayude.
-Toma. - me dice mi mamá y no me niego a agarrar la escoba.
-No, no, no, James tu también. - grita mi mamá al ver que mi hermano se subió a toda velocidad. - No me importa si te crees uno de esos chicos malos, tu vas a barrer esta casa también.
-Señora, por favor. - baja James rogándole a mi mamá.
-Señora tú y tus canciones, ándale, ándale. - mi mama pone sus manos en sus caderas. - Hagan algo productivo.
Me río al ver a mi hermano barrer, una de tantas razones por las que amo a mi mamá. Me da risa como limpia todo molesto pero no se niega.
-Pareces ceniciento. - me burlo y me ve mal.
-Ya verás cuando traiga ratas a limpiar, ahí si puedes decirme ceniciento.
-Conociéndote, buscarás a esas ratas. - me río y él igual.
-No lo dudes. - dice mi papá al bajar.
-Se supone que me deberías ayudar. - James niega.
-Se supone, hijo. - le palmea el hombro.
Me contengo la risa y James y yo seguimos limpiando hasta que da la hora de la comida y los cuatro salimos a un restaurante cercano a la casa. Yo solo me dedico a recordarle a mi hermano de que es ceniciento.
Me divierto demasiado molestando a mi hermano, siento que nací para eso y me encanta.
_____________________________Ratas de limpieza, claro que yas.
BESITOOOS
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Dos Chicos, Un Amor (+18) #DCUA1 ||TERMINADA||
JugendliteraturPenúltimo año de preparatoria. Pleno despegue de la juventud, el inicio de las mejores fiestas, amistades inolvidables y momentos inolvidables. Tan solo una fiesta, una noche y varias bebidas cambiaron la vida de Madison Longwell. Solo era una fies...