Al Mismo Tiempo

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El cambio del nuevo gobernante del imperio fue anunciado por su oráculo, las dudas los invadían pues las interrogantes eran demasiadas y entre aquel grupo de personas solo dos podían aclarar las cosas y a una de ella le aburría dar esos insignificantes detalles, por lo que todas las miradas fueron dirigidas a un solo punto, a una sola persona que mantenía su tranquilidad como si no hubiera escuchado lo mismo que el resto o como... si ya lo supiera...

No fue necesario escuchar las palabras de Kouen, solo con su firme mirada le exigía una explicación.

-Para empezar — dijo la peli rosa rompiendo el silencio — no puedo decirles todo... — se dirigió solo a sus hermanos — la verdad será dicha una vez que vuelvan al imperio.

Los Ren lo entendieron con facilidad, no era sabio que los asuntos internos se revelaran en la reunión donde aún se encontraban sus "enemigos".

-Entonces es cierto? — habló Kouen por su familia y soldados, es el mayor de los príncipes y podía mantener la serenidad ante cualquier situación.

La mirada rojiza Kouen chocaba contra sus jades pupilas, con un rostro igual de serio y gestos calmados como los del mayor, asintió dando veracidad en lo dicho por Judar y por lo tanto declarándose como la emperatriz.

-Pero eso no puede ser posible — argumentó Koumei cubriéndose la mitad del rostro con su abanico y evaluando cada aspecto sin dejar escapar algún detalle — existen ciertas condiciones que deben ser complicadas antes de poder declarar en nuevo emperador... y por qué has dicho "Cuando vuelvan" en lugar de "volvamos"?

Algunas de la condiciones más importantes que mencionó Koumei eran, que la mayoría de los miembros del consejo debían dar su aprobación, el candidato debía estar presente y solo hasta después de la ceremonia de coronación se haría oficial su cargo.

-Eres muy astuto como siempre, hermano — Koumei la vio con duda, hace mucho que no lo llamaba así, ni siquiera a Kouen — pero todo fue hecho según la ley... en realidad yo soy un clon, la Sakura original se encuentra en el Imperio — los tres magis asintieron, ellos lo supieron desde el principio de la reunión.

Las sorpresas no terminaban, lo escucharon el día de la pelea en Magnostadt cuando Yunan se los dijo, pero seguían sin comprender por completo tal cosa. Qué significaba usar esos clones?

-En pocas palabras es como estar en dos lugares al mismo tiempo — explicó con calma — en cuando yo desaparezca mis memorias regresarán a mi original y sabrá exactamente todo lo dicho aquí... mi fuerza se esta terminando y no puedo mantenerme más — un clon no puede estar lejos del cuerpo original por mucho tiempo — sin embargo, Aladdin y Morgiana tengo una petición para ustedes... quiero que vengan a Kou.

-Pero Onee-san... — trató de replicar el peli azul no sentía que fuera correcto, pues seguramente es algo que solo incumbía a su familia y ciudadanos.

-Recuerdas cuál era mi deseo Aladdin? — el menor asintió.

Por supuesto que lo recuerda, no hay manera de olvidarlo. Quería que ambos vivieran con ella y que algún día pudieran considerar al imperio como su hogar.

-Creo que llegó el momento de comenzar a trabajar en eso — le sonrió como solo ella sabía, dándole ese nostálgico y añorado sentimiento maternal que solo podía sentir estando a su lado — los estaré esperando.

-Espera! — Muu se acercó rápidamente — aunque las cosas hayan resultado de este modo... — subió su mano hasta acunar su pálida mejilla.

En ese instante no había nadie más que ellos en el mundo, la mirada cariñosa del fanalis se mezclaba con un extraño sentimiento de pérdida, al ser la emperatriz su "relación" prácticamente se anulaba, era como si su preciada peli rosa se le escapara entre los dedos y no había nada que pudiera hacer para evitarlo.

Magi - Princesa Shinobi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora