Nota de autora y agradecimientos

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En el centro de la oscuridad, perdido, encerrado en una esquina de tu habitación con la mente dándole vuelta a esos temas que preferirías olvidar pero que permanecen ahí, torturándote hasta la hora máxima de la noche en la que finalmente tus párpados caen y logras conciliar el sueño, parecía ser el único final en el martirio de Sebastián.

Rodeada de muertes, desgracias, tragedias y noticias devastadoras, huérfana y con la mente abrumada, triste y consternada, con una vida destrozada, pesándole en los hombros y en el cuerpo entero, hasta dejarla asfixiada dentro de un ataúd que parecía estar esperándola al lado de las dos muertes que lamentó, resultaba ser el final lógico en medio de persistente dolor de Nadia.

Incluso los expectantes de su sufrimiento consideraban ver dolor e irreversibilidad en el fondo del caos o el desastre, al final de la tortura y el llanto, en el punto que terminaría por cerrar el telón de una tragedia.

Es desahuciador no conseguir una manera de cumplir con las expectativas de todos, pero es satisfactorio estar controlando el destino de quienes viven la historia y poner en duda el final de ambos, el cual resulta ser el broche de oro que desearía que conserve su valor y significado. Porque considero que, viviendo en un mundo tan injusto, necesitaba escribir un final justo.

Lo que me pregunto, después de todo, es si este final es un broche de oro o un broche oxidado. Con extrema sinceridad, pero un poco de sentimiento, ¿qué te pareció?

Por otro lado, me gustaría darte las gracias por haber leído la historia de Nadia y Sebastián, haberle dedicado tu tiempo, y dedicármelo a mí también. Una escritora necesita de sus lectores, y haberte tenido hasta el final significa mucho para mí.

Me apena decir que este es el último libro de esta pareja, pero no el último en mi perfil. Estaré preparando nuevas historias durante el mes y volveré para publicarlas y reconquistarlos, si me lo permiten.

Sin más que decir, les mando un abrazo a lo lejos y nos leemos en otra novela.

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Sin Rencor | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora