Lunes 10 de Septiembre
¿Como es que he llegado de vuelta a mi residencia?
Oh, ya lo recuerdo, no estaba lo suficientemente borracha como para olvidarlo.
Y sobre todo para olvidar sus palabras. ¿Que pasa malo conmigo para que mi profesor no me quiera tener cerca?
Todo es surrealista y una actitud infantil por su parte. No me conoce pero quiere a toda costa sacarme de sus clases sin motivo.
Bueno si, según el tiene uno, "ser yo".
¿Que mierda se supone que significa eso?
Suspiro mientras camino a mi próxima clase que es con el profesor Jenkins. El es muy agradable así que sus clases son muy amenas y las disfruto.
Por desgracia Lisa no me acompañará. Seguro que se quedó dormida y puedo imaginar con quien.
Conoce de poco tiempo a Paul, muy poco mejor dicho pero quizás ellos estén empezando algo. ¿Seria pronto para una relación?
Yo no lo haría, pero respeto lo que ella haga, al fin de cuentas es su vida y nadie debe meterse y gestionarla mas que Lisa misma.
Me adentro a la clase encontrándome con varios alumnos ya tomando asiento y el profesor hablando animadamente con sus alumnas, coqueteando mejor dicho.
¿Escucharon eso de que la universidad es ligoteo, sexo y fiestas? Pues efectivamente es así. Por mucho Harvard que sea esto.
Toma asiento y cuando el profesor deja de flirtear con las hormonales alumnas saluda a toda la clase. Y como cada día comienza con varias bromas y chistes malos haciendo reír a todos.
Repito, chistes malos, pero todos ríen para ganar puntos y me parece patético. Ruedo mis ojos y el profesor Jenkins ríe al verme. ¿Eso es punto a favor para mi o no?
Lo que sea.
Ahora mismo envidio a Lisa solo por el hecho de estar durmiendo. Quizás debí quedarme también bajo las sabanas. Si, me encanta este profesor, pero no sus chistes y me hacen perder tiempo de aprendizaje.
Comienzo a tomar apuntes cuando la pizarra se llena de garabatos por fin y me concentro en la explicación. Todo es mas fácil al tener un profesor tan bueno, no como...
Mis pensamientos son interrumpidos cuando dos golpes se escuchan contra la puerta y esta se abre.
Todo iba tan bien, ¿Porque vuelven a interrumpir?
Thomas se adentra al lugar con una mano dentro del bolsillo de su pantalón dejándome mas que sorprendida por su presencia.
Si, hoy no asistí a su primera clase y no quiero que me vea en esta. Pero parece que mis deseos no van a cumplirse y su mirada choca con la mía por un instante.
¿Porque no puedo evitar pensar lo atractivo que es? Viste con camisa blanca siempre, pantalón negro, lo mas formal posible. No como el profesor Roy Jenkins que es todo un rockero.
-Siento molestar. -se disculpa educado.
-Thomas amigo, ninguna molestia. ¿Que se te ofrece?
-Necesito que la señorita Sullivan me acompañe.
-Claro que si.
¡Mierda! Ya me cansé de contar mis malas palabras desde que llegué a esta universidad.
Jenkins me mira y asiente. ¿Puedo negarme? Pues no, así que tomo mis pertenencias y bajo la atenta mirada de los demás presentes me dirijo a la puerta y salgo junto a Thomas del aula.
Al pasar junto a el su aroma fresco me invade haciéndome cerrar los ojos por un instante. ¿Puede no ser tan perfecto? Oh bueno, tiene un gran defecto. Quizás mas de uno.
Narcisista, prepotente, grosero... mejor me detengo.
Thomas toma mi brazo con suavidad y tira de este haciéndome caminar junto a el. ¿Está enfadado porque no he asistido a sus clases? No, eso es absurdo.
Pero mas absurdo es atreverse a sacarme de una clase por que a el le apetece, sin motivo alguno. ¿O es que lo tiene?
