Epilogo

149K 10K 6.7K
                                    

Dos golpes se escuchan sobre la puerta de mi consulta así que dejo de rellenar los papeles que aun me quedan pendientes y hago pasar a la persona que espera por mi permiso.

-Adelante.

Beverly, la enfermera asignada para mi consulta el día de hoy se adentra al lugar con una sonrisa y se acerca a mi mesa apoyando sus manos sobre esta.

Ella es mas joven que yo, aun que no por muchos años, pero aun así me hace sentir mayor. Veintinueve años, ¿como ha pasado el tiempo tan rápido? Aun recuerdo mis años de universidad como si hubiese sido ayer, aunque  hace poco mas de un año me gradué y conseguí mi plaza para trabajar en urgencias. Demasiado suerte para una novata, ¿no creen? 

No voy a negar que sospecho de que alguien en concreto movió sus hilos para yo conseguir este puesto de trabajo. Pero eso no quiere decir que no valga para ello, de hecho acabé mi carrera con la nota mas alta de la clase. Siempre confié en mi misma, es algo que no me sorprende la verdad.

-¿Me escuchaste?

-¿Que? -digo dirigiendo mi mirada a Beverly. -Perdón, estaba pensando en el ultimo paciente que atendí.

-Seguro que si. -se burla dejando caer su cuerpo sobre la silla frente a la mesa. -Me quedo yo hasta que vuelvas.

-¿Que vuelva de donde?

-Tu marido te espera en la sala de espera.

-¿Mi marido? El nunca viene aquí, el trabajo es trabajo, el lo sabe. -digo poniéndome de pie suspirando. -Ahora vuelvo, gracias por quedarte pero que no pase nadie hasta que yo vuelva. Si es urgente y me lo han asignado dile al doctor Ezra que lo tome por mi.

-A la orden jefa.

Niego varias veces con la cabeza riendo y salgo de la consulta en dirección a la sala de espera donde varias personas esperan su turno. ¿Varias? Mejor dicho muchas. Aun que también hay que reconocer que no todas ellas vienen por algo grave. Pero en ved de acudir a sus centros de salud por una simple tos, lo hacen aquí, saturando las urgencias. 

Nada que hacer, hay que atender a todo el mundo.

Y entonces lo veo, de pie junto a las
máquinas expendedoras.

-¿En serio Logan? ¿Que haces aquí?

-Hola mi amor.

-Déjate de tonterías. ¿Dijiste que eres mi marido? ¿En serio?

-Esa enfermera tuya caliente no quería avisarte de mi llegada así que le dije eso, ¿que pasa?

-Pasa que no lo eres. ¿Que quieres? No puedes venir aquí.

-No debías haber empezado a trabajar tan pronto Victoria, ella te necesita, Lisa no es suficiente, no es tu. Debes hablar con Thomas y ambos deben tomarse un tiempo de sus trabajos. 

-Sabes que me ofrecieron este puesto después de...

-Si, si, y no lo pudiste rechazar. ¿Pero es mas importante? No lo creo, tu no eres así. Tu pusiste al hijo de Thomas por encima de todo, ¿no la pondrás a ella también?

-Querrás decir, mi hijo.

-Si, lo que sea, me has entendido perfectamente. ¿Pero me has entendido con lo mas importante?

-Si, tienes razón, no estoy siendo responsable. -digo suspirando. -Hablaré con mi superior de guardia ahora mismo.

-Bien, Thomas llegará antes, Lisa y yo nos iremos, tenemos comida.

-¿Con Paul? ¿Su relación de tres va a alguna parte después de tantos años?

-A la cama, ambos queremos a Lisa y ella nos quiere a ambos, no necesitamos mas. No podemos casarnos ambos con ella. -dice riendo. -Nos conformamos.

¡Si señor! © +18 | Bill SkarsgårdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora