Mi Pareja Destinada (EnnoxTana) {Omegaverse}

Capítulo 20

Yui se quedó molesta, quería al menos un beso de Ennoshita, no es que el la besara en el pasado, pero no perdía la esperanza. Una vez que se fue Ennoshita, Yui subió a hablar de Omega a Omega con Tanaka.

-- Hola, soy Yui – toco la puerta que tenía seguro -- ¿puedo pasar y hablar?

Tanaka no respondió, así que tuvo que bajar y vio a Narita en la sala revisando su computadora. Se sentó a su lado, pero él la ignoro, o al menos eso trato de hacer, ya que la Omega empezó a querer ver sobre su hombro.

-- ¿Qué deseas? – le pregunto molesto Narita.

-- Explícame que se traen esos dos – dijo muy seria Yui – si no me equivoco ese cuarto huele a sexo, pero no vi ninguna marca en el omega y Chikara no tenía ese olorcito a Alfa enlazado.

-- Él es su destinado y coincidentemente es el asesino de todos esos Alfas sospechosos de ser mafiosos. – Le dijo sin dejar de mirar su laptop.

-- ¿Su destinado? – Se levantó del sofá – sobre mi cadáver, apenas regrese Chikara la que tendrá sexo salvaje y se enlazara seré yo.

-- Te sugiero que no lo intentes – por primera vez mirando a Yui – ese Omega mato a 10 alfas, estoy seguro que podría con una Omega.

-- Pero el me juro casarse conmigo...

Siguió quejándose y llorando sobre que ella era mejor para Chikara, que era la única que lo conocía de verdad. Mientras en el cuarto de Tanaka, este estaba tan molesto que considero bajar a la cocina y buscar el mejor cuchillo y usarlo con la otra Omega.

-- Maldito Chikara – dijo Tanaka mientras buscaba algo de la ropa de su Alfa en la maleta – maldito celo, tendré que tomar mis supresores especiales – abrió uno de sus frascos y lo bebió de un jalón – mmmmm no sé si será suficiente – tenía ya un ligero calor en el vientre, así que bebió otras dos botellas, el triple de lo normal – bien, iré a la cama y creo que esta playera de él me servirá.

Se metió a la cama con la ropa de Chikara en su cuerpo, lo relajaba, el que se tuviera que ir lo puso muy triste, aunque él jamás lo admitiría en voz alta. Empezó a quedarse dormido, se imaginó en un cuarto vacío de color negro. Solo olía a sangre, el piso lo sentía pegajoso, de repente una luz brillante cayó sobre él, haciendo que tuviera que cerrar los ojos. Fue cuando vio el piso, estaba cubierto de sangre. Se quedó asustado, sobre todo porque vio esa sangre emanando de su vientre. Miro un poco más al frente y vio una bosa roja, se quedó blanco cuando noto que era un útero, para ser exactos SU útero. Y en la puerta de ese cuarto estaba Ennoshita con un traje de novio color negro.

-- Eres inservible, aun si eres mi destinado no me puedes dar hijos – lo dijo con un tono de voz frio que calo los huesos de Tanaka.

-- Espera, esto... -- no sabía que decir, ya que era cierto, era inservible ya.

-- ¿Qué haces mi amor? – Yui entraba con un vestido de novia, donde resaltaba una gran panza de embarazo – el juez nos espera para casarnos, después iremos al hospital para dar a luz a tus hijos.

-- ¿Qué? – Ryuu no podía creerlo – ¿Ella te dará un hijo?

-- Hijos, -- respondió Ennoshita abrazando a Yui – ella si es una buena Omega, así que adiós, nada más me hiciste perder el tiempo.

-- Espera... ¡Espera! – Ryuu quiso caminar pero el dolor de su vientre no lo dejo y miro como con horror al hueco en su vientre.

Ryuu abrió los ojos asustado y sudando. Fue un sueño aterrador para él. Nunca había considerado el casarse o tener hijos, pero este sueño le mostro como inconscientemente no había perdido la esperanza de que si lo pudiera lograr. Toco su vientre y le tranquilizo sentirla completa. El calor del celo se había acabado completamente, los medicamentos habían funcionado. Se levantó y fue al baño para vomitar, quería sacar de su interior las drogas especiales. Después de devolver solo agua, reviso la hora de su reloj, las 4 am. Tenía miedo de volver a dormir, así que empezó a revisar otra vez la maleta de Ennoshita, le gustaba el olor de su ropa, sobre todo porque solo olían a él, no se imaginaba que hubiera pasado si olieran a otra persona. Así se la pasó hasta que dieron las 8 am, fue cuando por fin decidió bajar para almorzar algo. Pero al entrar a la cocina se arrepintió inmediatamente.