Magi - Princesa Shinobi

Amor de Madre

Saltando sobre los tejados, cubierta por el manto de la noche, con la agilidad y discreción de una sombra se infiltró en el palacio. No fue difícil burlar los guardias, agradecia sus habilidades ninjas en momentos así, cruzó varios pasillos y escaló paredes revisando cada habitación.

Una niña se acercó al balcón de su alcoba, algo la inquietaba, el ruck actuaba extraño. Sakura seguía oculta esperando que la chica volviera a entrar para seguir con su búsqueda.

-Se que estás aquí — su voz era muy serena y tranquila — muéstrate — como se lo pidió la peli rosa aprecio frente a ella — Que estás buscando en este lugar?

-No era mi intención entrar de este modo, pero no había otra opción. Estoy buscando a la Magi Scheherazade, quisiera hacerle una pregunta — pidió directamente.

-Entonces dime que te mortifica? — las mariposas doradas se hicieron presentes revoloteando alrededor de ella — Yo soy la que buscas — aclaró con ojos cerrados.

Si que estaba sorprendida, Judar le había dicho que ella tendría más de 200 años sin embargo Scheherazade tenía la apariencia de una mujer joven, fácilmente confundible con una niña, de baja estatura, ojos azules, de cabello rubio, largo, y ondulado que le llegaba hasta sus tobillos, tiene una corona de laureles de uva y vid en todo el lado izquierdo y derecho de su cabeza.

Su atuendo consiste en una larga túnica blanca que se aprecia una estola, también tenia un bastón con apariencia similar a un tridente, el cual es más largo que su cuerpo en altura con forma de una luna creciente que señala hacia arriba.

Aunque si se ponía a reflexionar no era raro que su aparecía fuera diferente a cómo se la había imaginado, pues Tsunade era mucho mayor a la edad que aparentaba y eso que en konoha la magia no existía como tal. Entonces que podía esperar de un mundo donde hay calabozos que contienen enormes genios y que brindan el poder de destruir una ciudad facilmente?

La Magi sintió algo extraño al tener aquella chica frente a ella, cerró los ojos para concentrarse y poder sentir mejor la voz del ruck tratando de encontrar una respuesta.

-Ya veo — la azul mirada de la rubia se clavó en ella con ligeros toques de asombro — es completamente extraño.... nunca había visto a nadie como tú — y eso que había vivido muchos años.

No le extrañaba que se diera cuenta, pues incluso Judar se había percatado que había algo diferente en ella.

-Sabes... lo que soy? O mejor dicho de donde vengo? — Sus ojos jades buscaban con esperanza la respuesta.

-Un alma perdida... — la vio con una mezcla de comprensión y tristeza — vienes de un mundo diferente, debió haber sido difícil cierto? — La kunoichi asintió — también veo que eres una conquistadora de calabozos, la insignia de Fénix brilló unos segundos — Eso quiere decir que tienes las cualidades de un rey — las mariposas doradas también volaban alrededor de Sakura — pero tú corazón está inquieto, tu vida pasada te atormenta? — de verdad se compadecía de esa desdichada alma.

-De cierto modo... — dirigió su mirada a las estrellas — el conservar mis recuerdos ha sido muy difícil, en ocaciones llegue a pensar que todo era un sueño, solo producto de la imaginación — suspiro y vio a la rubia con una sonrisa — llegué a pasar que me estaba volviendo loca, aferrándome a cosas inexplicables. Pero cada día luché en convencerme que todo era cierto, y cuando llegue al calabozo aquellas pequeñas dudas desaparecieron — Pues la djinn le devolvió la razón y renovó sus esperanzas.

-Entonces dime cuál es tu pregunta? — el ruck no detectaba malas intenciones, debía ser cuidadosa pues era la líder un país y siempre había gente que buscaba dañarla, pero ella no era de esas personas.