Capitulo 38

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Cruzar la aquella puerta y abrir aquel lugar donde todo lo que necesitaba era algo que no pensé que tuviera que volver a hacer en la vida. Pero me equivoqué estrepitosamente....
Cuando pedí la baja de la marina española no creí volver a necesitar de todos aquellos recursos.  Pero por Dani tiraría todos los hilos que tenia.  El móvil sonó con un mensaje entrante y no dude un segundo en abrirlo. 

" Estas activo de nuevo. Tienes autorización completa para proceder en la misión.  48 horas de camino despejado.  Suerte"

Estaba por volver a guardarlo en mi bolsillo cuando otro mensaje llego impidiéndome hacerlo. Una imagen, una simple imagen que congelo todo mi ser por un momento...

" Supongo que te gustaría saber que tu hija ha nacido

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" Supongo que te gustaría saber que tu hija ha nacido.  Felicidades cuñado,  tienes una hija muy hermosa. Su salud es completamente perfecta.  Siguen operando a tu mujer.  Termina lo que debes y ven con tu familia. "

No pude respirar por un segundo,  mi pequeña había llegado a este mundo y yo no estaba junto a ella.  Esto era algo más por lo que hacer pagar a ese maldito.  Guardé el móvil,  y me concentre en lo que tenia que hacer. 
Revise cada arma con meticuloso cuidado,  mientas el programa en la computadora rastrean a esa tipa y su paradero.  Me cambie la ropa por una mas apropiada. Revise todo asegurándome de que nada fallara y cuando la pantalla en mi computadora empezó a parpadear sin parar, supe que había localizado a la primera en mi lista. 
Mire los detalles y las imágenes que el satélite había descargado para mi,  estudie cada rincón de aquel plano tridimencionado, cada ventana, cada vía de escape...  
Quince minutos después estaba conduciendo camino a ese lugar donde se había metido la tipa esa.  Ya sabia todo lo que necesitaba saber de ella,  ahora tenía que encararla y conseguir la información  de ese idiota. Habían pasado tres horas desde que mi hija había nacido, y me quedaban 45 de las horas de mi permiso para actuar.  No podía dejar de pensar en mi pequeña hija,  Dani me había dado lo mas importante  en e mundo,  me había convertido en padre y eso llenaba mi corazón de dicha,  pero me dolía no poder estar junto a ellas en este momento. No podía hacerlo,  no aún... Pero lo que tenia que hacer era crucial para poder mantenerlas a salvo. 
Cuando llegue a aquella vieja casa estacione un par de calles más adelante  y e dispuse a cumplir mi cometido.   La ropa oscura que usaba mas a noche cerrada impedían que fuese descubierto antes de tiempo,  llegue a la puerta trasera en completo silencio e ilumine la cerradura para poder abrirla sin tener que tumbar la puerta.  Me bastaron treinta segundos solamente para que la puerta abriera, apague la linterna y me movilice con sumo cuidado por el lugar.  Podía escuchar el TV encendido y a la tipeja hablando molesta por el móvil. 

" Yo cumplí con mi parte,  ahora quiero mi dinero Elías...  Me importa poco que no puedas llegar ahora esa escuincla.  No es mi culpa que esd tipo entrara con ella por sus malditos gritos.  De todas maneras no viviría mas de un par de minutos... 
Que si!!  Cuando salí pitando de ahí ella ya estaba bien  inconsciente, te lo estoy diciendo quiero mi dinero!!
Vale,  te veo ahi en dos horas y te conviene tener todo lo mio porque puedo ir con las autoridades  y decirles que me pagaste por hacerlo..."

Corto la llamada y aventó el móvil sobe el sillón  nerviosa.  Ahora tenía confirmación de que la maldita lo había echo por dinero. Solo me hacia falta saber dnde vería al tal Elías ese.  Estaba seguro que se trataba del tipo que golpee en New York  en aquel café.  Como había llegado hasta Dani después de que ella se fue de New York  era lo que me faltaba por saber.
Cuando la tipa se encaminó al baño espere algún par de minutos hasta que escuche la ducha.  Salí de mi escondite y camine por ese living algo descuidado. Note una pequeña arma de bajo calibre sobre la mesa y la tome para sacarla de juego.  El cenicero lleno de colillas,  el polvo ese blanco sobre un espejo en la mesa y la cantidad de latas de cerveza  vacías tiradas a un costado me decían que no era más que una simple viciosa y adicta.  Vacíe la recámara del arma y volví a dejarla ya sin balas en el mismo lugar donde estaba.  Tome del mugroso sillón el móvil y lo revise buscando lo que necesitaba. 
Había varios mensajes con el idiota ese, en uno de ellos el le especificaba cuanto le pagaría por dejarla fuera de juego,  era claro que tenian controlada a Daniela,  cada vez que iba a la consulta médica el le hablaba y le pedía información.  La teja era una de las limpiadoras de aquella clínica, así pudo avisarle cuando ingreso Dani y el le dijo lo que tenia que hacer y donde le dejaria lo que necesitaba,  la ropa de enfermera, los guantes,  la maldita jeringa y la droga que tenia que inyectarle.  Aunque de eso no tuvo tiempo.  Supongo que Dani le dio pelea y los gritos la llevaron a hacer lo que finalmente hizo.  Apreté los dientes cuando vi en uno de los mensajes que el aclaraba que la quería bien drogada para sacarla de la clínica oculta en uno de esos enormes carros de ropa sucia.
El maldito se la pensaba llevar y jugar con ella antes de que su " socio" ese que le proporcionaba todo el dinero para el plan supiera que la tenian y la matara. 
Gire bruscamente y atrape su maldito cuello en una de mis manos. Creía que no notaría que el agua de la ducha había dejado de correr?  Era una ilusa, estaba entrenado para poder saber lo que ocurría a mi alrededor aunque estuviera ocupado en otro asunto.  Su rostro reflejaba la sorpresa de verse sorprendida , una de sus manos se apretó en mi muñeca pero la otra sostenía el arma que tenía sobre la mesa.  Apreté apenas un poco mas su cuello en mi mano y la obligue a retroceder hasta chocar con el sillón.

En las llamas de tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora