Magi - Princesa Shinobi

Lo que Guarda el Corazón

Luego de las presentaciones estaban sentados al rededor de una fogata, con Morgiana revolviéndose incómoda tratando de no ver mucho aquel hombre al que Aladdin le había prestado un poco de sus ropas para cubrirse y que Sakura analizaba aún con dudas, escuchaban el relato de su desventurada situación.

Era alto, con sus músculos claramente marcados, su cabello era tan largo que le llegaba más haya de la cintura, un poco desaliñado color púrpura, y el cual llevaba atado con una cinta blanca en la parte de atrás, con dos grandes arillos dorados que le colgaban de las orejas y poseedor de unos penetrantes ojos dorados.

De verdad era el mismo que fue capaz de conquistar 7 calabozos?

Que dirigía una de las más importantes compañías comerciales?

Que formó la hasta ahora sin precedentes "Alianza de los Siete Mares"?

Y sobre todo fue capaz de construir su propio país?

En este mundo o en cualquier otro individualmente ya cualquiera de esas proezas eran merecedoras de admiración.

-Fue un duro golpe Sakura-san — Se sobo el costado notablemente adolorido — me has dejado sorprendido con tu habilidad — ella no sabia que contestarle, pero si ese hombre mentía respecto a quien era o si decía la verdad en cualquier caso debía ser precavida.

-Admito que me precipite en mi juicio — respondió sin pena — pero no fue sensato salir de esa manera asustándonos — se cruzó de brazos, realmente trataba de contenerse pero las palabras no dejaban de salir en tono de reproche — ademas eso de estar tan ebrio que no se dio cuenta que se llevaron hasta sus... zapatos, no es algo para sentirse orgulloso! — Lo señalaba acusatoriamente  y con enfado.

Era a caso que lo estaba regañando?

-No puede creer cuanta irresponsabilidad! — si, en definitiva lo estaba regañando — Que hubiese pasado si en lugar de ladrones fueran asesinos?!

-Lo... lo siento... — se disculpó parpadeando confundido, seguramente Ja'far le gritaría algo similar.

Balbadd una gran nación costera formada por cientos de islas grandes y pequeñas, desde lo lejos podía apreciarse como un muy pintoresco e interesante país. Por las calles principales había varios locales de comida, frutas extrañas y deliciosas, peses enormes, finas telas, joyas brillantes y toda clases de cosas que uno se pudiera imaginar.

Pero también había calles llenas de pobreza, niños con ropas desgastadas jugando solo con piedras, mujeres y hombres buscando que comer y lamentándose por su suerte.

"Derroquen a la monarquia" estaba escrito en algunas paredes cerca de los puertos pesqueros.

-Desde la muérete del rey anterior el país está en crisis — les explicó Sinbad conociendo más la situación.

Llegaron hasta una gran edificación, el hotel más lujoso de aquel lugar y en el que según decía el perver.... digo Sinbad, era donde se hospedaba. Luego sus amigos o subordinados - aún no estaba muy segura de que fueran - lo encontraron y tal como predijeron fue duramente reprendido.

-Lamentamos los inconvenientes que les ha causado nuestro señor — dijo un albino con pecas en el rostro.

Junto a él estaba un fornido y alto pelirrojo con unos ojos muy parecidos a los de Morgiana, Sakura notó como al verlo la niña se cohibió y bajo la mirada con pena.

Les ofrecieron quedarse en el hotel con los gastos pagados por haberlo ayudado - aunque en teoría el único que ayudó de verdad fue Aladdin ya que Morgiana no hizo nada y Sakura lo noqueó - Era una habitación enorme y preciosa al igual que todo el lugar, había tres camas que se veían de lo más cómodas, Aladdin no pudo contenerse y saltó para comprobar lo esponjosas eran.