Capitulo 8

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Eran las cuatro de la madrugada, llevaba ya una semana en New York y me había concentrado a pleno en resolver el problema que tenía mi cuñado, contactara con el todas las noches para informarle como iba todo, la verdad era que la cosa se había vuelto algo más complicada, pero yo estaba seguro que lograríamos atrapar a esa alimaña de mujer. Por otra parte ya tenía todo lo que necesitaba para enfrentar a la madre de mi hermana y el detective Figueroa hacia todo lo que en sus manos estaba para hacer pagar a los responsables.
Cada vez que hablaba con él o iba a las dependencias de la comisaría me sentía tentado por preguntarle si había vuelto a ver a Daniela, si le había llamado. No entendía lo que me pasaba, pero no podía sacarla de mi cabeza en ningún momento. Me arrepentí por supuesto de no haberle pedido su número de teléfono.
Pero no podía hacer mucho más. Era seguro que ella siguiera con su vida, con sus cosas.
El sonido de mi móvil sobre la mesa de noche fue el causante de despertarme, por instinto pensé en mi hermana, que algo había ocurrido, pero al fijarme en el llaman te me sorprendió que fuera un número de New York. Nadie salvo el detective Figueroa tenía mi número y a él lo tenía registrado en mis contactos.
Un picor en la nuca hizo que abriera la llamada y cuando le escuche la sangre se me congeló.

- Hola?
- Señor Diaz!! Yo... Yo no sabía a quien llamar y...

Lloraba y parecía realmente muy asustada.

- No supe que...

Era difícil comprenderla, tenía que lograr que se tranquilizara

- Daniela? Daniela, tranquila que tienes?
-  Yo no quería, no quería pero...
- Daniela escuchame!! Tienes que calmarte, dime donde estas?
- En... En mi casa, yo... Yo no sabia que hacer y...
- Tranquilizate Daniela, voy para ahí, no tardare más de treinta minutos en llegar de acuerdo? Solo trata de mantenerte tranquila.

Pedí ya casi vestido por completo. Tome las llaves de camino a la puerta y subí al coche aún hablandole para que se calmara.
No sabía que diantres le había pasado, pero no era nada bueno. Cuando ya estaba en camino descolgue la línea que tenía el coche y marque los números que necesitaba, aún manteniendo a Daniela hablando conmigo por el móvil. 

" - Daniela, necesito que te calmes, voy a dejar la línea abierta pero tengo que hablar con alguien para enviarte ayuda hasta que yo llegue a donde estas....

- ( Figueroa) Habla el detective Figueroa, con quien hablo?
- Detective, es Nahuel Diaz, necesito que valla a la dirección de la señorita Lorenz, la que estaba con usted cuando fui a verle por el asunto de mi hermana.
- Que esta pasando?
- No lo sé con exactigud aun, pero algo grave ha ocurrido, me llamo por teléfono, esta muy alterada. No se si esta herida o lo que pasó, pero es evidente que esta en problemas. Yo estoy llendo a verla, estoy a menos de quince minutos de su casa, pero no se si este herida... No he conseguido que se calme.
- Estaré ahí en cinco minutos, manténgala en la línea hablando."

Corto la llamada y yo me enfoque en mantener a Daniela hablando conmigo.

- Daniela, el detective Figueroa estará ahí en menos de cinco minutos, tienes que decirme que ocurrió.
-No!! No puedo yo... Yo...
- Dani, escuchame, todo va a estar bien, lo prometo. Yo estoy llendo a tu casa. Solo mantén la calma. Te prometo que estarás bien.

La llamada se corto abruptamente logrando que mi piel se encrispara. Pise el acelerador sintiendo en mi interior como latía desbocado mi corazón. Cuando llegue al edificio veía varias patrullas y una ambulancia estacionada, baje y corrí a la puerta de acceso donde un oficial me detetuvo el paso.

- ( Oficial) No puede pasar.
- Soy Nahuel Diaz yo solicite al detective Figueroa que viniera, la chica que vive aquí se llama Daniela Lorenz
- ( Figueroa) Dejen que pase, viene conmigo.

En las llamas de tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora