Magi - Princesa Shinobi

Muriendo Por Dentro

Al explicarle a Judar que el sapo debía marcharse el magi se aferró caprichoso a la criatura hasta que la invocación fue terminada, el pobre Konohamaru prácticamente fue obligado a comprometerse en volver el día siguiente trayendo al sapo con él.

Hanabi se incluyó en el tour que les dio el Sarutobi a los viajeros descubriendo que de alguna manera la ex compañera de su cuñado volvió y que esos chicos eran personas importantes de un muy lejano lugar.

Kouen, Sinbad y Muu compartieron los conocimientos - básicos, ya que no era bueno decir los secretos de sus respectivos países - de sus hogares con Shikamaru y los cuatro pasaron una tarde de lo más interesante e informativa.

Tal como lo imagino Aladdin entendió un poco más porque Sakura extrañaba tanto ese lugar y en especial porque hablaba cariñosamente de su antiguo equipo siete, quería ir con ella y charlar un rato, pero le daría su tiempo... ella necesitaba pensar.

Fue un día largo, el más largo que recordará durante dos vidas y ahora descansaba en una de las habitaciones de la vivienda que les proporcionó Kakashi, agradecía profundamente el hecho que el Hokage se tomara tantas molestias por ellos, se recordaría darle las gracias después.

Pasar la tarde con Ino fue maravilloso, conocer el manejo de la clínica y los resultados que obtenían simplemente le quitaba el aliento y aún así una pregunta seguía rondando en su mente.

Que sentía por Sasuke?

Lo extrañaba y lo sabía, pero de igual forma también los extrañaba a todos ellos.

Aún perduraban los sentimientos de amor de su antigua vida?

Su vida pasada, hace cuanto que no lo veía de esa forma?

Para ella pasaron tantos años llenándola de cosas nuevas, experiencias distintas que la llevaron por caminos inimaginables mientras en Konoha solo pasaron siete años... donde muchas cosas también cambiaron. 

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Abrió la puerta de su antiguo departamento, todo estaba en penumbras solo alumbrado por la luz de la luna que se filtraba por las ventanas y... no quiso encender la luz.

Había pocos cosas, la mayoría se las llevó hace no hace mucho a otro lado, solo quedaban algunos muebles grandes y pocas cajas con ropa y cosas viejas, agradecía no haberlo vendido o no tendría a que lugar volver.

Con pesadez y cansancio abrió una de los cajones sacado un futon acomodándolo lo mejor que pudo para luego dejarse caer al instante.

No tenía ánimos para hacer nada, solo quería dormir... y si tenía algo de suerte soñar con él.

Había tantas dudas en su mente, preguntas que moría por saber si tendrían respuesta...

Por la tarde vio a Shikamaru a lo lejos caminado con ellos, seguramente les mostraría la casa que ocuparían durante su estancia, podía saber exactamente lo que el Nara pensó al verla, una mezcla de tristeza y pena se acumularon en sus ojos, ella como siempre lo oculto bajo una máscara sonriente.

Una máscara que pensó no volver a usar.

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El sol apenas se asomó hace unas horas cuando la puerta era golpeada con gran insistencia, tallándose los ojos dormilones y bostezando el menor de todos salió abrir pues su habitación era la más cercana.

-Buenos días — La hermosa rubia de coleta alta le sonría del otro lado — ya se despertaron?

-Buenos días — respondió como siempre cortes — creo que aún siguen dormidos — como él lo estaba hace unos minutos.