Magi - Princesa Shinobi

Cerezo de Fuego

Volver?

Alguna vez llegó siquiera imaginarlo?

No

Ni una sola...

-Espera un segundo — intentó aclarar sus pensamientos, pero la verdad es que no podía — Como... como que... volver?

Es que acaso es posible hacerlo?

-Ya te lo dije Onee-san, no puedo saber lo qué pasó en un mundo lejano, pero gracias a que Yunan-san y Titus-kun me estuvieron ayudando a controlar la sabiduría de Solomon puedo abrir un camino... aunque — la vio serio, sus enormes ojos azules reflejaban la preocupación de sus palabras — no se en que tiempo llegaremos.

-Tiempo? — pregunto Kouen al ser de los más interesados en el tema — es decir que pueden estar viajando por años?

Para Aladdin era un tanto complicado encontrar las palabras adecuadas.

-No... — volvió a clavar su mirada en la peli rosa — como ya dije el tiempo varía en cada universo, cada plano de los diferentes mundos tiene su propia línea de tiempo, es decir que podríamos llegar un mes luego de la guerra o incluso... cuando hayan pasado 100 o incluso mil años.

-Tus amigos podrían haberse ido — Sinbad le dio voz a una de las posibilidades más crueles — y puede ser que tanto tu nombre como los de ellos ya se hayan perdido en la historia.

-Aun así — interrumpió Muu — Eso quiere decir que existe una historia y que tú sacrificio no fue en vano.

-Sakura Onee-sama — se apresuró Kougyoku a pararse frente a ella nuevamente con lágrimas en los ojos — volverás cierto? — se notaba como los labios le temblaban — no pensaras abandonarnos... verdad?

Y esa era otra posibilidad en la que no habían pensado...

Si sus amigos sobrevivieron y por algún milagro llegaba a encontrarlos en una línea de tiempo... entonces...

Que haría?

No lo sabía y el silencio que se apoderó del gran salón no alentaba a nadie sobre la posible respuesta.

-Kougyuoku — la llamó el mayor de sus hermanos — La decisión sólo depende de ella y como su familia debemos respetarla.

Kouen había aprendido que su pequeña hermana es mucho más sabia e inteligente de lo que muchos habrían anhelado serlo algún día y con el paso del tiempo entendió que sus desiciones siempre habían sido las correctas, no podría dudar de una de los mejores gobernantes que tuvo su país y también quien lo había visto apto y capaz de tomar el mando entregándole el imperio.

-Muy bien magi — señaló al peli azul que le bajaba una gota de sudor, Kouen le seguía pareciendo temible — Yo también iré con ustedes.

-Eh?!

Las sorpresas no paraban de ocurrir

-Espera un momento hermano y rey — se apresuró Koumei a detener sus pasos — No puedes irte solo así, eres el emperador — le recordó por si acaso.

-Hazte cargo hasta que vuelva — ordenó en seco.

Koumei parpadeo varias veces intentando procesar lo dicho... intento volver a protestar, pero ese brillo en la mirada de su hermano lo conocía de sobra, el interés y curiosidad por conocer algo nuevo salían a flote.

-Ni siquiera pienses que se irán si mi — Kouha ya estaba tomado a la peli rosa del brazo — seré tu guarda espaldas Sakura-nee — le guiño un ojo sonriente.

Decidido a ser el apoyo de su querida hermana por si no llegaba a encontrar lo que tanto busco, él estaría a su lado para sostenerla en cualquier momento.