capitulo 44

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No podía dejar de verlas extasiado de felicidad. Se miraban tan bellas Así...
Mis dos chicas eran hermosas las dos. Dani amamantanba nuestra pequeña Aurora y no paraba de sonreír, es que estaba embelesada con nuestra hija, pero no podía culparle, yo estaba igual que ella. Estábamos hablando de la inminente boda cuando mientras ella alimentaba a nuestra hija Samuel y Nathaniel entraron a buscarme. Por la cara de ambos se que ya no me dejarían demorar más el revisar mi herida.
Sentía el dolor, y sabia que bajo mi chaqueta la sangre seguía emanando y que en cuanto me pusiera d pie Dani se asustaría por la mancha que habría. No quería eso, no quería que volviera a sentir miedo alguno. No ahora que ya nada amenazaba su seguridad y la de Aurora.
Ambos me miraron en silencio, pero respetaron que era yo el que tenia que decir a mi mujer que tenían que atenderme.

- Hermosa...

Le llame. Ella dijo su preciosa mirada de mi sonriendo feliz, pero cuando vio la seriedad en mi rostro se preocupo. Todo en su cuerpo me lo decía, todo en ella me indicaba que sabia que algo malo le diría.
Tome su mano en la mía y la bese para infundirle seguridad....

- No quiero que te asustes Dani...
Pero tengo que ir a que Sam y Nathaniel me revisen y me atiendan.

Empecé a e picar ya intentando ponerme de pie. Sus ojos se oscurecieron y juro que que maldije esa expresion preocupada en ella.

- Que...?

Empezó a decir, pero se callo en cuanto vio la mancha de sangre a mi lado.. Bese sus labios antes de que se alterara y habe sobre estos.

- Te aseguro que estaré muy bien Dani, necesito sus me creas, si. Estoy herido, pero nada malo ocurrirá y muy pronto estaré junto a ti... Tenemos una larga vida por delante preciosa y no pienso renunciar a ella muriendo tan pronto.

Los ojitos verdes de Dani me vieron preocupados, pero intento contenerse de llorar, lo sabia,  lo sentía y me mataba el echo de de preocuparle justo ahora con algo que para mi no tenia relevancia alguna.  No cuando lo mas hermoso e importante estaba frente a mi...

- Nahuel yo...
- Estoy bien preciosa.  Tu cuida de nuestra pequeña Aurora...

Pedí besando su frente.  Estaba ya alejándome de ellas para ir con Samuel y Nathaniel cuando sentí el tirón en la manga de mi chaqueta y volví a fijar mis ojos en mi mujer. Sus ojos brillaban con intensidad y podía ver la verdadera amenaza y el miedo mezclado en su mirada cuando hablo en tono amenazante, haciendo que por instinto apretara los dientes y todo mi cuerpo reaccionara a sus palabras...

- Como se te ocurra morir ahora Nahuel Díaz,  juro que te golpeare tanto y tan duro que no podrás morir,  pero además te aplastare los testículos con una tenaza de pelar cables para que no puedas volver a servir por el resto de lo que te quede de vida.

Advirtió, escuche las carcajadas mal contenidas de Nat y Samuel y yo no pude evitar sonreír por la advertencia de mi mujer...
No, mi Dani no estaba bromeando.

- Puedes estar tranquila mujer,  que no tendrás que aplastarme nada.  Mis testículos y yo no pensamos morir en mucho tiempo. 

Me acerque a su oído y susurre en tono muy bajito, solo para que ella únicamente escuchara mis palabras... 

- Tenemos muchos planes para el futuro mis testículos y yo cariño,  yen todos ellos fu estarás mas que encantada de participar...

                         Fin....

En las llamas de tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora