Magi - Princesa Shinobi

Un Respiro

La gran destrucción era visible desde la distancia así como aquellas criaturas que invadían todo a su paso.

Llegó lo más rápido que pudo y adquiriendo pose de batalla, levantó su espada lleno de seguridad y hasta con una sonrisa confiada, nunca lo diría, pero la emoción en su pecho era palpable ya que pocas veces podía darse el lujo de usar su equipo djinn más fuerte...

-Balalark saika! — un rayo de exageradas proporciones callo sobre aquel ser grisáceo de apariencia desforme.

-Ese es... — dijo Alibaba tratando de procesar todas las sorpresas que llevaba hasta el momento — Sinbad-san!

Kouen levantó una ceja al escuchar ese nombre, seguramente las cosas se tornarían interesantes con su llegada.

Tras el rey de Sindria se podían ver más personas algunas conocidas y otras no tanto, eran La Alianza de los Siete Mares.

El rey de Sasan, Darius Leoxses.
El rey de Heliohapt, Armakan Amun-Ra.
La reina de Artemyra, Dianus Artemina.
El jefe de la tribu Imuchakk, jefe Ramototo.

Estos importantes líderes llegaban justo a sus contenedores familiares en ayuda para eliminar aquella amenaza.

Sakura por su lado dejó salir una sonrisa, a Sinbad si que le gustaba hacer entradas ruidosas - cabe mencionar que hasta el momento la peli rosa no había visto a sus hermanos detalladamente más haya de sus heridas, pues sentía que si cruzaba palabra con los mayores posiblemente los estrangularía y justo ahora tenía mucho más de que preocuparse.

A pesar de los impresionantes ataques de la Alianza la criatura seguía en pie y creó un escudo de borg para protegerse tan fuerte que nadie lograba dañarlo.

-No hay nada que logre atravesarlo — comentó Drakul.

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Yunan y el clon de Sakura llegaron a la ciudad que estaba en gran parte destruida, los djinn oscuros seguían atacando a los ciudadanos mientras los magos intentaban protegerlos y al mismo tiempo evacuar a cuantos les fuera posible.

El clon hizo desaparecer su armadura, y con una posición de manos aparecieron otros cuatro clones, ese era su límite no podía dividirse tanto como Naruto.

-Si haces eso te quedarás sin energía — le decía Yunan preocupado.

-Es la única forma de ayudar lo más que pueda a esta gente.

Los clones se dispersaron, con un golpe hacían retroceder a los djinn oscuros mientras los magos los evacuaban, levantaban enormes escombros para liberar a los que estaban atrapados de bajo, el magi solo esperaba que ese enorme exceso de magoi no fuera a causarle algún daño.

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-Sakura-dono, no ayudaremos a los otros? — ya que se supone que debían unir fuerzas.

-Espera solo un segundo — sonrío — ya viene — podía sentirlo partiendo el aire.

Podía sentir otra presencia acercándose a una velocidad inigualable, entre un destello fugaz atravesó sin dificultad la barrera que cubría a la criatura como si fuera de frágil cristal.

De bronceada piel, músculos definidos, con largo cabello blanco, podría parecer diferente, pero sus ojos... con esos ojos naturalmente delineados sabía a la perfección quién era.

-Muu-san! — anunció nuevamente Alibaba al fanalis que llegaba acompañado de los contenedores de su país.

La atención de Sinbad, la alianza, Muu y los otros estaba solo dirigidas al médium que parecía indestructible.