CAPÍTULO 49 MI HIJO VIVE

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Aureliano por fin se encontraba frente al edificio de Mariana, sin perder tiempo subió hasta, su piso. Parado frente a, su puerta dudo, estaba nervioso, ¿y si ella lo rechazaba?, no había querido pensar en esa posibilidad, pero existía y si eso sucedía no sabía, que iba a hacer. Por un momento pensó en regresarse, pero se armó de valor y se decidió a llamar a la puerta.

No alcanzó a hacerlo, porque en ese momento se abrió y sorprendido vio aparecer ante él a Adrián, junto a una mujer, él la conocía, la había visto ocasionalmente en el rancho de Adrián. Miró como él la abrazaba, pero ya su mirada no estaba en él, ni en ella, ni siquiera en la mujer que con tantas ansias deseaba ver, su mirada estaba puesta en el pequeño que Berenice cargaba en sus brazos y quien lo miraba con sorpresa, luego pronunció aquella palabra. ¡Papá!

Aureliano sintió que la ira fluía a través de su cuerpo, miró a Adrián quien hizo a Berenice a un lado cuando vio las intenciones de Aureliano.

_ MALDITO TRAIDOR. - gritó Aureliano abalanzándose sobre Adrián. _ TIENES A MI HIJO, ESTÁ VIVO Y ME LO OCULTASTE. - gritaba enfurecido descargando su furia contra él. Adrián no respondía a los golpes, solo deseaba que Berenice saliera de ahí, antes de que Aureliano arremetiera contra ella también.

Berenice miraba la escena asustada, Saúl empezó a llorar y ella reaccionó. Lo apretó en sus brazos y salió corriendo buscando la planta baja. Tenía que salir de ahí, sabía que de haber podido eso era lo que le hubiera pedido Adrián.

Al llegar a la planta baja aliviada vio aparecer a Santiago y sus hombres. Él no se detuvo, ordenó que los cuidarán y siguió su camino, no Esperó el elevador, en esas circunstancias las escaleras eran más rápidas.

Mariana trataba en vano de hacer reaccionar a ese energúmeno que atacaba sin piedad a Adrián, quien no se defendía, sólo buscaba esquivar los golpes dirigidos hacia él y trataba de controlarlo. _ ME ROBASTE A MI HIJO. - gritó furioso tratando de descargar otro golpe. _ ME ROBASTE UN AÑO DE SU VIDA.

Adrián se cubrió para recibir el golpe, pero este nunca llegó

_ Basta Aureliano. - lo detuvo Santiago.

_ TÚ LO SABÍAS. - lo enfrentó. _ LO SABÍAS Y NO ME DIJISTE, ES MI HIJO. CARAJO. TENÍA DERECHO.

_Tranquilizante por favor, vamos a hablar.

_ NO SABES LO QUE SU MUERTE ME DOLIÓ. - se apartó furioso de su agarre. _ NO SABES LAS MALDITAS HORAS QUE PASÉ LLORANDOLO. - lo miró con odio. _ MERECEN LA MUERTE - gritó derrumbándose sobre un sillón de la sala.

Adrián y Mariana hicieron el intento de acercarse, pero Santiago les indicó con una seña de que no lo hicieran. Sabía que en ese momento no recibiría nada de nadie, necesitaba desahogarse y tranquilizarse para poder explicarle y que él pudiera entender sus razones.

*****
_ ¿EN DONDE LO TIENEN? - vociferó. _ QUIERO VERLO, O ¿ME VAN A SEGUIR IMPIDIENDO QUE LO VEA? ¿ME LO VAN A NEGAR? - se enfrentó a Santiago.

_Mientras no te tranquilices. - lo miró con autoridad. _ no vamos a hablar. De ti depende.

La adrenalina fluía por su cuerpo, estaba furioso, quería gritar, golpear cosas, romperle la cara, a esos dos pero comprendía que Santiago no era hombre que se dejara, amedrentar, si había dicho que tenía que tranquilizarse para hablar tenía que hacerlo, quería ver a su bebé, necesitaba verlo y abrazarlo y decirle cuanto lo amaba y no separarse más de él, era la segunda vez que lo tenía delante de sí y él se iba con otra persona, la primera cuando prefirió abrazarse a aquel desconocido que lo cargaba cuando Rigoberto lo puso delante de él golpeado e irreconocible, y ahora que el mismo lo había asustado con su arranque de ira y el se había abrazado a aquella mujer que se lo llevó. Tenía que calmarse, tenía que recuperarlo.

