¡Si señor! © +18 | Bill Skarsgård

Capitulo 21

Thomas conduce a través de las calles de mi vecindario, el mismo en el que he vivido durante los dieciocho años de mi vida. Y al que ahora vuelvo junto al hombre que trastorna mi cabeza, mi ser, mi mundo entero.

Lo miro de reojo y el lo nota al posar su mano sobre mi muslo y acariciar este por encima del jeans. 

Pensar que no lo veré en dos días hace que quiera lanzarme a el y devorar sus labios, atreverme a pedirle que me haga suya, aquí y ahora mismo. Pero no lo haga al saber que Kylan permanece en la parte trasera dormido. 

Son las diez de la mañana, aun temprano y las horas de viaje no pueden mantener su cuerpecito despierto. No creo que el despierte...

-¿Por donde? -pregunta y le indico que debe tomar la calle de la derecha.

Miro a Thomas y muerdo mi labio inferior al escanear su cuerpo, como la camiseta blanca se pega a su torso trabajado y noto cada uno de sus músculos que se tensan mientras conduce. Dios, su presencia afecta demasiado a mi cuerpo y siento como mi vientre bajo duele. 

Se que el debe concentrarse en conducir, pero no puedo evitar alargar mi brazo hasta posar la mano sobre su pierna. Por un breve momento la mirada de Thomas se dirige a mi y subo mi mano hasta su entrepierna y aprieto mis dedos alrededor de el.

-Victoria. -jadea sorprendido  mientras comienzo a acariciarlo por encima de la tela del pantalón. -¿Que pasa cariño? -dice mordiendo su labio inferior excitado sintiendo su miembro cada vez mas duro bajo mi mano. -¿Me echarás de menos?

Asiento dispuesta a desabrochar su pantalón y llevar esto mas lejos hasta que el auto comienza a acercarse a mi casa y veo a papá Carl frente a esta arreglando el césped. ¡Oh mierda!

Aparto mi mano de inmediato dejando a Thomas confundido pero le señalo el por que de mi actitud y este suspira aparcando frente a mi hogar. 

Papá eleva su rostro al notar la presencia de un auto desconocido y al verme sus cejas se elevan en sorpresa dejando la segadora. Abandono el vehículo y corro hasta mi padre que me recibe con los brazos abiertos haciéndome dar vueltas entre sus brazos riendo. Soy su niña, siempre lo voy a ser y nada cambiará en nuestra actitud, por mucho que ahora yo sea mayor y universitaria.

El besa mi rostro repetidas veces y después se separa mirándome con adoración. No quiero que nunca esa mirada cambie.

-¿Quien te trajo cariño? -dice mirando el auto.

De este Thomas desciende y se acerca a la parte trasera para despertar a Kylan. 

-El es mi, profesor y jefe papá.

-Oh, así que es a su hijo al que cuidas. ¿Pero por que traerte? -pregunta confundido.

-Espero no haber hecho mal pero, Kylan, el pequeño al que cuido al enterarse que iba a irme se puso triste y quiso acompañarme. Me gustaría que el pase este fin de semana con nosotros. No suele salir mucho de su casa, el profesor Coleman no tiene mucho tiempo para el. 

-Será bienvenido. -dice papá Peter abandonando la casa y se acerca a mi para abrazarme con fuerza.

Las dos personas mas importantes de mi vida, parece que he estado alejada de ellos una eternidad y solo fueron semanas.

Vuelvo a dirigir mi mirada al auto y esta vez Thomas comienza a acercarse a nosotros con Kylan somnoliento entre sus brazos. Este realmente no era el plan, no debían conocerse. ¿Podré decir algún día la verdad? Mira papá Carl, papá Peter, el es en realidad el hombre que desfloró a vuestro angelito, si, mi profesor.

Eso suena horrible.

-Buenos días. -saluda Thomas parándose frente a nosotros y extiende su mano hacia mis padres. -Soy Thomas, el profesor de Victoria. No quiero que esto sea una molestia para ustedes, creo que su hija complace en sus caprichos al mio.