Tome a Dani en mis brazos sin dejar de besarla como su cuerpo me lo pedía y nos lleve a la alcoba, sin prestar ninguna atención a todo lo demás. La luz de la alcoba era tenue, y eso era bueno porque podría ver, tocar a mi gusto y ver cada reacción de su cuerpo.
La depocite en la cama con sumo cuidado, dejándola de rodilla en medio de ella y me separe apenas un poco de ella, para deleitar a mis ojos con esa perfecta imagen.- Eres perfecta..
Susurre mientras mis dedos se anclaban a las finas tiras de ese camisón y comenzaban a bajarlas por sus hombros, dejando expuesto ante mi todo su cuerpo, mi boca volvió a la suya, mis manos se llenaron con esos senos que parecían echos para ellas, llenandolas de manera correcta, sintiendo lo firmes y suaves que se sentían y logrando que ella se estremeciera.
- Nahuel...
Murmuró jadeando en cuanto mi boca probó y saboreo sus perfectos senos, sus dedos sujetaron mi pelo, en un intento de detener mi exploración por su cuerpo, como si no lograra decidir si seguir o detenerse.
Su cuerpo cedía a las demandas de mis manos, de mis caricias.
Poco a poco la fui recostado sobre las sábanas blancas, recargando con sumo cuidado mi cuerpo sobre el suyo, dejando que el calor de nuestras pieles se fundieron entre sí.
No podía ya contenerme, las manos de Dani paseaban con tortuosa lentitud por mi espalda mientras nuestras bocas absorvian los gemidos que no podíamos contener.
Desquiciado, ya sin poder contenerme aparte rápidamente su pequeña braga negra y juro que mi corazón dio un latido desbocado, tenerla así...
Completamente desnuda, con el cuerpo ardiendo por mis caricias, con sus verdes ojos empañados por el evidente deseo que sentía, era algo sublime, imposible de explicar lo que me generaba. Tan bella que me costaba contenerme de adueñarme de ella como un maldito animal...
Había despertado todos mis instintos más primitivos, lo que reducía casi al mínimo mi poder de control.
No, ya no podía esperar, necesitaba saber que sentiría estando dentro de su cuerpo por completo, sentirla retorcerse bajo mi piel...
Aparte de prisa mi calzado, el pantalón y el maldito bóxer de mi cuerpo y volví a lo que necesitaba, probar sus labios, perder mis manos en su cálida y dulce piel, no tarde en llegar con mis dedos a su intimidad, acariciandole con fervor, descubriendo lo húmeda y lista que estaba para mí. Mi mente dijo que luego tendría que explorar ese lugar con mayor calma, de una manera muy distinta a como lo estaba haciendo en este momento. Pero ahora solo quería fundirme en su interior, sentir como su cuerpo estaba unido a mi..
El gemido escapó de su garganta al sentir mis dedos en su intimidad sin poder contenerlo, sus uñas se marcaron con desesperación en la piel desnuda de mi cuerpo, me acomode entre sus piernas, sin dejar de besar la piel de su cuello...
No tarde en abrirme paso, cuando mi hereccion rozó el calor de su intimidad no pude ya detenerme, tome su boca con un hambre voraz y me adueñe de ella con una firme y fuerte embestida y...
Mi cuerpo, mi mente...
Todo en mi se detuvo por completo, ese pequeño grito, esa tensión de su cuerpo...
No podía ser. Eso no podía ser!!
Mis ojos por instinto buscaron preocupados los suyos, que mantenía cerrados con fuerza, su labio inferior era mordido por sus propios dientes, un intento desesperado por evitar y dejar de sentir ese dolor que mi invasión le ocasionó.
Tarde solo dos segundos en comprenderlo y juro que no supe que hacer...
Tenía que reaccionar, asegurarme de que no la había dañado por causa de mi brusquedad...- Daniela...
Susurre preocupado, una de mis manos fue temblorosa a acariciar su mejilla y hacer que sus ojos me vieran.
- Duele...
