Salí cerrando la puerta tras de mi, recargando mi cuerpo en ella con impotencia. No podía creer que luego de diez años de creerla muerta, ahora que por fin la había recuperado la estaba perdiendo nuevamente.
Me sentía incapaz, un completo incompetente que no pudo proteger como debía a mi propia hermana...
Verla en esa cama, tan quieta, tan inmóvil me partía en dos...
Suspiré una vez más, tenía que mantener la cabeza fría, yo no era el único que estaba sufriendo por ella y lo sabía muy bien, mi cuñado Iván se consumía poco a poco, día con día al no ver a Isabella despertar. El no renunciaba a ella, a tener la fe de que algún día ella abriera sus ojos, se aferraba al echo de que ya había aceptado que si tenía que morir lo hiciera, pero cuando firmó esos papeles y procedieron a desconectar todas las máquinas que la mantenían viva, ella siguió respirando, su corazón continuó latiendo. Por eso el la trajo aquí, a Italia...
Con la esperanza de que aquí ella volviera a él.- Señor Diaz, su cuñado pregunta si puede verle en los viñedos.
Dijo la muchacha deteniéndose a mitad del corredor, noté que se sonrojada un poco frente a mi, pero realmente yo no hacía nada por causarle ese efecto, por lo mismo no prestaba atención a su infantil enamoramiento. Era una chiquilla y yo no tenía interés en ningún tipo de relación, la única mujer que a mi me interesaba era mi hermana.
No le mire más de dos segundos antes de ponerme en marcha y responderle al pasar.- Voy en este momento, cuide de mi hermana. Sabe que Iván no quiere que esté sola ni un segundo.
Seguí mi camino sin prestar mucha más atención y camine a paso seguro a dónde sabia que vería a mi cuñado, cuando estuve como a cinco metros de el, le vi caminando por el plantío de uvas con la mirada perdida y no pude más que sentirme más culpable si cabía, si... Me sentía culpable, el haber acabado con la vida de ese tipo no limpiaba mis errores, tardé en reaccionar y por eso mi hermanita estaba en esa maldita cama inmóvil desde hacía varias semanas.
Cuándo los ojos de Iván me descubrieron observándolo solo suspiró y puso una afable pero triste sonrisa en su rostro ya caminando hasta quedar a mi lado y hablar mientras me indicaba caminar de regreso a la casa.- Supongo que ya fuiste a ver a Bella...
Dijo con la voz cargada de tristeza.
- Vengo de vuestra alcoba si. Dejé a la enfermera con ella.
- Gracias, sé que quizás te parezca ridículo lo que hago con tu hermana, el que no quiera dejarle un segundo sin alguien cuidando de ella...
Que es tonto pensar que no quiero que despierte y se encuentre sola pero...
- No tienes que explicarlo Iván, se muy bien lo mucho que amas a mi hermana, y pienso igual que tu, cuando reaccione no es bueno que se vea sola...
- Si... En fin...Dijo suspirando antes de continuar hablando.
- Tengo problemas Nahuel, y necesito de alguien de extrema confianza para resolverlos de inmediato. Sobre todo, porque también han causado problemas a Bella en el pasado.
Eso captó mi atención por completo.
- De qué hablas?
- Verás, cuando supe el daño que...
El desgraciado de Facundo causó a Isabella... Como sabes los dos recidiamos en New York, la sede principal de mi empresa de arquitectura estaba ahí. Cuando supe lo ocurrido, cuando Bella me confesó lo que había pasado... Me sentí culpable, me siento culpable... Eso ocurrió porque ella quizo protejer mi empresa, mi patrimonio, incluso mi propia reputación en los negocios.
Pensé que si me trasladaba a Londres con ella, como tenía un proyecto muy importante ahí y la alejaba de New York ella podría estar más tranquila, enfocarse en superar lo ocurrido, recuperar lo que había perdido y volver a ser feliz como yo sabía que ella merecía.
- Todo eso lo sé Iván.Dije sin comprender a dónde quería llegar.
Sin entender de qué problema hablaba.- Lo que no sabes, ni yo mismo sabía hasta hace algunos días, es que la misma noche en que Isabella me confesó lo que había pasado, alguien irrumpió de madrugada en su casa, destrozando el lugar casi por completo. A Bella por fortuna no lograron llegar, les descubrió y se encerró en el baño de su alcoba llamando de inmediato a las autoridades. Yo eso lo supe gracias al detective que llevaba el caso del ataque a Bella, el me visitó en la empresa al día siguiente. Me contó lo ocurrido la noche anterior y esto me llevó a convencer a Isabella de que viniera a quedarse en mi casa mientras hacíamos el traslado de la empresa a Londres. La convencí de que era lo mejor, de que ahí estaría segura y de paso yo no estaría más preocupado de lo que ya estaba.
Por supuesto pensé que ese incidente en su casa tenía que ver con lo de Facundo y su obsecion por dañarla a ella para también dañarme a mi.
- Y no fue así??Pregunté ahora más intrigado por lo que decía.
- Recibí una llamada del detective en New York, al parecer atraparon al responsable de lo ocurrido en casa de Isabella, al presionarlo para saber porque habían ido a por ella el se puso nervioso y confesó que quién lo había mandado a darle un buen susto a mi esposa fue su cuñada, que resultó ser una de mis secretarias hasta ese momento...
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En las llamas de tu piel
Roman d'amourEl amor no era lo que esperaban conocer en medio de malos entendidos, furia y dolor...