*****
_ Primero que nada, quiero que entiendas que aquí nadie te ha traicionado. - dijo Santiago cuando Aureliano se hubo tranquilizador y estaban a solas en el pequeño estudio del departamento de Mariana. _en segundo lugar le debes una disculpa a Adrián. _Si. - dijo cuando vio la cara de incredulidad de Aureliano, el seguía creyendo que Adrián había actuado de mala manera. _Si alguien te ha demostrado fidelidad es el, de no ser por su rápida intervención ni tu ni tu hijo estarían con vida en estos momentos.

Aureliano lo miró sin poder entender lo que decía.

_ Fue él quien se comunicó conmigo dándome tu ubicación, fue él quien rescató a Saúl y junto con Berenice lo hicieron pasar como su hijo para poderlo llevar a que recibiera atención médica arriesgándose a ser descubiertos y encarcelados, Adrián ha arriesgado más que su libertad por ti, estuvo a punto de morir a manos de Rigoberto, pregúntale cuánto tiempo pasó hospitalizado porque casi lo matan sus hombres... Fue secuestrado por ellos y lo trajimos de regreso, aun así no se asustó como muchos otros y se fue, ha permanecido firme, esperando por ti.

Aureliano permanecía callado, escuchando, no lo podía creer, ¿de verdad había hecho todo eso por él y aun así se había dejado golpear sin meter las manos, a pesar de que era inocente?

Ahora él era el que se sentía mal, había actuado como loco sin antes conocer los hechos, y lo peor, lo había hecho delante de Mariana, ¿cómo podía decirle que estaba cambiando si lo primero que hacía era actuar como en los viejos tiempos, haciendo daño, sin siquiera darle la oportunidad a su oponente de defenderse, usando su fuerza bruta antes que la razón?

Apesadumbrado se cubrió el rostro tratando de borrar la imagen asustada de Mariana. En esos momentos ella debía estar pensando lo peor de él y con razón. ¿Qué defensa tenía? Ninguna.

_ Aureliano. - lo sacó Santiago de sus pensamientos. _ quiero que entiendas que todo lo que se hizo fue por protección... Para ambos, ¿qué crees que hubiera sucedido si Rigoberto se entera de que él estaba vivo? Hubiera venido por él, sin duda.

_ ¿No estarás pensando negarmelo? - su mirada era dura.

_Y tú no estarás pensando tenerlo. - lo retó. ¿No te das cuenta de que es cuestión de tiempo para que Rigoberto se entere de que no estás muerto y que cuando eso suceda no sólo tú estarás en peligro sino todos los que te rodean?

_Es mi hijo. - agachó la cabeza. _ lo defenderé.

_ ¿Acaso te puedes defender tú? - dijo exasperado.

_ No soy un cobarde. - levantó la voz.

_No hablo de cobardía, hablo de capacidades, tú no estás en condiciones aún como para meterte en algo así, reconoce que por el momento estás limitado y si no te puedes defender tú al cien por ciento, ¿vas a arriesgar a perder a tu hijo solo porque tú quieres probar tu Valentía?

_No es como tú piensas, lo único que quiero es tenerlo, abrazarlo, recuperar el tiempo perdido, él es lo único bueno que me queda.

_ ¿A cambio de su integridad física... De su vida quizás?

_ Está bien. - dijo derrotado. _ ya entendí. ¿Pero cuánto más durará esto?

_No lo sé. Rigoberto ha estado muy quieto, necesitamos que el de él primer paso.

_ Entonces hagamos que lo de

_Yo no lo haría. Ese hombre es traicionero, más vale esperar e ir a lo seguro que anticiparnos sin saber exactamente a donde ir. De cualquier forma podrás ver a Saúl, eso nadie te lo puede impedir, solo que va a ser bajo mis condiciones y no se va a quedar contigo.

_De acuerdo, pero déjame estar con él ya. - se puso de pie.

_ Aureliano. - lo detuvo. - quiero que sepas que no voy a tolerar que rompas tu palabra de hacerlo a mi manera, si es así te olvidas de tu hijo hasta, que sea seguro para él, entiende que muchas vidas corren peligro no solo las de ustedes. ¿Me entiendes? ¿Verdad?

Aureliano asintió, sabía que él tenía razón.

UNA OPORTUNIDAD. No.3️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora