Capitulo 27

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Creo que nunca antes en mi vida estuve en una cena tan tensa y silenciosa. Y lo odiaba, pero no podía pretender que fuese de otro modo. Todo esto, toda esta lejanía entre los dos era solo por mi culpa, yo era el único responsable de que ellas no fueran felices como merecían...
Mi cabeza no dejaba de proyectar cada momento a su lado, cada segundo compartido con ella había sido perfecto y sublime, desde la primera vez que fui su dueño todo cambio. Me encantaba pasar cada segundo que tenía con ella, que me hablara de su trabajo de su día... Sus metas....
Amaba besarla y ver lo mucho que se sonrojada con timidez, pero al mismo tiempo se volvía más segura. Me encantaba todo de ella.
Luego de que la primera hora había transcurrido en un hermético silencio no soporte más esta tensión entre nosotros.  Prefería que me insultara a su silencio.

- Espero que fuera de tu agrado todo lo que pedí...

Indique antes de beber un sorbo de mi copa. Mis ojos estaban fijos en ella, en cada delicado y medido movimiento que hacía. Sus ojos no se fijaron en los míos, simplemente asintió dejando sus cubiertos a un lado y soltó con fría cortecia.

- Estuvo bien.

Apreté los dientes por instinto. Sabía que eran sus cosas predilectas, por eso pedí que prepararán ese plato en particular, pero ella todo lo minimizaba.

- Solo bien? Pensé que era tu plato predilecto la lasagña...

Suspiro entre frustrada y molesta y se digno a verme a los ojos para hablar. En su mirada podía ver cuánto le molestaba toda esta situación.

- Que pretendes que diga Nahuel? Quieres que diga que estuvo
" perfecta, Deliciosa!?" Quieres que te agradezca el detalle de que recuerdes lo que me gusta? Eso te hará feliz!? Bien!! Si, estaba todo delicioso, y me encanta el que recordarás el detalle!! Eso te hace feliz!!? 

Podía notar la exasperación en su voz. Y no podía culparla...

- No quiero eso Daniela...
- Entonces que es lo que quieres!!? Que pretendes con todo esto!? 

Dijo poniéndose de pie y avarcando con sus manos el entorno que nos rodeaba.

- Que es lo que quieres de mi!!? Que me imprecione con el dinero que posees? Que me arrepienta de haberte perdido como lo hice!!? NO LO HAGO!! NO ME ARREPIENTO DE LO QUE PASÓ, SABES PORQUE!!? PORQUE YO NO TE MENTÍ!! NUNCA LO HICE, Y NO SE COMO ES QUE ME ENCONTRASTE AQUÍ, NO SE COMO SUPISTE DE MI EMBARAZO, PERO NO ME IMPORTA!! NO VOY A DEJAR QUE ME QUITES A MI HIJA, NO VOY A PERMITIRLO NAHUEL Y TODO TU MALDITO DINERO NO ME VA A DETENER DE LUCHAR POR CONSERVARLA!!
- También es mía Daniela. Esa bebe también es mi hija.

Advertí levantandome también de  mi lugar y acercándome unos pasos a ella, lleve mis manos a los bolsillo del pantalón, porque si no lo hacía...

- Y por eso quieres apartarme de ella!!? Porque eres su padre!!? El que tu creas que te engañe no te da el maldito derecho de apartarla de mi Nahuel, y te lo juro... Antes de que siquiera tengas oportunidad de alejarme de ella tendrás que matarme!! Porque ni por todo el dinero del maldito mundo renunciare a ella!!

Espetó molesta. Pero...
De dónde diantres ella sacaba que se la quería quitar? Eso no pasaría, jamás haría algo semejante. Estaba perdiendo la compostura...

- Nunca dije que eso pasaría Daniela. Solo...
- Entonces que diablos pretendes!!? Que diablos quieres ahora de mi!!? Tanto me aborreces, tanto odias el echo de que me conocieras... Que diablos pretendes ahora!!?
- LAS QUIERO A LAS DOS A MI LADO!!

Grite. Y con eso logré que ella quedara en completo silencio, viéndome con esos ojos verdes repletos de confusión y dolor... Repletos de dudas...

- Quiero que tu y mi hija estén a mi lado, que te quedes junto a mi, que me permitas ser el padre de esa bebe que es nuestra, que...
- No!!

Grito alejándose.

- Estas mintiendo!! Tu solo buscas conseguir alejarme de ella, tu mismo lo dijiste... Si volvías a verme me harías la vida miserable y...

Dos zancadas me bastaron para llegar hasta ella, mis manos la tomaron por los brazos y mi boca silencio la suya con un beso repleto de toda la angustia que sentía. Perdí toda proporción, pero es que volver a probar su dulzura, la calidez de sus labios...

- Te amo Daniela... Y no quiero perderte.

Susurre agitado sobre su boca.

- Se que me equivoque, que mis palabras te hicieron mucho daño... Que no te di oportunidad de explicar las cosas...

Seguí hablando. Sus ojos me veían tan confundidos que me dolía.

- Se que nunca mentiste... Tarde en descubrir que decías la verdad sobre tu hermano... Y nunca podré remediar el daño que te  cause por  no haberte escuchado como debía, pero te Amo Daniela, te amo más que mi propia vida y se que no merezco que me des una oportunidad. Se que destroce tu confianza en mi, que no podrás perdonarme nunca todo lo que te herí. Pero necesito tenerlas en mi vida... Necesito mantenerlas cerca de mi, saber que están a salvo...

Sentía todo su cuerpo temblar. Y no quería que la discusión le causara algún daño a nuestra pequeña. La veia tan pálida...
La lleve con cuidado hasta un sillón y la senté con cuidado, me acuclille frente a ella y limpie esas malditas lágrimas de sus preciosos ojos.

- Daniela no quería alterarte, lo siento en verdad lo siento...
Siento todo lo que te lastime. Llevo meses intentando dar con tu paradero, intentando encontrarlas...
Se todo lo que pasó en New York luego de que me fui, descubrí todo lo que tu familia ha echo contigo y...
Y se que estas escapando de ese sujeto... Por eso te pido que me permitas protegerlas. Esto no se trata ya únicamente de nosotros, es sobre nuestra hija. Es mi deber que ella esté a salvo, que tu y nuestra  bebé...
- Aurora...

Me interrumpió. Ese nombre...

- Se llamara Aurora.

Dijo limpiando una vez más sus ojos y una de sus manos fue de nuevo a acariciar ese pequeño vientre suyo.
Sentí como mi corazón se estremecía...

- Ese es el nombre de mi...
- De tu madre, lo sé.

Suspiro con cansancio y asintió antes de volver a verme a los ojos.

- M prioridad es que ella... Que... Aurora este a salvo, es mi deber protegerla de todo peligro. Si sabes ya todo lo que ocurre no tengo que explicarte lo peligroso que es el... Tengo que...
- Dejame ocuparme de esto Daniela. Dejame mantenerlas a ti y nuestra hija a salvo.

En las llamas de tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora