_Lamento llegar tan tarde. - la sacó de sus cavilaciones. _quería llegar antes de que Saul se durmiera. ¿Cómo estuvo hoy?
_Se durmió mas temprano de lo normal. - dijo mirando hacia el agua que corría por el rio. No quería verlo a los ojos y decirle que no quería separase de él ... De ninguno de los dos.
_¿Y tu? - la miro serio.
Ella lo miro sorprendida, su tono de voz era ronco, su mirada intensa, ella se sonrojo. No quería imaginar cosas.
_Estuvo bien. - contestó por fin. _un poco preocupada porque no sueles llegar tan tarde.
_Lo se. - desvío su mirada, su semblante cambio, ella juraría que se veía contrariado.
_Hubo algunos asuntos que me entretuvieron. - guardó silencio.
_de hecho necesito decirte algo._¿Es acerca de esos asuntos? - lo miró con preocupación.
_Si, estuve con Santiago Moran. - miró su reacción. _el nos va a ayudar con Saul. - continuó, pero notó como ella se tensaba. _Necesitamos sacarlo del rancho, antes de que alguien se entere de que está vivo. El me ofreció llevarlo a su rancho.
Ella se puso de pie abruptamente.
_Es lo mejor. - tambien se incorporó. _debemos pensar en lo que le conviene a él. - trato de acercarse. Ella se alejó dandole la espalda. Su corazón se partió en dos, sentia que la traiciobaba al quitárselo, pero desde el principio sabía que eso era temporal.
_¿Cuándo?
La escucho preguntar.
_Mañana a pirmera hora. - la miró estremecerse.
Un sollozo escapó de sus labios, no quería dejarlo ir, no todavia.
El posó una mano sobre su hombro.
Ella se aparto y salió corriendo, no quería... no quería separarse de Saul... no quería el consuelo de él.. en cierta forma se sentía traicionada, él había tomado sus propias deciciones y no había tomado en cuenta su opinión, aún que... ¿porqué tenía que hacerlo? desde el principio el habia sido claro, ella solo estaba prestando una ayuda, sin embargo, eso no quitaba que todos estos dias, todas estas semanas ella había sido como una madre para él, merecía que al menos le hubiera dicho que había llegado la hora de dar el siguiente paso.
Por fin detuvo su carrera, no podía contener el llanto, se acababa de portar de una forma desconsiderada, habia sido grosera con él, sin embargo supo que la habia seguido, lo sintió posicionarse detras de ella, estaba muy cerca, pero no la tocaba.
_Perdóname. - dijo con voz ronca y agitada por la carrera. _nunca fué mi intención hacerte a un lado, mucho menos lastimarte... perdóname. - se colocó delante de ella y la tomó de los hombros. _por favor perdóname. - la abrazó en un impulso. No soportaba verla llorar, le partía el corazón.
Pensó que lo rechazaría nuevamente, pero en lugar de eso se acomodo en su pecho y siguió llorando.
_Lo siento. - dijo ella entre sollozos.
El solo la abrazó mas fuerte y la consolo, la consoló como deseó haberlo hecho cuando murió su esposo y cuando perdió a su bebé, solo que entonces no se atrevió, pero ahora podía, ella se lo permitía y el lo agradecía.
Una vez se hubieron tranquilizado ambos, ella se separó apenada.
_Te llevaré a tu casa. - dijo él mirandola con preocupacion. Temia que quisiera irse sola.
Ella lo miró , nunca pensó decir esto, pero lo hizo.
_¿Me puedo quedar en tu casa hoy?
El la miró sin poder creerlo.
_Me gustaría poder pasar esta última noche con Saul. - dijo timidamente ante el silencio de el.
_Por supuesto. - se apresuró a decir. _claro que puedes quedarte. Veré que te preparen una habitación.
_Me quedaré en la recamara de él. - lo que menos quería era dar molestias, tan solo deseaba prolongar el tiempo que pasara con Saul.
_Sería demaciado incómodo para ti. - insistio pensando en el sofa que habia en la habitación y en el que él dormía velando el sueño del pequeño.
_De verdad. No importa. - dijo pensando que no podia ser mas incomodo que su propia cama vieja y destartalada.
_De acuerdo. - aceptó temeroso de que fuese a cambiar de parecer.
*****
Era media noche, Adrián no podía dormir. Salio de su recamara y se dirigió a la de Saul, solo quería serciorarse de que todo estaba bien, cuando se acercó escuchó los sollozos de Berenice, su corazón se partió al escucharla, ella estaba sufriendo mas de lo que dejaba ver. Esto no podía seguir así, con paso firme se dirigió hacia su despacho, acababa de tomar una decisión.Eran las cuatro y media de la mañana, Adrián continuaba en su despacho, llevaba varias copas de vino en su organismo sin llegar, a estar ebrio, no habia dormido en toda la noche, no podia hasta no plantear la petición que quería, hacerle a Santiago Moran. Tomó el teléfono y marcó.
*****
A las cinco de la mañana escucho ruidos en la habitacion de Saul, sin perder tiempo se dirigió hacia alla, sabia que Berenice estaría preparando las cosas del pequeño, ya que tenía que salir lo mas temprano posible.Tocó a la puerta y esperó.
Ella abrió , se veía cansada, grandes ojeras zurcaban sus lindos ojos.
_¿Puedo hablar contigo? - esperó en la puerta.
_Si. Pasa. - se movio para que entrara.
_Quiero proponerte algo. - se atrevió a tomar sus manos entre las suyas, ella no las apartó. _depende de ti si aceptas o no.
Ella lo miró con incertidumbre.
_Estuve hablando con Santiago, los dos vimos lo conveniente que sería que Saul, este con alguien conocido, en este caso solo podrías ser tú o yo, para mi es imposible , pero pensamos que si tu pudieras y estuvieras dispuesta a irte con el a su rancho, mientras Saul se adapta a las nuevas caras, sería estupendo.
El vio con alegría como el rostro compungido de ella iba cambiando a medida que él iba hablando, ella no tenia a nadie, no tenía que rendir cuentas, no estaba atada a un trabajo, no dudaba de que aceptaría, y lo hizo, estaba tan feliz que el tuvo que aclarar las cosas.
_Recuerda. - dijo con calma. _que esto es temporal, solo son unos días más, si mucho una o dos semanas, que ya sería mucho. Si lo permito es porque confio en ti creo que sabras acatar las decisiones que se tomen, solo te estoy dando un poco mas de tiempo con él. ¿De acuerdo? - la miró a los ojos.
_De acuerdo. - lo miro con tal gratitud dibujada en su mirada que su corazon salto de dicha. Adrián se dió cuenta de que el era feliz, si ella era feliz.
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UNA OPORTUNIDAD. No.3️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
RomanceAureliano Montero era uno de los principales jefes del crimen organizado, era un hombre atractivo, fuerte, valiente pero con el alma negra. Su vida no había sido facil y no se tentaba el corazón para actuar cuando tenia que hacerlo, gracias a ello a...