Susurro nerviosa. Podía simplemente liberarla de mi intrusión, pero eso no haría nada más que generar una incomodidad en ella que no quería que sintiera.
Solo podía hacer una cosa para borrar de su cuerpo el dolor y era continuar, lograr que se relajara y el deseo volviera a adueñarse de todo su cuerpo.
Bese sus labios de forma suave, concentrandome hasta lo imposible para no moverme antes de conseguir que su dolor e incomodidad remitieran por completo.- Tranquila... Solo relajate, deja que yo me encargue de que se valla..
Dije volviendo a besarle, con mis manos acariciando despacio su cuerpo, saboreando lo perfectos e inocentes de sus labios, sintiendo como muy lentamente su cuerpo por fin volvía a relajarse, como con mis caricias el calor y el deseo volvía a atraparla y lograba que la molestia se fuera.
Gruñi al sentir sus uñas en mi piel y el gemido que escapo de su garganta, todo Su cuerpo por fin se relajó, dejándole sentir plaser, su boca busco ahora la mía con las ansias que el deseo despertaba en ella, solo tenía que esperarla, lo sabía, tenía que esperar por ella, pero era malditamente difícil no moverme, no arremeter...
Era la primera vez en toda mi vida que sentía que no podía mantener el control, es que sentir la estrechez de su intimidad, su calor, su aroma ingresando en todo mi sistema.
No, no podía contenerme...
Y solo habia una manera de asegurarme que no le dañaría. Aferre su nuca mientras mi boca absorbia un nuevo gemido de su garganta y gire nuestros cuerpos dejándola a horcajadas sobre mi, paseando mis manos por ese perfecto cuerpo...
Apreté los dientes al sentir como su cuerpo se estremecía y su intimidad apresandome por completo. Sus ojos brillando, su rostro con ese perfecto sonrojamiento, sus labios hinchados y rojos... Toda ella me tenia por completo consumido. Mis manos se aferran a sus desnudas caderas instandola a balancearse con calma, con suavidad, disfrutando de lo bien que se siente tenerla así, sobre mi...
El ritmo poco A poco fue en aumento, los movimientos de Dani sobre mi más seguros intensos, mi boca no se contubo de saborear sus senos, mis manos de acariciar toda su piel hirviendo...- Quiero sentirte Dani...
Gruñi aferrado a su cintura, moviendome con más fuerza.
- Quiero sentir como te hago llegar al orgasmo...
La intensidad de sus movimientos fue en aumento, logrando arrancar de mi garganta un gemido cargado de plaser
- Eso es, así Dani!! No te detengas...
Dios, eres tan hermosa, tan deliciosa...Senti el momento en que todo su cuerpo se tensaba al estar al borde del orgasmo, mis dedos se enterraron en sus muslos, disfrutando de lo bien que se sentía saberla en la cima.
- Sientelo Dani... Deja que el plaser te absorva...
Sus uñas se enterraron con fuerza en mi espalda, haciendo que embistiera más fuerte más rápido, sintiendo como su interior me apretaba, sintiendo mi hereccion palpitar en su cálido interior, su boca busco la piel de mi cuello, sus dientes mordiendo mi hombro para contener de una manera inútil el grito cuando el orgasmo se adueñó de todo su ser.
Sentirla estremecida, sentir como se fragmentada en mil pedazos sobre mi me llevo a mi propio límite, logrando que me derramara en su interior, logrando que mi corazón latera desbocado dentro de mi, que mi mente quedara impregnada de su rostro lleno de plaser y lujuria liberada, sintiendo como todo dentro de mi se deshacía de forma irreparable y solo existiera ella...
Sentir la fragilidad de Dani me hizo sentir un completo y absoluto idiota.
Si un idiota. Porque no podía dejar de sentirme un adolescente en su maldita primera vez.
Y es que eso había sido Daniela para mi y ahora no lograba encajar en ningún sitio lo que esa simple mujer había despertado en mi...
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En las llamas de tu piel
RomanceEl amor no era lo que esperaban conocer en medio de malos entendidos, furia y dolor...