No se donde me está llevando pero le sigo sin rechistar hasta que nos detenemos frente a un despacho. El despacho del Rector. ¿Pero que..?
Thomas abre la puerta cerrada con llave y me hace pasar para después cerrar esta a nuestras espaldas.
¿Que se supone que hacemos en este despacho?
El Rector es la mayor autoridad en la universidad, pero no creo que haya hecho algo tan grave como para que el me traiga aquí. Ademas, ¿Donde está el Rector?
-No viniste a mi clase. -dice apoyándose sobre el gran escritorio de madera maciza.
-¿Todo esto es por eso?
-Se supone que debes aprobar el examen.
-Quizás es que quiero suspenderlo. -digo encogiéndome de hombros ante su penetrante mirada esmeralda.
-No juegues con tu futuro Victoria.
-No lo hago, eres tu el que juega y no me dice de que va todo esto. ¿A caso nos conocemos de antes? Si hice algo que te molestó lo siento, pero dudo de ello.
-No, no nos conocemos pero debes mantenerte alejada.
-¿Se puede saber porque? Eres mi profesor y yo tu alumna, no hay mas. No tiene porque haber mas.
-Pero lo pensaste.
-¿Que? Por supuesto que no. -digo indignada.
Jamas pensé en el junto a mi, bueno, pensé en sus labios pero nada mas, ¿verdad? Eso seria raro, aunque si pienso que es muy guapo y cualquier mujer estaría feliz por tener a un hombre asi para ella. Bueno, cualquier mujer que le gusten los hombres claro.
-Eres tan igual a como ella un día fue. -dice en un murmuro que puedo escuchar a la perfección mientras se cruza de brazos mirándome.
Me intimida pero mi cabeza no deja de procesar sus palabras. ¿Igual a quien? ¿Le recuerdo a alguien y por eso quiere mantenerme lejos?
Thomas se acerca a paso lento hasta detenerse frente a mi. Es tan alto que inevitablemente elevo mi rostro para poder mirarlo.
Está demasiado cerca, tanto que nuestros cuerpos se rozan y se que no es una situación adecuada, para ninguno de los dos. Soy su alumna por dios, ¿que le pasa en la cabeza?
Es mayor que yo, si no tuviese dieciocho esto se pondría feo. Pero no lo veo como un hombre mayor, no puedo.
Aun así nunca tendría acercamientos íntimos junto a Thomas. No se siquiera porque estoy pensando en eso.
Y ahora no puedo evitar sentir incorrecto su nombre en mi mente, en mis labios. Debería ser señor Coleman y nada mas.
Su mano me sorprende cuando se desliza sobre mi brazo, lentamente acariciando este desnudo hasta llegar a mi cuello.
Su pulgar acaricia mi piel y suspiro ante la sensación que despierta en mi interior. El no debería tocarme, esto no está bien.
-Eres tan bella. -dice mientras su mano sube y esta vez acaricia mi labio inferior con su pulgar. -Helen...
¿Helen?
Mi ceño se frunce y aparto su mano con brusquedad haciéndolo volver a la realidad. Yo no soy esa tal Helen.
¿Que acaba de pasar con el?
-Joder, lo siento mucho Victoria. Mierda, maldita sea. -gruñe pasando la mano por su cabello con nerviosismo.
Y una vez mas pierde la cordura frente a mi.
Tan seguro de si mismo, pero eso es solo una cortina de humo. Me confunde y nunca se con que Thomas estoy hablando.
El racional, maduro y serio profesor o, el confuso y lunático.
Pero el a mi no debe importarme, es solo mi profesor y así debe seguir.
Lo que sea esto debe acabar aquí y ahora.
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¡Si señor! © +18 | Bill Skarsgård
RomanceEl amor no tiene edad. Frase que no todos los padres inculcarian a sus hijos. Hay barreras difíciles de superar y la edad, es una de ellas. Sobre todo cuando pone en duda la etica y la moral de dos personas. -"No soy el tipo de hombre que los padr...