Meses atrás.
Aureliano miraba pensativo aquella fotografía que había tomado semanas atras. En ella aparecía Mariana con su vestido negro de graduación, jamás la había visto tan hermosa y tan seductora pero tan inocente a la vez.
Se había apartado de sus hombres, se sentia fastidiado de ellos , de todo lo que le rodeaba, de tener que dar ordenes que cada vez le gustaban menos, de tomar decisiones dificiles, de hacer daño a los demás, estaba harto de la vida que llevaba.
Lo unico que lo tranquilizaba era ver a esa mujer tan especial, a veces soñaba con aventar todo y correr a donde ella estaba y formar una familia a su lado, lejos de ahí , pero eran solo eso... Sueños, el ya tenía una familia y aun si no la tuviera, ella lo despreciaba jamás permitiría que él se le acercara, en su propia cara se lo había dicho él no llenaba sus espectativas y no merecía su respeto. Ella era como una de esas estrellas brillantes, hermosas, pero inalcanzables. Ciertamente el podia tomarla si quisiera, pero aunque tenía la reputación, jamas forzaria a una mujer a hacer lo que no quisiera y menos a ella una de las pocas mujeres que merecían su respeto.
Por sus manos habian pasado muchas, todas iguales, se deshacían por estar con él, fueran viudas, solteras o casadas, la mayoría acudían a él por su propia voluntad, otras habían sido llevadas a la fuerza por venganza o por hacer daño a alguno de sus enemigos pero invariablemente caían rendidas a sus pies y terminaban ofreciendose a el voluntariamente. Solo recordaba a dos que no lo habían hecho y el había respetado su integridad, y claro, ellas también estaban en su lista de las mujeres que merecían su respeto.
Pero Mariana... Mariana era otra cosa... Ella habia removido todo su interior, le habia hecho sentir cosas que no conocía y que no imaginaba que existieran.
El no sabía lo que era el amor, y de eso se había dado cuenta en el momento en que la conoció a ella.
La relación con su mujer era lo mas parecido al amor que conocía hasta entonces, pero no era amor, con ella se sentia a gusto, satisfacía sus necesidades, era hermosa y su conducta era la que se esperaba de ella asumiendo que era la mujer de uno de los jefes del crimen organizado, pero ella no le hacía sentir lo que sentía por Mariana, ella provocaba en el sentimientos que no sabía que poseía, era feliz con solo verla de lejos, era feliz viendo como ella era feliz, le provocaba un sentimiento de protección hacia ella que nunca nadie habia despertado salvo su pequeño hijo, sentia un tremendo sentido de admiración, ella a pesar de ser delicada y fragil, era mas fuerte de lo que aparentaba, era decidida y no se amedrentaba ante nada, aun recordaba la ocación en que se enfrento a su esposa y a él mismo.
Esa tarde habían entrado al resraurante del hotel del pueblo y nada mas traspasar la puerta lo primero que observó fue a esa mujer impetuosa pero fragil a la vez, desde ese momento le fue imposible apartar su vista de ella, no le importó la mirada curiosa de sus hombres, ni que su mujer estaba a su lado y sabía que reaccionaría ante su actitud descarada, pero no fue capaz de evitarlo, tenia tiempo viviendo con ella y aunque siempre había sido un mujeriego desde que estaba con Lizette no habia buscado a ninguna otra mujer, nadie habia llamado tanto su atencion como lo hacia Mariana.
*****
Lizette se levantó de la cama y se dirigió hacia el baño, al regresar, dormido como un niño, miró a ese hombre que la hacía suspirar, <<Aureliano Montero, uno de los principales jefes del crimen organizado>> pensó con orgullo y era de ella, esa noche había estado especialmente complaciente con ella, por un momento sintió tristeza, sabía que todo eso estaba por terminar, pero no podía hecharse para atras, no ahora, aunque con el habia vivido los ____ mejores años de su vida, necesitaba dar el siguiente paso, y no sería agradable, pero tenía mucho que ganar, ultimamente él se estaba volviendo muy blando y eso no era nada bueno para alguien en su negocio.
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UNA OPORTUNIDAD. No.3️⃣ // SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
RomansaAureliano Montero era uno de los principales jefes del crimen organizado, era un hombre atractivo, fuerte, valiente pero con el alma negra. Su vida no había sido facil y no se tentaba el corazón para actuar cuando tenia que hacerlo, gracias a ello a...