Lunes 29 de Enero
Recojo los juguetes y preparo la pequeña mochila de Kylan para que pase la tarde junto a su abuelo mientras Thomas y yo vamos al juzgado.
Las cosas entre nosotros son extremadamente raras y es que se el quiere hablar, sobre todo de nuestro bebé. Bebé que perdimos.
Y como si eso no fuese ya difícil, está de por medio la maldita demanda de Helen reclamando a nuestro pequeño. ¿Como se atreve después de todo? Ella no se merece nada de Kylan, siquiera saber que ella es su verdadera madre.
Pero si en un futuro el pide saberlo es algo que no le negaría saber, aun que de seguro Thomas si.
La puerta principal es cerrada haciéndome saber que Thomas acaba de llegar y no solo.
El rector Gary atraviesa la entrada junto a su hijo, ambos serios y al verme Thomas hace una seña a su padre que no duda en marcharse para buscar a Kylan.
¿Que traman? Odio cuando Thomas se vuelve tan misterioso y es que entre tantos secretos temo que tengo algo mas para confesarme.
-¿Podemos hablar? -dice mientras se sienta sobre el sofá esperando que haga lo mismo.
¿Soy yo o este hombre cada día es mas bello? Estoy perdidamente enamorada de el y no puedo evitar sentir mi corazón latir con fuerza cada vez que el me mira. Esos hermosos orbes verdes que en este momento me examinan.
Me encantaría saber lo que piensa así que...
-¿Que estas pensando? -digo sentándome junto a el.
-En muchas cosas Victoria, cosas importantes de las que debemos hablar y otras no muy decentes que me gustaría hacerte.
-¿Y que es mas primordial?
-Lo primero por desgracias. -suspira mirándome. -Son demasiadas cosas, quiero que hablemos tranquilamente, sin acabar con reproches. Necesitamos hablar sobre ello. -dice posando su manos sobre la mía.
-Se lo que quiere saber Thomas, y estoy bien. También se que te sientes culpable por no haber estado en ese momento, pero eso también está bien. No te culpo de nada, solo pasó, ninguno de los dos sabíamos nada.
-Jamas lo pensé.
-Por que tuvimos cuidado, pero estas cosas pasan.
-Hubiese sido responsable, lo sabes, ¿verdad?
Sonrío asintiendo viendo sus ojos húmedos y rojos ocultando el dolor que siente y evitando derramar lagrimas frente a mi.
-No lo dudé ni un momento Thomas, pero a veces debes medir tus palabras por que dices cosas que me hacen daño.
-Lo se nena, lo se, solo fue una reflexión que no debí decirla en alto.
-Ni pensarlo por que eres una persona afortunada, tienes un hijo maravilloso.
-Tenemos. -dice antes de adentrar la mano en su chaqueta y del bolsillo interior de esta saca un sobre blanco.
Thomas extiende este hacia mi y lo tomo con el ceño fruncido sin tender por que me está dando esto. ¿Es que a caso me llega correspondencia a su casa o que?
Apartando la mirada de el me encargo de sacar el contenido del sobre y comienzo a leer el comienzo de la primera hoja siguiendo con las demas.
¿¡Que es esto!?
Miro a Thomas incrédula y este se aclara la voz nervioso antes de comenzar a hablar.
-Se que pensaras que estoy loco pero lejos de lo que parece seria el mayor favor que nos podrías hacer si firmaras esos documento Victoria.
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¡Si señor! © +18 | Bill Skarsgård
RomanceEl amor no tiene edad. Frase que no todos los padres inculcarian a sus hijos. Hay barreras difíciles de superar y la edad, es una de ellas. Sobre todo cuando pone en duda la etica y la moral de dos personas. -"No soy el tipo de hombre que los padr...