Planes en Marcha

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La maravillosa idea - nótese el sarcasmo - de Sinbad fue volverse miembro del Escuadrón de la Neblina, convenciendo Alibaba que era el momento justo para hablar con el rey y buscar un verdadero cambio de manera justa y transparente para el país, sin embargo Kassim no estaba del todo de acuerdo. Informaron a los ciudadanos para que se reunieran al día siguiente en las afueras del palacio esperando que con el apoyo del gran rey de Sindria las negociaciones fueran favorables. 

Esque no habían visto la terquedad e ineficiencia del actual rey Balbadd?

Según los documentos que había leído la noche anterior estaba segura que los representantes de Kou estaban a punto de llegar si no es que ya que se encontraban ahí, debía ser el doble de cuidadosa sino quería ser reconocida.

Una gran multitud se reunió esperando noticias, solo entrarían Sinbad y Alibaba hablar con Ahbmad, el resto debía esperar afuera pero Sakura no estaba dispuesta a dejarlos solos y sin que se dieran cuenta se infiltró a la sala del trono - total, ya lo había hecho la noche anterior así que conocía el camino - se mantuvo sobre uno de los enormes pilares oculta y viendo todo desde primera fila.

Quizá las intenciones de Sinbad eran las mejores pero a Sakura le parecía un método demasiado ingenuo y optimista, ya tenía una idea de la clase de persona que sería el gobernante de Balbadd y vaya que no se equivocaba. Un horrendo tipo gordo, casi deforme lo describiría, creyéndose superior al resto y con aquella voz chillona que daban ganas de estrangularlo.

Tal como lo predijo las negociaciones se fueron al carajo, Ahbmad no estaba dispuesto a tratar con una simple rata de los barrios pobres al que no reconocía como hermano ni siquiera por petición del peli morado. La frustración en el rostro de Alibaba era incomparable, todos sus esfuerzos, todas sus esperanzas habían sido en vano.

Un hombre de túnica negra llegó al lugar, con un bigote espeso que seguramente un par de chinches se perderían dentro con facilidad y con una cara de lunático se presentó como el banquero enviado por Kou. Estaba apunto de irse no quería arriesgarse a ser descubierta aunque dudaba que llegara ocurrir, cuando aquella voz inconfundible la detuvo.

-Fuera de mi camino! Por qué hay tanta multitud afuera? — sus ropas seguían siendo las mismas, su cabello oscuro estaba un tanto más largo, fácilmente podía ver que sus rasgos se habían afinado en este tiempo... se alegraba de verlo nuevamente pero tenía un mal presentimiento... Judar no presagiaba nada bueno y un escalofrío recorrió su cuerpo.

De verdad era él?

Que estaba haciendo en Balbadd?

Y sobre todo, que pretendía?

Se presentó como el Sacerdote de Kou, algo que sorprendió a Sinbad.

Ahbmad les dijo que había cedido los derechos de comercio a Kou, es decir que en adelante Balbadd no podría negocias con ningún país que no estuviera ligado a Kou, algo que afectaría gravemente a Sindria.

Judar dirigió su mirada sobre aquel pilar de inmenso tamaño del lado izquierdo de la sala, pero no encontró nada y le restó importancia.

Todos se preguntaban lo mismo, que harían ahora que las negociaciones fracasaron?

Sinbad les ofreció seguir apoyando la causa de los ciudadanos y también les abrió las puertas de Sindria sin dudarlo.

Sakura volvió al palacio, algo seguía sin cuadrar en aquella ecuación, si Balbadd le estaba dando todo a Kou se quedaba sin ninguna garantía de por medio.

-Banquero — llamó el rey obeso — luego de la boda se enviarán sin ningún retraso, eso está bien?

-Por supuesto alteza — se froto las manos — no habrá ningún inconveniente, con este trato tenga por seguro que ambos países saldrán beneficiados y usted seguirá con una vida llena de comodidades — su sonrisa de locura se extendió aún más — Kou recibirá a sus esclavos, como se había acordado el primer cargamento será de mil quinientos.

Magi - Princesa Shinobi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora