CAPÍTULO 32 UN MILAGRO (Aureliano) (Ricardo Y Diana)

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Para mis lectoras que siempre piden más, con mucho gusto les dejo el siguiente maratón. Espero que sea de su agrado y gracias por leer mis historias, votar y comentar, significa mucho para mi. Saludos.

1o. De tres

Amanecía, Mariana no había dormido, había estado luchando por salvar a Ricardo, en varias ocasiones lo había sacado de un paro junto con su equipo, estaba exhausta, y ahora se dirigía hacia la habitación de Aureliano, por fortuna Diana estaba dormida, se le había administrado un tranquilizante para que pudiera descansar, ya que se encontraba demaciado alterada.

*****
Aureliano la observaba mientras Mariana hacía su trabajo de rutina, estaba demasiado callada, su semblante era sombrío, de inmediato supo que algo pasaba.

_ ¿Me contarás que sucede? - la tomó del brazo cuando estuvo a, su alcance.

Ella lo miró sorprendida. No esperaba esa acción.

_Sólo estoy cansada. - dijo intentando soltarse de su agarre. Tenía más fuerza, sin duda estaba mejorando y aunque una sensación agradable recorrió su cuerpo con su toque, no pudo dejar de pensar que mientras él, que merecía estar ahí se recuperaba Ricardo que era un alma inocente, se marchitaba cada día más, sin esperanza alguna.

Quiso alejarse de él, pero no se lo permitió, él la conocía demasiado bien, sabía que de nuevo lo estaba acusando, aunque no se lo dijera, sabía que estaba siendo comparado nuevamente y como siempre resultaba perdedor, siempre alguien era mejor que él y eso le dolía, porque para ella quería ser el mejor, sin embargo siempre resultaba ser el peor.

Abatido la soltó de su agarre y ella se alejó en silencio. Hoy no tenía ganas de discutir con él, se veía la decepción dibujada en su rostro, su mirada apagada daba cuenta de ello. Dejó que terminará su trabajo y no trató de detenerla cuando salió.

Se preguntó si de verdad valía la pena luchar, pero ¿por qué luchaba? ¿Para quién lo hacía? Ella ciertamente aunque se esforzaba no lograba perdonarlo, siempre en cualquier situación que involucrará a alguien como él, o a alguna víctima ella lo iba a poner en la balanza e invariablemente saldría perdedor.

Se sintió solo y vacío, sin nada a que aferrarse, todo lo que soportaba lo hacía por ella y sólo por ella, su cuerpo desfallecía día y noche por el intenso dolor, la desesperación por no poder controlar su cuerpo, su mente daba una orden pero sus extremidades no obedecían como él quisiera, si el solo respirar era un suplicio, estaba harto de todo eso, en cuanto pudiera se arrancaría todo eso que estaba conectado a su cuerpo, la suerte diría si moría o vivía pero no quería depender ya de nada ni de nadie, quería su libertad, vivo o muerto pero quería ser libre.

*****
Mariana salió de la habitación de Aureliano, lágrimas surcaban su rostro, no soportaba verlo mejorar, mientras Ricardo moría, sin querer lo culpaba a él y sabía que estaba siendo injusta, pero le era difícil no asociarlo, porque quizás él no tenía que ver con lo que le había sucedido a Ricardo, pero si a otros jóvenes como él , a otras personas.

Se preguntó con dolor si algún día podría perdonarlo, si algún día podría dejar de acusarlo y condenarlo. No estaba segura de ello, pero tampoco podía dejarlo, no podía vivir sin él, lo amaba, aunque no quisiera admitirlo se había dado cuenta de que estaba perdida mente enamorada de él y eso la aterraba, porque no había futuro, él era lo que era y ella no podía cambiar eso, pero tampoco podía vivir con eso. Pero entonces... ¿Qué hacer?... No lo sabía.

*****
Ricardo despertó, el cuerpo le dolía como no tenía idea, pero podía moverse, sentía como si tuviera su interior en llamas, su boca estaba seca, su cabeza parecía querer estallar, quiso levantarse pero un intenso mareo se lo impidió, así como el dolor de su cuerpo.

Se dio cuenta de que estaba en un hospital y su mente comenzó a recordar, recordó porque estaba ahí y se sorprendió, hubo un momento en que pensó que no lo lograría, pero recordó aquella voz que llegaba a él, cuando estaba a punto de darse por vencido, la reconocía, era ella, la joven por la que había sucedido todo eso, aquella joven que desde que la vio atrapó su atención, aquella joven a la que no fue capaz de defender en su momento y que cuando se armó de valor ya era demasiado tarde.

La buscó con la mirada, todo se veía borroso, aún así se dio cuenta de que ella no se encontraba, quizás solo había sido producto de su imaginación, se sintió triste, seguramente ella no la había librado y viéndolo mejor era preferible que estuviera muerta, y no en las manos de Rigoberto, lo deseaba de corazón, aunque le doliera y se revelará contra ello.

*****
Diana despertó desorientada, se levantó de un salto cuando recordó lo que había sucedido la noche anterior, con angustia salió al pasillo buscando la habitación de Ricardo, esperaba alcanzarlo con vida, aunque lo dudaba.

Sin pensarlo entró a la habitación con el corazón hecho un nudo.

Se detuvo al verlo en la cama, las máquinas seguían trabajando con normalidad, ningún sonido alarmante, él se veía apacible, pareciese que nada hubiese sucedido la noche anterior, incluso se veía color en su rostro, se acercó y posó su mano sobre la suya, se sorprendió porque no estaba helada como siempre, se sentía cálida, lo miró de nuevo, su rostro se veía diferente, su cuerpo se veía diferente, quizás era producto de su imaginación o... El milagro se había producido... No quiso pensar, no quería desilusionarse, se sentó en la silla junto a su cabecera, tomó su mano y recostó su cabeza sobre la cama. Se quedó dormida.

*****
Mariana entró a la habitación de Ricardo, la noche anterior había sido difícil, todos pensaron que no amanecía, pero como todo este tiempo contra todo pronóstico, el seguía en pie de lucha.

Cuando se acercó se dio cuenta de que Diana estaba con él, se había quedado dormida y él... Él se veía tan apacible, por un momento dudo en revisarlo, no quería molestarlo, pero era necesario.

Primero se dedicó a revisar los aparatos, con sorpresa se dio cuenta que todos y cada uno de ellos arrojaban datos normales, como si el cuerpo de él funcionara perfectamente y no necesitará, de ellos, intrigada se acercó a él, no tenía temperatura, su respiración era rítmica, su cuerpo y su rostro se veían diferentes, no lo podía creer, tomó su estetoscopio para revisar su corazón, al contacto con éste Ricardo se despertó, empezó a moverse y Diana también despertó.

UNA OPORTUNIDAD. No.3️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora