Capitulo 39

137K 8.4K 3.2K
                                    

Thomas intenta alcanzarme mientras niego juguetona y aparto sus manos cada vez que quiere tocarme. Se está volviendo loco por la impotencia mientras río y empujo de sus hombros consiguiendo que se siente en el borde de la cama.

Me observa, tan detenidamente que consigue ponerme nerviosa y comienzo a moverme de forma extraña e incomoda. ¿Esto pretendo que sea un baile sexy?

Noto como la comisura de sus labios se curva hacia arriba y toma mis manos para que me acerque a el y siente sobre su regazo con cada una de mis piernas rodeándolo. ¿He hecho el ridículo? Quizás un poco si, espero no haber bajado su erección con mi baile arrítmico.

-Eso no hace falta nena. -dice apartando el pelo de mi rostro y se acerca a mis labios para dejar pequeños besos sobre estos.

-Pero. -beso. -Yo. -beso. -Quería. -beso. -Thomas...

-Victoria, no necesito que me des un baile o intento de eso para que me tengas duro. -dice riendo haciendo que me sonroje.

-"¿Intento de eso?" ¿No te parecí... sexy?

-No necesitas un baile para parecerme la mujer mas jodidamente atractiva que he conocido en mi vida.

¿Y que hago después de eso? ¿Me derrito? Pues eso ha conseguido.

Sonrío tomando su rostro entre mis manos y vuelvo a juntar nuestros labios mientras siento las manos de Thomas recorrer todo mi cuerpo.

Su mano derecha se detiene sobre una de mis nalgas y aprieta esta mientras que con su mano libre se encarga de desabrochar el botón de mi pantalón. Siquiera se lo piensa, el sabe bien lo que quiere, meterse entre mis piernas. ¿Pero como podría quejarme? Estoy mas ansiosa que el por ello. Lo necesito, necesito que Thomas me de placer, tal como el sabe.

-Señor...

-Dime cariño, hablándome así sabes que vas a tener lo que me pidas.

-¿Va a follarme duro?

-¿Eso es lo que quieres? -gruñe ante mis palabras guiando a sus manos para deshacerse de mi camiseta. -¿Pero que... como no me di cuenta? -dice tomando mis pechos desnudos y acercando su rostro a uno de ellos para lamer mi pezón ya endurecido. -¿Viniste sin sujetador?

-De hecho quería que esto pasara y me deshice mas que solo de eso.

-No... -dice abriendo en exceso sus ojos para después tirar con su dedo indice del pantalón y mirar dentro de este. -"No seas cruel Thomas, pobre Kylan." -imita mi voz en burla haciéndome reír. -¿Me dices eso después de haber venido sin ropa interior?

-Bueno, no podía ser tan previsible.

-Me enloqueces Victoria. -dice tomando mi cuerpo entre sus brazos y gira consiguiendo que ambos quedemos tumbados sobre la cama. -Y voy a cumplir tus deseos cariño.

Thomas se arrodilla entre mis piernas y se deshace se su camiseta haciéndome suspirar, nunca dejaré de desear y amar a este hombre.

Tomo la iniciativa y comienzo a bajar de su pantalón no sin olvidarme de sus boxers que voy deshaciéndome de toda su ropa a la vez. ¿Se nota mi desesperación? Debería dejar de ser tan obvia.

-Señor, quiero tocarlo.

-¿Quieres masturbarme nena? No debes pedirme permiso.

Asiento dejando que Thomas se deshaga de mi ultima prenda ya que no llevo ropa interior y sonrío al ver como muerde su labio inferior mientras tomo su miembro y comienzo a mover mi mano lentamente sobre este.

No es que sea una experta, de hecho Thomas fue, es y será el único hombre en mi vida, todo lo que se es gracias a el y parece disfrutarlo. Siempre, y eso hace que me sienta poderosa.

Muevo mi mano con mas ritmo consiguiendo que Thomas gima apoyando su frente sobre la mía sin despegar nuestras miradas el uno del otro.

Sus pupilas están dilatadas, tanto que me es difícil distinguir el verde de sus ojos en cuanto rozo la punta de su miembro contra mi entrada.

-Joder, te sientes tan mojada Victoria, me vas a hacer llegar en minutos solo con los preliminares nena.

-Pensé que sabría controlarse señor Coleman. Eso no es de ser buen profesor.

-Aha, ¿que es ser buen profesor para ti nena?

-Hacer que me corra señor.

-Joder Victoria. -gruñe en el momento que sustituye mi mano por la suya y dirige su miembro a mi entrada.

Thomas me penetra de una fuerte estocada haciéndome gritar y rodear su cuerpo con las piernas y clavar las uñas contra su espalda. ¡Dios! Nunca imagine cuanto necesitaba esto, Thomas desnudo, dentro de mi, dándome placer, amándome solo como el sabe.

-¿Estas bien? -pregunta preocupado.

-Muévete Thomas.

-Vas a matarme. -dice comenzando a mover su pelvis contra la mía.

Gimo con fuerza con cada estocada sintiendo como el placer comienza a recorrer mi cuerpo ansioso por mas.

Los labios de Thomas se juntan a los míos para callar mis gritos de placer en cuanto sus embestidas se vuelven mas fuertes.

A veces temo mirarlo a los ojos, por que se que con una simple mirada de sus hermosos obres verdes me tiene a sus pies. Estoy tan perdida por este hombre que ya no puedo imaginarme sin el, no puedo recordar mi vida antes de Thomas. Mejor dicho, no quiero hacerlo.

El me ha cambiado, ha hecho que madure en muchos aspectos y soy jodidamente afortunada por tenerlo.

Ahora pienso groserías sin espantarme por ello. El me cambió, ya no soy una niña, soy una mujer, gracias a el.

-Te amo. -digo sin pensar, solamente lo dejo ir, por que es lo que siento por el, ahora y siempre.

-Te amo Victoria, te amo nena. -dice sobre mis labios embistiendo mi cuerpo con mas fuerza.

Thomas abraza mi cuerpo acallando mis gemidos mientras clavo mis dientes sobre su hombro ya que sus movimientos se han vuelto mas bestiales y profundos logrando que la cama comience a moverse y hacer demasiado ruido, ruido que nunca antes habíamos causado de esta manera.

Dios, mi cuerpo está disfrutando tanto esto.

-Girate. -demanda y obedezco encantada girando mi cuerpo bajo el suyo quedando de cara al colchón.

Siento a su cuerpo tumbarse sobre el mio y volviendo a penetrarme agarrándome las manos en mi baja espalda para así inmovilizarlas.

-¿Te gusta obedecer nena? -gruñe contra mi oído mientas su mano libre azota una de mis nalgas.

-¡Ah señor, si!

-¿Te gusta que te folle así?

-¡Si! -gimo en cuanto me vuelve a embestir.

-¿Donde has estado toda mi vida Victoria?

-No había nacido Thomas. -digo entre risas consiguiendo que el vuelva a azotarme. -¡Auch!

-Pero ahora estas aquí.

-Y no me iré a ningún lado, así que señor Coleman, acabe lo que ha empezado.

-Con mucho gusto señora Coleman.

Joder, va conseguir que me corra solo con decir eso.

Señora Coleman.

¡Si señor! © +18 | Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora