Capitulo 15

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" - Iván, tu sabes quien es Tomás y que tiene que ver con mi hermana?

La voz al otro lado de la línea quedo enmudecida, podía escuchar la respiración pesada de mi cuñado al otro lado. Sabía, Iván sabía quién era ese sujeto.

- Dime que ese idiota no tiene que ver con el asunto de Carol.

La voz de mi cuñado se escucho amenazante, podía jurar que estaba por romper alguna cosa.

- Recibí una llamada de la madre de Isabella, pretende que mi hermana la contacte y le sustente dinero. Y amenazó con ese tal Tomás. Que esta pasando? Quien es ese tipo?
- Saben donde esta Isabella?

Podía notar en la voz de mi cuñado que estaba tenso. Muy tenso. Y eso no era bueno.

- No, cree que regreso a New York. Pero eso lo piensa porque supo que yo estoy aquí. Claramente piensa que si yo vine es por que mi hermana esta en el país y si estoy en esta ciudad ella debe de estar de nuevo aquí. Ese es el pensamiento de Cristina.

Y estaba seguro de eso. Cristina no tenía ni idea que mi hermana no estaba en New York.
Escuché el suspiro de Iván antes de hablar...

- Tomás es el ex prometido de tu hermana Isabella. Se comprometieron por la presión que la madre de Bella ejerció en ella, nunca llegaron ni a acostarse por lo que yo supe. Pero Isabella fue atacada por Facundo un mes antes de la fecha de la boda. Cuando el supo lo ocurrido de inmediato acuso a tu hermana de permitir lo que le habían echo y ella de inmediato cancelo la boda. Yo no supe lo que paso porque como supondrás Isabella no estaba para nada bien luego de el ataque. En mi cabeza y desconociendo lo sucedido en realidad, supuse que el evidente desmejoramiento de  Isabella se debia a la ruptura de dicho compromiso, cuando ella me confesó lo ocurrido fue porque yo le precione para que me dijera lo que le estaba pasando.
La misma noche que Bella me confesó lo que le había echo Facundo, el ex se presentó en su casa, yo le había llevado a cenar, ya que teníamos que resolver que hacer con un proyecto que yo tenía que dirigir en Londres, luego de la cena y de sujerirle a Isabella que viajara conmigo ya que creía que el alejarse de todo, le ayudaría a superar esa pesadilla y podría volver a sentirse segura. Le llevé a su casa y ese tipejo apareció en el momento justo en que yo tenía abrazada a tu hermana porque se había quebrado de tanto dolor que guardaba. El le grito cosas horribles a Isabella me golpeó estando desprevenido. Hice que le detuvieran por agresión, supuse que no volvería a molestarla, pero el día que viajamos a Londres Isabella recibió una llamada de él a su móvil, y este le amenazó con matarle.

Sentía como la carne de mis palmas dolía, ese estúpido había ofendido a mi hermana, le había amenazado con matarla. Lo peor de todo era que todo esto solo ocurría por culpa de Cristina

- Me haré cargo de él, no dejaré que nasa amenace la seguridad de mi hermana.
- Se que lo harás Nahuel, pero ese idiota no me preocupa tanto. Solo es alguien que Cristina cree puede someter a Isabella. Si ella supiera todo lo que ha pasado en estos años con su hija vería que lo que menos podría preocupar a mi esposa es un pusilánime como ese. De todas maneras preferiría que no se enteraran de donde esta Bella.
- No lo sabrán. Pero que ese idiota y Cristina van a tener que pagar por lo que han hecho a mi hermana, lo tendrán que hacer.

Advertí.
Hable algunos minutos más con Iván y luego me puse en movimiento, las horas corrían y sin darme cuenta habían pasado más de las dos de la tarde.
Entre reunirme con el detective Figueroa, seguirle los pasos a esa mujer Carol y comprobar algunas cosas, luego hacer algunas llamadas para conseguir la información que necesitaba de Cristina, el día había corrido. Lo que no pude evitar en todo el dichoso día fue pensar en Daniela...
Mire mi reloj ya subiendo las escaleras, me daría una ducha para relajarme y que pasaran el par de horas que faltaban para que Dani saliera del hospital.
Me fui quitando la ropa por inercia y adentrandome en el baño, abrí el grifo de la ducha y me metí bajo el agua caliente, recarque mis manos en el frío mármol, mirando hacia el piso y dejando que el agua caliente cayera sobre mi cabeza y mi cuerpo.
Tenía la cabeza echa un completo caos, no podía negar que Daniela me atraía demasiado, el que se entregará a mi, el descubrir su virginidad hasta que yo la tome... El porqué no dijo nada respecto a es, arriesgando incluso a que pudiera lastimarle. El sentirme tan bien dentro de ella, sintiendo el calor de su piel adherida a la mía. Y el sentirme tan poderoso al saber que solo yo había probado su cuerpo.
No podía negar que el echo de que yo fuese el primer hombre en ella, el primero en saborear todo de ella y darle el plaser que le di, me gustaba...
Me encantaba si era honesto conmigo mismo
No pude evitar sonreír al recordar su rostro perlado de sudor, de plaser en cuanto el orgasmo le alcanzó. No podía existir algo más bello que ese delicado rostro transformado en plaser, en deseos...  Era lo más bello que había visto. Y me encantó ser el responsable.

En las llamas de tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora